Xaviera Arancibia, entre el Derecho y el rescate de los animales
Xaviera Arancibia Soto cuenta que rescata animales desde “que era muy chica” y que su paso por la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso simplemente reafirmó su deseo de hacer algo por ellos de una manera más organizada.
Xaviera juró como abogada ante la Corte Suprema en 2016, luego realizó un diplomado en Derecho del Contrato en la PUC y luego se ganó una beca para cursar el Magíster en Derecho Privado de la UV, del cual ya terminó la etapa lectiva y cuya tesis se encuentra realizando.
Se desempeña como abogada de apoyo en el Segundo Juzgado Civil de Valparaíso, pero su gran pasión es la Fundación Manada Animal que dirige. “Me apañan un montón en el tribunal, porque saben que la Fundación me toma tiempo”, agradece.
Relata que hizo su tesina de pregrado sobre Derecho Animal y que cuando estaba en la Escuela de Derecho junto a otros compañeros impulsaron la creación de un curso sobre esa temática, que estuvo a cargo de Alejandra Zúñiga. “Me acuerdo de que una vez rescatamos una perrita, que se llamaba Joyita del Pacífico. La encontraron unos estudiantes en Pedro Montt y varios profesores ayudaron con la operación, porque había que cortarle una patita. También cuando hice la tesis se hizo el Primer Congreso de Derecho Animal en la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) y fuimos cuatro personas de la Escuela. En la época de los movimientos estudiantiles organizamos varios seminarios sobre ese tema y traíamos a gente como Celeste Jiménez”, rememora.
Ya egresada, continuó con su trabajo de rescate, hasta que durante la época del estallido social y el inicio de la pandemia decidió dar un paso más allá y crear la Fundación.
“En Valparaíso todo empezó a crecer en torno a lo que hacemos, nos hemos ganado una subvención de la Municipalidad de Valparaíso para el rescate de perritos de Montedónico, en Playa Ancha, y un Fondo de Fortalecimiento para Organizaciones de Interés Público (FFOIP), pero quiero aclarar que nos financiamos principalmente con el aporte de los socios, que aportan a la manutención de los animales y los amadrinan y apadrinan”, narra.
Xaviera explica que no cree en los refugios y que a los animales que recogen "los adoptamos en casas de familias, en hogares temporales, hasta que sean adoptados. En mi casa tengo diez perritos, que tienen cuidadores 24/7, porque como son viejitos necesitan cuidado permanente. Pagamos hogares temporales y tenemos actualmente más de 35 animales en esa modalidad, que no viven en caniles, sino que son parte de familias, a las que se apoya económicamente, como una forma de retribuir el tiempo que ellos invierten, que es lo más valioso que alguien puede entregar. También tenemos las manaditas comunitarias, en las que hay una vecina responsable en sectores pobres a los que se manda comida y esterilizamos. Nuestro mayor esfuerzo está centrado en Montedónico, donde si la gente vive mal, los animales peor. De hecho, nuestro eslogan es ‘Llegamos donde nadie llega y tú llegas con nosotros’, porque nadie quiere ir ahí, pero creamos una red de apoyo. Estamos en Valparaíso, pero los socios son casi todos de Santiago, lo cual me emociona, porque pudiendo adoptar allá prefieren hacerlo con nosotros”.
Uno de los proyectos de la Fundación son los templos ladrante, para perros, y maullante, para gatos: una casa para animales viejos que ya no pueden estar en la calle, porque están ciegos y con enfermedades crónicas.
La egresada UV comenta que la Fundación ha rescatado no sólo perros y gatos, también gaviotas, chanchos y hasta caballos. “Por ejemplo, la familia Pichara adoptó un caballo que había sido de carreras y estaba en un campo y que iban a carnear”, cuenta.
El proceso de adopción es riguroso, los interesados deben contestar un cuestionario de preadopción de 26 preguntas, lo que demuestra un interés real, y se tiene que garantizar que el animal llegará a un lugar mejor que aquel en el que está.
También la comunidad UV ha estado muy comprometida con la Fundación. “Hay harta gente de la UV, como Nicole Selamé, secretaria general de la Universidad, quien es madrina de una perrrita parapléjica, Rosita, a la que iban a eutanasiar; también participan Paulina Bórquez, Katherine Yáñez y el juez Felipe Contreras. Es muy bonito que haya gente muy inteligente, con mucho mundo, junto a otras personas muy sencillas que nos apoyan”.
Finalmente, Xaviera hace un llamado a sumarse al trabajo de la Fundación Manada Animal. “Probablemente muchos vieron la noticia de Dexter, el perro que fue apuñalado en Bellavista. Bueno, a él lo rescatamos nosotros y le encontramos casa en Villa Alemana, donde está muy bien y recuperándose. Cualquiera puede ser madrina o padrino de un perro o gato y contará de nuestra parte con ayuda para su manutención y toda la información que requiera. Por ejemplo, actualmente tenemos nueve cachorros en Montedónico y cinco perros en Quilpué que están esperando ser adoptados”, concluye.
Se puede tomar contacto con la Fundación a través de la cuenta de Instagram @la_manadakan, al correo electrónico
Nota: Juan Pablo Salas