La actividad se realizó como parte del programa “Mi primer rincón lector”, que impulsa la Fundación de Desarrollo Siglo XXI de esa comuna.
Una visita a la librería Libroalegre, ubicada en el cerro Alegre, y un recorrido por el Parque Cultural de Valparaíso, además de un taller de inducción en aula que tuvo lugar en el Centro Integral de Atención al Estudiante de la Universidad de Valparaíso, realizaron los equipos de los jardines infantiles Barquito de Papel y Los Pequeños Conquistadores y de las salas cunas Nubecita de Algodón y Las Caracolas de la comuna de San Antonio.
Las actividades formaron parte de la jornada pedagógica que dio inicio a la versión 2022 del programa “Mi primer rincón lector”, que la Fundación de Desarrollo San Antonio Siglo XXI ejecuta desde hace tres años con el respaldo académico y técnico de la Escuela de Educación Parvularia de la UV, la Dirección de Desarrollo Comunal del municipio local y la JUNJI, bajo el patrocinio de la Unicef.
Durante el recorrido, las educadoras, asistentes y profesionales de dichos establecimientos pudieron conocer y aprender sobre la conformación de espacios creativos destinados al ejercicio didáctico y a la lectura en voz alta y, también, familiarizarse con metodologías y experiencias orientadas a promover y potenciar su aplicación desde la primera infancia.
La profesora de la Escuela de Educación Parvularia de la UV y coordinadora académica de la iniciativa, Patricia Herrera, sostuvo que la jornada fue una oportunidad para que las personas que participaron en ella abordaran el trabajo que implica esta tarea, desde lo emocional y lo afectivo, con el afán de desarrollar las funciones del lenguaje en forma natural, desde el disfrute de la lectura.
En ese sentido, explicó que éste programa apunta a posibilitar el acceso a lectura de calidad bajo tres pilares fundamentales: qué leer, dónde leer y querer leer.
“El primero de ellos guarda relación con la dotación, los tipos de libros y las temáticas que son adecuadas para el desarrollo integral de los niños y las niñas. El segundo, en tanto, se orienta a la habilitación de espacios lectores con mobiliario adecuado dentro de cada jardín infantil o sala cuna, mientras que el tercero apunta al vínculo estrecho que se debe establecer para potenciar el hábito y goce por la lectura durante los primeros cinco años de vida de una persona”, explicó la docente.
Valoración
Para Ítalo Bustamante, director de Gestión Social de la Fundación San Antonio Siglo XXI, este tipo de actividades son una muestra clara de los objetivos del programa “Mi primer rincón lector”. “Esta visita pedagógica refuerza el compromiso de nuestra fundación por promover el hábito lector desde edad temprana en los niños de San Antonio, lo que se traduce también en la habilitación de espacios lectores con mobiliario y libros de alta calidad”, afirmó el representante
Claudia Arce, directora de la sala cuna Nubecita de Algodón, valoró especialmente la inducción en aula. “Me pareció muy interesante la charla que nos dieron en la Universidad. Se agradecen los conocimientos entregados, que nos ayudan a aprender más de los libros y cómo mostrárselos a los niños y las niñas. También resultó muy interesante los kamishibai (método de contar cuentos que tiene su origen en el siglo XII en los templos budistas japoneses) y los ejemplares que nos regalaron. Sin duda son una forma muy original de aproximarse a la lectura”, dijo la educadora sanantonina.
María Antonia Pavez, directora del jardín infantil y sala cuna Los Pequeños Conquista-
dores de San Antonio argumentó que “nos llamó mucho la atención y nos gustaron mucho las bibliotecas infantiles, creo que es una idea muy interesante para incentivar la lectura en la primera infancia. El propósito nuestro es también llevarlo a nuestras aulas y experimentar esta iniciativa que nos pareció genial”.
El programa “Mi primer rincón lector” fue concebido hace tres años para entregar asesoría técnica a los equipos de los jardines infantiles y salas cuna administrados por la JUNJI vía transferencia de fondos (VTF) en la comuna de San Antonio mediante talleres y cursos y, también, como su nombre lo indica, desarrollar y habilitar espacios destinados a fomentar la lectura que cuenten con mobiliario y colecciones bibliográficas de alta calidad.
A la fecha, esta iniciativa ha alcanzado una cobertura del 83% en ese tipo de establecimientos, lo que para sus impulsores representa un gran logro.
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