María Fernanda Olivares se tituló en 2011 y ha trabajado en diversas municipalidades y proyectos.
Contar su experiencia profesional desde su titulación como arquitecta UV en 2011 hasta los desafíos de su actual cargo como directora de la Secretaría Comunal de Planificación, SECPLA, de la Municipalidad de Viña del Mar, revisando además sus proyectos y gestiones en diferentes municipios fue parte de la exposición que realizó María Fernanda Olivares para estudiantes de primer año de la Escuela de Arquitectura.
La arquitecta calificó como “gratificante” el encuentro con estudiantes, destacando “la consideración de que me hayan invitado para exponer a quienes están descubriendo la carrera y darles la posibilidad de ver otras cosas que se pueden hacer desde la profesión, más allá del mundo privado, ya que la esfera de lo público entrega otras herramientas, con un trabajo multidisciplinario de la gestión pública”.
Sobre su paso por la Escuela de Arquitectura UV, señala que lo más valorable “fue el desafío que nos imponían los profesores a ser creativos, es una carrera exigente, pero había un permanente cuestionamiento con preguntas con relación al territorio y al enfrentarse a un encargo. Era agobiante, pero luego en el ejercicio profesional esas preguntas se valoran, porque generan un carácter distinto al enfrentarse a la vida laboral. Es una escuela emblemática en cuanto a organización de vida estudiantil, fue un bonito desafío y levantamos grandes luchas internas”.
En cuanto a sus actuales desafíos como directora de SECPLA, señaló “enfrentar decisiones urbanas desde la gestión con participación ciudadana como línea fundamental. Estamos en un proceso de actualización del Plan Regulador y del Plan de Desarrollo Comunal, mientras que en materia medio ambiental esperamos ejercer decisiones en cuanto a la protección, ocupando la Ley de Humedales, para poner en valor los atributos de la comuna. También nos interesa generar una nueva distribución de la inversión pública, que por muchos años estuvo concentrada en un espacio, por lo que esperamos que sea más equitativa, a través de la participación ciudadana y con las organizaciones”.
“Hoy lo importante es la voluntad institucional de incorporar a la comunidad en la toma de decisiones, ya que las políticas a largo plazo no pueden ser tributo de una gestión, sino que deben tomarse ejerciendo la soberanía de las comunidades, en las que ellas se hacen cargo de levantar iniciativas y de llevarlas al largo plazo. En tres años y medio es difícil concretar infraestructuras, pero sí tomar la decisión de trabajar con una planificación estratégica, en la que el componente social debe ser fundamental, generando empoderamiento a largo plazo y que no dependa de una alcaldía personalista, sino de un proyecto común”.
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