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Especialista en vigilancia de fronteras analizó relación entre migraciones y enfermedades

17 Agosto 2016

Doctora Mariana Casales dictó conferencia organizada por el Departamento de Salud Pública de la Escuela de Medicina.

¿De qué manera el mayor flujo de inmigrantes que se ha registrado en los últimos años contribuye hoy a la aparición de nuevas enfermedades infecciosas, altamente contagiosas, en ciertas zonas fronterizas de Chile y otros países latinoamericanos? ¿Qué tan expuesta está nuestra población a sufrir los efectos de potenciales brotes y epidemias como el Zika, Chikungunya, Dengue o similares?

Sobre estos y otros aspectos e interrogantes expuso la doctora Mariana Casal, oficial de Vigilancia Fronteriza del Departamento de Salud Pública del Estado de Arizona (Estados Unidos) durante la visita que realizó al Campus de la Salud de la Universidad de Valparaíso.

La exalumna titulada de Medicina de nuestra casa de estudios, quien desde hace cuatro vive y trabaja en el suroeste de Estados Unidos, muy cerca del borde del límite con México, dictó la conferencia “Enfermedades infecciosas y migración”.

Durante intervención, la especialista dio cuenta del trabajo que a diario realiza en una de las fronteras más porosas del planeta, la cual forma parte de territorios donde la migración y el tránsito permanente de personas están relacionados con la aparición de brotes y epidemias vinculadas a antiguas y nuevas enfermedades infecciosas de alto contagio.

"Entre ellas está el Zika. Resulta que en el sur de Estados Unidos los mosquitos están recobrando el territorio donde siempre vivieron, no es que los manden de México u otros países", comentó la médico y oficial de vigilancia.

Realidad compleja

El fenómeno descrito, aunque en mucho menor escala, está ocurriendo en algunas zonas fronterizas de otros países latinoamericanos (como entre Venezuela y Colombia) y, por cierto, en Chile.

En opinión de Mariana Casal, lo anterior termina por conformar una realidad compleja y difícil de enfrentar, que muchas veces, aunque se trata de un tema de salud, se entrecruza con aspectos políticos, sociales y de seguridad a niveles estratégicos.

En efecto, en la actualidad son más de 150 millones de personas las que viven desplazadas en diferentes puntos del planeta y muchos de ellos llegan a nuestros países por diferentes vías: en avión, por barco o por tierra.

En este sentido, la doctora Casal sostuvo que aun cuando en ocasiones la población afectada por enfermedades nuevas tiende a estigmatizar a los migrantes, los profesionales que trabajan en las fronteras deben ser cautelosos pero no caer en ese tipo de conductas. “La clave para mantener a raya las enfermedades es la prevención oportuna, y dentro de eso está el valor que se le da a la sospecha, entendida de manera positiva. En esto sospechar es igual de valioso que detectar el caso. Es ponerse antes en la posibilidad de que pueda llegar algo", manifestó.

Dentro de la prevención, la profesional hizo hincapié a la importancia del buen funcionamiento de los protocolos en las fronteras y destacó que Isla de Pascua sigue siendo el lugar de Chile más expuesto a enfermedades como el Zika, por la presencia de mosquitos. "La población en general, debe averiguar más de las enfermedades que existen en los lugares a los que viaja, escuchar lo que les dice la gente y prevenir con vacunas cuando sea necesario", concluyó.