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“El sistema de salud no está preparado para la venta libre de medicamentos en supermercados”

10 Junio 2016

Afirmó el doctor Juan Francisco Collao, químico farmacéutico de la Universidad de Valparaíso.

El consumo de aspirina puede convertirse en una medicina letal si lo realiza una mujer que tenga un cuadro de menorragia, dado que su efecto anticoagulante agudiza la hemorragia, produciendo anemia e incluso la muerte.

Asimismo, el uso de antigripales para aliviar un resfrío, por su componente de sedantes, potencia el efecto depresor del sistema nervioso central cuando es ingerido por personas que están bajo tratamiento con tranquilizantes, como cuadros de trastornos del sueño, transformándose en un peligroso cóctel, incluso para realizar actividades tan cotidianas como conducir un vehículo. Éstos son sólo un par de ejemplos que entregó el doctor en Políticas Farmacéuticas y Seguridad Juan Francisco Collao, académico de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Valparaíso, para explicar qué ocurre cuando el uso de los medicamentos no es regulado y se absurdo.

“Absolutamente todos los medicamentos son riesgosos”, aseguró el académico, frente a la implementación de góndolas en dos locales de una cadena de supermercados en la capital para la venta libre de medicamentos que no requieren prescripción médica para adquirirlos.

“Siempre, cualquier medicamento puede producir daño. Por ejemplo, una persona que esté tomando una medicina que produce algún grado de daño al hígado y sin consultar a su médico consume frecuentemente paracetamol para el dolor de cabeza, podría aumentar el daño hepático. Además, ese dolor de cabeza podría tener alguna otra razón, que el paciente desconoce, y sin embargo atacando el síntoma posterga la decisión de ir al médico y evita poder pesquisar alguna enfermedad tempranamente. Es decir, el uso indiscriminado de medicamentos produce diversos problemas de salud, por lo tanto la venta de medicamentos en esta nueva modalidad debiese ser regulado o —al menos— tener una segunda mirada, no solamente comercial”, aseguró el farmacéutico.

El doctor Collao aclaró que no está en desacuerdo con la venta libre de medicamentos, pero sí en contra de como se pretende implementar, porque básicamente en nuestro país el objetivo de esta iniciativa se enfoca sólo en incrementar la venta de estos productos, sin ningún control o seguimiento sobre su uso y los efectos que produce en la población. “Se ha instalado en el inconsciente colectivo —o en la opinión pública— que el problema es la falta de acceso a los medicamentos. Sin embargo, el problema no es la falta de acceso. Existe acceso en Chile. De hecho, los medicamentos en el consultorio los regalan. Tenemos mucho mejor acceso que otros países. El problema es que ese acceso no tiene ningún tipo de regulación. El sistema de salud chileno le entrega medicamentos a la persona, pero luego se desentiende, y de ahí en adelante el costo de lo que suceda lo paga el paciente”, advirtió.

Por ejemplo, agregó el académico, en Chile fácilmente se puede comprar una caja de ibuprofeno de 600 mg, en cualquier farmacia y la cantidad que se desee. “El uso de ibuprofeno en personas que sufren de úlceras puede complicar el sangrado o las propias perforaciones. En Inglaterra, por ejemplo, no te venden ibuprofeno de más de 200 mg de venta libre y máximo tres cajas por persona. Así limitan la posibilidad de que la persona pueda tener sobredosis, por ejemplo, si se medica más de lo que debiera. A través de este tipo de controles ellos evalúan el riesgo y trabajan para minimizarlo. En Chile solamente existe un listado de medicamentos cuya venta no requiere recta médica“, precisa.

El farmacéutico advirtió que se ha encontrado con varias falacias que se han planteado en la prensa por quienes defienden la venta de medicamentos en los supermercados. “Se ha dicho que los medicamentos que se van a vender en las góndolas son ‘de muy bajo riesgo’. Eso nadie lo sabe, porque no hay ningún estudio en Chile que mida el riesgo de los medicamentos en nuestra población en particular. Esto porque no sólo importa el daño que produce el medicamento en sí, sino también las situaciones de riesgo a que se expone la población por usarlos de una manera determinada. No solamente nos importa que las personas tengan acceso a los medicamentos, lo prioritario es que las personas tengan acceso de manera segura. Absolutamente todos los medicamentos son riesgosos. La otra falacia es que la gente tiene la falsa ilusión de estar empoderado. Ya que dicen que las góndolas les darían la posibilidad a los consumidores de comparar y así tener mucho más poder como consumidor y tomar mejores decisiones. Esa es una gran falsedad, porque es imposible que tome mejores decisiones si no sabe lo que está comprando y desconoce qué efecto pueden tener para su salud”, expresó.

Para explicar el actual escenario en materia de medicamentos, el académico planteó una analogía entre la venta libre de éstos con la venta libre de armas. “Imagínense la misma situación: en un supermercado, donde hay unos tarjetones, en vez de la foto con el medicamento, aparece la foto con una pistola, otra con un revólver o una ametralladora, junto a cargadores de distintos calibres, etcétera. La comparación es injusta y un poco exagerada, porque la verdad no tanta gente muere por mala manipulación de armas como lo hace por el mal uso de medicamentos. Esas son cifras que no están disponibles en Chile, porque aquí no se mide eso, pero sí en Estados Unidos. En la misma analogía, el medicamento no te va a matar de inmediato como el arma, pero lo hace de a poco y es igual de efectivo. De hecho, muere más gente por mal uso de medicamentos en Estados Unidos que por accidentes con armas. Chile no está preparado para este modelo de negocio en los supermercados y aquí no quiero caer en el cliché de que la población no está preparada, es el sistema el que no está preparado”, afirmó.

Finalmente, el doctor Collao señaló que los medicamentos producen problemas de salud e incluso la muerte a cientos o miles de chilenos cada día, muertes que son perfectamente evitables, pero como no existen estadísticas al respecto, creemos que no existe ningún problema. “Pero el riesgo existe y está. Y la gente se muere. Hoy en este momento, probablemente, alguien se está muriendo por mal uso de medicamentos”, concluyó.