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Académica de Construcción desarrolla modelo de estudio para el patrimonio construido

10 Junio 2016

Patricia Martínez se encuentra analizando colecciones de referencia en la iglesia San Francisco de Santiago.

Materiales de construcción con una fecha aproximada de 1616 son uno de los principales hallazgos que ha realizado en la Iglesia San Francisco de Santiago la doctora en Ciencias de la Ingeniería y académica de la Escuela de Ingeniería en Construcción de la Universidad de Valparaíso Patricia Martínez a través de su proyecto Fondef “Colecciones de referencia para el patrimonio construido”.

Según Martínez, “la Iglesia San Francisco es la construcción colonial más antigua de Santiago y una de las más antiguas de Chile. Es un edificio que tiene más de 400 años, donde esperamos encontrar materiales que fueron parte de su primera construcción en 1560. Hasta ahora lo que hemos encontrado data de 1616. Haremos un levantamiento de esos materiales para poder caracterizarlos, hacer cronología relativa y absoluta, para poder tener patrones de referencia que nos sirvan para estudiar otro tipo de construcciones. Este modelo puede ser usado en todo el patrimonio construido a nivel nacional y replicado incluso a nivel internacional”.

La académica dirige un equipo interdisciplinario integrado por investigadoras, conservadoras, una arqueóloga, arquitectos, ingenieros constructores y estudiantes de último año de la carrera de Construcción.

“Estamos desarrollando un modelo de estudio del patrimonio construido desde la perspectiva de la arqueología. Partimos haciendo una documentación del edificio, integrando la arqueología histórica y la arqueología de la arquitectura. A partir de eso estamos diseñando el modelo, haciendo una zonificación de los sectores que tienen mayor importancia desde el punto de vista de la contextualización que tiene cada una de las áreas del edificio y después entramos a un área de estudio llamada Arqueometría, donde estudiamos los materiales desde la perspectiva de ciencia de los materiales”, explica.

Sistemas constructivos

La investigadora cuenta que ya se encuentran iniciando el proceso de toma de muestras. “Estudiamos materiales y sistemas constructivos a través de la integración de tecnología del área construcción, como el levantamiento láser, que nos permite escanear el edificio para marcar los puntos de interés que queremos estudiar”.

En cuanto a los resultados, Martínez asegura que lo primero es “la caracterización de los sistemas constructivos y de los materiales, a nivel micro y macroestructural. Un segundo resultado es proponer anteproyectos de norma para el estudio del patrimonio construido Chile, área absolutamente deficitaria en nuestro país. El tercer gran producto es la colección de referencia propiamente tal, que debe estar compuesta por una serie de catálogos dependiendo de los tipos de materiales y de los sistemas constructivos. Eso debería quedar en manos de un organismo público que gestione la alimentación constante de esta colección de referencia”.

Patrimonio vivo

Tal como explica la académica “San Francisco permite, en un solo lugar, encontrar materiales que deberían tener una datación por lo menos de 400 años, pero además la gracia es que es un patrimonio vivo, constantemente en uso, al cual siempre se le están haciendo modificaciones. Ha habido intervenciones en los siglos XIX y XX, por lo que esperamos encontrar materialidades de distintas épocas para poder caracterizarla”.

En la actualidad el complejo San Francisco integra la iglesia, el convento y el museo. Al respecto Martínez añade que “estas construcciones son lo que quedan del predio de los franciscanos, donde hemos podido explorar sistemas de cimentaciones muy distintos a lo que nosotros esperábamos. Al analizar la constitución de los muros vimos que se usaba un tipo de sellado que se asimila a lo que hoy es una tabiquería, donde las partes exteriores son de piedra y tiene algún tipo de revestimiento que en algunas zonas se ve de adobe, similar a la fibra de hoy, pero con pelos de caballo. Incluso hay paja con restos de hoja, donde podemos hacer análisis de DNA y determinar a qué época corresponden”.

Aporte a la memoria

La profesora explica que “estas iniciativas no se abordan mucho desde la perspectiva científica, generalmente son estudios casuísticos, pero no hay una interrelación entre uno y otro caso, por eso esperamos estandarizar el estudio del patrimonio y aportar con esta necesidad de que los equipos sean interdisciplinarios, para que exista una integración metodológica”.

En cuanto al aporte esperado de la investigación, Martínez agrega que entregarán “información que va a construir una base de datos del patrimonio construido, si es que se pierde, hay un incendio o se destruye, vamos a tener la memoria de cómo estuvo construido, de cómo se concibió el edificio. La idea es que con esta información aportemos a que se conserve el patrimonio, entregar información para que se intervenga y extendamos la vida útil del patrimonio que hoy tenemos, pero hay que complementarlo con políticas públicas para el resguardo y conservación del patrimonio, darle uso, porque tampoco nos sirve un patrimonio estático, la idea es darle vida”.