Intervinieron Gabriel Boric, Camila Rojas, Juan Manuel Zolezzi y dirigentes de los trabajadores de las universidades estatales.
Estudiantes, académicos y funcionarios repletaron el Aula Magna de la Escuela de Derecho en el “Seminario sobre la Reforma al Sistema de Educación Superior”, actividad conmemorativa del Día Institucional de Defensa de la Universidad Estatal, convocada por el Consejo Académico Ampliado de la Universidad de Valparaíso.
El foro, que fue moderado por el rector Aldo Valle, contó con la participación del diputado independiente Gabriel Boric; la presidenta de la FECh, Camila Rojas; el rector de la USACh, Juan Manuel Zolezzi; el integrante del directorio de la FAUECh, profesor Iván Salas, y el vicepresidente de la Fenafuech, René Astudillo. Se excusó de asistir el director de la División de Educación Superior del Ministerio de Educación, Francisco Martínez, quien aludió “razones de fuerza mayor”.
El debate consideró intervenciones finales en el escenario de representantes de la Asociación de Funcionarios Académicos de la UV, de la Asociación de Funcionarios y de las tres federaciones de estudiantes de esta casa de estudios. Luego, se desarrolló una prolongada ronda de preguntas.
Revisión del proceso
El primer expositor fue Juan Manuel Zolezzi, quien presentó una serie de consideraciones en torno a la Reforma Educacional, a la vez que expresó que no es bueno que la presentación del proyecto de ley se siga postergando, lo que ha sucedido porque ha habido poca claridad de parte del gobierno en cuando al fondo de la reforma, a la que no se querido integrar a los alumnos de la educación superior.
Luego, el rector de la USACh abordó diferentes puntos, tales como la gratuidad, que a su juicio debería llegar a ser total; el Aporte Fiscal Indirecto, que en su mayor parte va a dar hoy en día a las universidades privadas; el lucro, “tema para el cual por ningún motivo estaremos disponibles”; el financiamiento, que debería ser para instituciones que no lucren en absoluto; la acreditación y el aseguramiento de la calidad, que deben ser obligatorios e ir tomados de la mano, y la creación de una Superintendencia de Educación.
Al término, Zolezzi se manifestó sorprendido por la gran cantidad de público que asistió al encuentro. Consultado respecto de con qué conclusión se iba, expresó que
“me voy con la preocupación que aparece acá, sobre que aparentemente el trabajo legislativo, o prelegislativo, si bien se hizo, no dejó conforme a todos, y que habrían requerido más espacio como para haber avanzado en algunos temas. Y en temas en los cuales parece que sí hay claridad, no hay acuerdo. O sea, aparentemente el gobierno va a plantear algunos temas, ya definidos por ellos o por los resultados de su proyecto, y no va a quedar más instancia que ir a discutirlo al Parlamento. Entonces, la preocupación es cómo se van a armar las fuerzas políticas en el Parlamento, para que efectivamente alguna de esas propuestas pueda ser cambiada, pueda ser alterada, pueda ser modificada. Yo la verdad es que no tengo mucha claridad al respecto. Va a haber que ir viendo cómo se va dando en el Parlamento la discusión de los distintos tópicos. (…) Pero yo creo que entre todos vamos a tener que ser capaces de ayudar para que el proyecto mejore lo necesario para que sea aceptable para la mayoría de las comunidades universitarias”.
Demandas comunes
La segunda invitada en intervenir fue Camila Rojas, en representación de los estudiantes, quien expuso los que a su parecer son temas problemáticos de la educación superior, tales como el endeudamiento con que los profesionales egresan de las universidades, el subempleo de muchos que no logran trabajar en aquello que estudiaron, y el desempleo. Abordó asimismo la situación de los alumnos de universidades privadas, que hoy por hoy se están movilizando, “en un esfuerzo por organizarse y plantear demandas comunes”.
Afirmó la presidenta de la FECh que el sistema educativo está en una profunda crisis, por lo que es imperativo hacer algo; en ese sentido, dijo, la Confech definió una serie de lineamientos centrales, sobre la base de las demandas comunes. Asimismo, indicó que es necesario que se ponga fin a la restricción del aumento de matrículas en las universidades estatales, ya que quienes no consiguen un cupo en estas instituciones se ven obligados a estudiar en instituciones de baja calidad. A la vez, habría que congelar y disminuir la matrícula de las universidades privadas, en las que en muchos casos los jóvenes son víctimas de estafa, a la vez que no cuentan con calidad ni buenas perspectivas de futuro.
Camila Rojas afirmó que es necesario poner fin al lucro en la educación superior, así como dar un trato diferenciado a las universidades estatales, las que deben ser revitalizadas. También indicó que es indispensable trabajar en proyectos educativos no sexistas, a la vez que crear protocolos en relación al acoso sexual. Y se refirió asimismo a las condiciones de los funcionarios de las universidades, quienes deben acceder a la carrera docente y la carrera funcionaria.
Destacó la dirigente que la educación es fundamental para el desarrollo del país, y que los estudiantes llevan años —desde 2006— luchando porque existan cambios. Por ello, llamó a la organización y a estar atentos, a fin de lograr esos cambios.
Al término, Camila Rojas comentó que “creo que es muy positivo que hoy día la comunidad de la Universidad de Valparaíso se pueda reunir y pueda hablar de los temas de educación, porque sabemos que hasta ahora no ha habido una reforma como tal en educación superior, y que las comunidades se activen, discutan, es de suma importancia. Hay muchos puntos convergentes, por lo demás, así que tener claridad de ellos nos parece importante como estudiantes, y agradezco sin duda la invitación que me hicieron para poder exponer aquí”.
Respecto de la ausencia del representante del Mineduc, afirmó: “Es bastante triste, porque falta también esa posición. Yo creo que en el auditorio lleno hubiese sido ideal tener ese posicionamiento desde el gobierno, desde el ministerio; pero si no, las comunidades nos organizamos y esa experiencia también es muy valiosa”.
Rol de la universidad pública
El tercero en exponer fue el diputado Gabriel Boric, quien tras indicar que le parecía que faltaban más mujeres en el panel, valoró la alta participación, afirmando que “hay un olor a movilización en el ambiente”.
Luego, Boric indicó que la reforma a la educación “es un problema político, esencialmente ideológico, debate del que el principal ausente es el gobierno”, por cuanto, a su juicio, no ha procedido bien al plantear los temas por separado, disociándolos: “O sea, los árboles no dejan ver el bosque: no se discute hacia dónde va la reforma”.
Asimismo, el diputado afirmó que la educación no debería guiarse por resultados en el Simce, la PSU o rankings internacionales, ya que es para mejorar el país, de modo que sus motivaciones deben ser más profundas. Igualmente, dijo que ha sido el movimiento estudiantil el que ha marcado el norte en lo que se refiere a la necesidad de cambiar las cosas, el que ha logrado poner el tema en la agenda política. Dado que “los enemigos a los que nos enfrentamos son poderosos”, y “están dentro del Parlamento, son los empresarios de la educación”, Boric afirmó que el desafío es “enfrentar la disputa sin dejar de preguntarse para qué educamos”. Enfatizó que “hay que erradicar al mercado de la educación; ni un peso invertido en educación debe ir a parar a bolsillos privados”, y añadió que las universidades que no tienen dueño son las únicas que deberían recibir dinero del Estado. Y, para cerrar, indicó que para lograr resultados, debe haber movilizaciones, y llamó a los estudiantes a estar atentos y adherir a los llamados en esa dirección.
Tras su intervención, Gabriel Boric valoró la realización del foro: “Tremendo espacio. Que además se haya convocado a académicos, trabajadores, estudiantes, rectores, con el marco de público que había, es realmente para felicitar a la Universidad de Valparaíso por la motivación, porque está cumpliendo el rol de universidad pública, porque está cumpliendo el espíritu que debiera embargar a todas nuestras universidades. Y el debate además fue muy interesante; yo creo que hay hartos puntos de convergencia entre académicos, rectores y estudiantes. Ahora la pregunta es cómo dar la pelea todos juntos. Había hartos ánimos de movilización: ojalá que esa movilización tenga muy claro que los adversarios no están dentro de la universidad, sino que son quienes han tratado de trancar la posibilidad de una reforma, incluso dentro del mismo gobierno. Pero que la universidad se mantenga unida, eso es lo importante”.
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