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“A dos años del megaincendio la evaluación no es positiva”

13 Abril 2016

Profesor e investigador Uriel Padilla entregó estudio de reconstrucción sobre sectores El Litre, Las Cañas y El Pajonal.

“Paisaje y el aporte de la arquitectura urbana. Del mega-desastre a la reconstrucción de la parte alta de Valparaíso”, es el nombre del estudio que entregó Uriel Padilla, profesor e investigador de la Escuela de Ingeniería en Construcción de la Universidad de Valparaíso, luego de un recorrido de evaluación por las zonas más afectadas por el incendio de abril de 2014, entre las que se cuentan los sectores El Litre, Las Cañas y El Pajonal.

Según el estudio de Padilla, de un total estimado de ochenta edificaciones siniestradas en Pasaje Los Obreros, treinta viviendas han sido construidas y reconstruidas, las que han sido levantadas con recursos propios y con subsidios, alcanzando un 38% de recuperación. “Al hacer una proyección de las cifras, es posible aseverar que las cincuenta viviendas restantes serían realizadas en un plazo de 3,3 años”, explica.

Al respecto, el profesor asegura que “solo por números, no es positivo, es menos del 50% sólo para estos casos que he analizado. Falta mucho aún y hay situaciones complicadas desde el punto de vista humano”.

Riesgo latente

En su estudio Padilla reconoce la voluntad de las autoridades para resolver diversas situaciones y dice que éstas han aplicado más energía a las calles principales que a los pasajes. Sin embargo, es en éstos donde ocurrieron la mayor cantidad de desastres por la dificultad de accesos y la nula mantención de los grifos.

“Valparaíso va a seguir teniendo riesgos, por eso es necesario tener habilitados los grifos con sus respectivas mantenciones, las vías expeditas y otro aspecto es la actitud que la misma ciudadanía pudiera asumir para disminuir esa brecha de gran riesgo, porque no se pueden anular los fenómenos naturales. Pero también está el manejo de las quebradas y laderas, se sigue construyendo ahí y no hay medidas frente a esa situación”, explica.

El tema de los grifos es vital según el profesor. “Se necesitan más, pero deben estar con el abastecimiento de agua correspondiente, ese fue uno de los grandes problemas que ocurrió con el desastre y le adjudico una gran responsabilidad a la empresa sanitaria desde el punto de vista ético”, añade.

Una responsabilidad de todos

En cuanto a los avances, Padilla asegura que “han resuelto el tema del techo, con una calidad superior a la que existía, pero el punto de vista de los riesgos no está plenamente manejado. Se pueden hacer muchos estudios de riesgo, pero si la comunidad no está sensibilizada de cuáles son, por ejemplo, que no se debe ocupar el eje y mantener la distancia desde el eje de la quebrada, que los caminos deben estar expeditos y los grifos habilitados, mientras no haya conciencia ciudadana, vamos seguir expuestos a estos riegos”.

“La responsabilidad es de todos, los mismos habitantes deben trabajar en la prevención de los desastres, pero necesitan tener pautas, directrices, una organización no sólo de unidad vecinal, deben reunirse, porque el territorio es un todo”, agrega.

Según el profesor uno de los lugares más expuestos se encuentra “en el límite entre los cerros Las Cañas y El Litre. Hay un eje de quebrada donde se mejoró una pasarela peatonal, pero está con escombros y por eso se angostó el cauce, además de eso hay vegetación excesiva que ha ido creciendo y no se hace la limpieza por los entes responsables o la comunidad”.

Frente a lo que viene Padilla añade que “es parte de la naturaleza del porteño olvidarse una vez que pasen las catástrofes, pero hoy no podemos hacer eso, no tenemos medidas, no tenemos protocolo, no tenemos gestión rápida ni expedita para mejorar los temas. A eso es lo que apuntamos hoy, que se sensibilicen todos los entes que hacen la ciudad y no permitir que hoy sólo sea la solución del techo y los muros, que son importantes y valiosos, pero incompletos aún”.