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“Este libro es para quienes estén interesados en el marxismo latinoamericano”

06 Abril 2016

Señala el doctor Osvaldo Fernández, uno de los editores del libro de Mariátegui “Defensa del marxismo”, publicado por la UV.

“A lo que estén interesados en el marxismo latinoamericano” recomienda el doctor Osvaldo Fernández el libro “Defensa del marxismo”, edición comentada preparada por el académico en conjunto con Patricio Gutiérrez, Jorge Budrovich y Gonzalo Jara.

La presentación del libro, en la Facultad de Humanidades, estuvo a cargo del doctor Patricio Herrera, profesor e investigador de la Escuela de Ingeniería Comercial y del Doctorado en Estudios Interdisciplinarios; el doctor Osvaldo Fernández, y el magíster Patricio Gutiérrez. La organización correspondió al Centro de Estudios del Pensamiento Iberoamericano y el Instituto de Filosofía UV. El libro fue financiado por el Convenio de Desempeño para las Humanidades, Artes y Ciencias Sociales.

Muchas diferencias

Según explica el profesor Fernández, este libro coteja distintas ediciones de “Defensa del marxismo”, porque “no todas las ediciones son iguales. Pusimos la edición chilena —aparentemente la primera en forma de libro— como la central, y en torno a eso cotejamos las otras. Hay no solamente diferencias de palabras, sino que unas tienen más capítulos, otras menos. Hay bastantes diferencias”.

Ante esto, el objetivo de este trabajo es “presentar una edición mucho más rigurosa. Primero, los textos de Mariátegui aparecieron como artículos de revistas, la revista Variedad y la revista Mundial. Después Mariátegui los reagrupa y los publica en Amauta, lo que corresponde a un ordenamiento que él hizo. Después él se los envió a un argentino, Samuel Glusberg, para que lo publicaran allá, y le agregó otros ensayos. Y no hemos podido comprobar si Glusberg fue él o vino por otro lado, que editaron una cosa en Chile, porque Glusberg se vino a Chile después, y trabajó en la revista Babel”.

Los cambios que menciona el académico son significativos: “Hay títulos de ensayos que no eran de la mano de Mariátegui. Por ejemplo, en el Ensayo 13, él habla de idealismo materialista. Es una expresión muy decidora, pero él no colocó ese título: lo colocaron los editores, no sé si los hijos de él o alguien. Entonces, todo lo que se pueda decir acerca de eso no tiene nada que ver con Mariátegui, sería invención de uno nada más”.

Intención clara

De todas formas, aclara Fernández, “leyéndose en su conjunto, la intención original de Mariátegui se ve clara. De hecho, la más importante defensa del marxismo debiera ir entre comillas, porque no es una defensa: es más bien una especie de análisis crítico del marxismo oficial, confrontado con lo que él piensa sobre el marxismo. En el momento cuando Mariátegui escribe esto, había ya comenzado una especie de codificación ideológica de lo que es el marxismo leninismo con la cual Mariátegui no estaba de acuerdo en el fondo. Entonces, en la defensa del marxismo él aparentemente está polemizando con un europeo, pero al mismo tiempo está polemizando con esa versión oficial, digamos, ortodoxa del marxismo”.

El marxismo latinoamericano actual

Respecto de cómo ve el marxismo en América Latina en la actualidad, el doctor Osvaldo Fernández señala: “En general, siempre se entendió el marxismo en la versión oficial del marxismo leninismo, y nunca se pensó el marxismo como lo pensó Mariátegui a propósito de América Latina. Porque el problema que tenía él era que se hizo marxista en Europa, y cuando llegó al Perú se dio cuenta de que el marxismo no decía nada acerca del indio, que es el problema que él aborda fundamentalmente en el Perú. Entonces, quedaban dos opciones: o se olvidaba del problema indígena, lo que era imposible, o modificaba la teoría. Así, las modificaciones del marxismo vendrían de la necesidad de encontrar en ese aparato teórico elementos que le permitieran comprender la realidad del Perú, que no es la europea y que es una realidad original de América Latina. Y el problema indígena es un problema latinoamericano por excelencia”.

Ese problema, agrega, viene desde la Conquista: “Hay un autor centroamericano que se llama Martínez Peláez que dice que el indio es una creación de la Conquista. Es como si hubiera una invasión de Marte a la Tierra y a todos nosotros nos dijeran lunáticos, porque los marcianos se hubieran equivocado y creyeran llegar a la Luna. Es un poco lo que le pasó a Colón: ellos creyeron haber llegado a la India y los habitantes éramos indios. No les importó que cada pueblo tiene su lenguaje, tiene su nomenclatura, tiene su nombre, tiene su identidad: todos eran indios. Entre otras cosas, el término indio es peyorativo, es el nombre que se dio a los vencidos, y es un término que pasa por encima de toda fisonomía nacional, comunitaria, indígena, etcétera”.

Cuba y Estados Unidos

Consultado sobre qué piensa de la reciente visita del Presidente Barak Obama a Cuba, Osvaldo Fernández afirma: “Obama lo está haciendo contracorriente, porque el sector republicano no está en absoluto de acuerdo con sus medidas. Es cuestión de escuchar a Trump, lo que dice con respecto a América Latina y al muro que él quiere instalar entre México y Estados Unidos, que además quiere que lo paguen los mexicanos, para darse cuenta de que en un sector importante político y empresarial norteamericano las ideas sobre Cuba siguen siendo las mismas. Pero, por otra parte, ha habido mucha presión por los que quieren invertir en Cuba; es decir, porque están ahí presentes los españoles y de muchos lugares de Europa, y no los norteamericanos, en una actividad que fundamentalmente es el turismo en Cuba”.

Agrega que la reapertura de las relaciones “significa, espero, solucionar un poco las dificultades que tiene Cuba en estos momentos, que son un poco menores que antes pero siguen siendo complicadas. Especialmente es el bloqueo el que más los ha perjudicado para obtener recursos: si querían comprarle trigo a la Unión Soviética, tenían que comprarle a Argentina, y ellos les vendían el trigo soviético; es decir hacer siempre un triángulo para obtener determinadas cosas. Una gran ayuda para ellos fue la de Hugo Chávez, que les daba petróleo venezolano directamente. En ese sentido, entonces, es bueno y valorable el viaje de Obama, pero es algo que va a tardar. Y queda la gran incertidumbre de qué va a pasar en Cuba cuando desaparezcan los hermanos Castro. En Cuba no crearon una organización, un partido, una estructura que se haga cargo del poder, más que un hombre”.