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Postítulo planteó debate sobre importancia de terapias de procesamiento auditivo

20 Enero 2016

La destacada doctora brasileña Ingrid Gielow desarrolló curso en el campus San Felipe.

“Perfeccionamiento en terapia de procesamiento auditivo central aplicada a patologías de habla, voz y lenguaje”, se denominó el postítulo que dictó la destacada fonoaudióloga brasileña y doctora en disturbios de la comunicación humana, Ingrid Gielow.

La actividad, organizada por la unidad de Postgrado y Postítulo de la Escuela de Fonoaudiología de la Universidad de Valparaíso, se desarrolló en el auditorio del campus San Felipe.

En este postítulo participaron fonoaudiólogos, educadores diferenciales, psicólogos, psicopedagogos, médicos, otorrinos y estudiantes.

El procesamiento auditivo es el término que se usa para describir lo que sucede cuando el cerebro reconoce e interpreta los sonidos a su alrededor, cuando se registra un “desorden” en el modelo es porque algo perjudica el procesamiento o la interpretación de la información.

Esto significa que aquellos niños y niñas que padecen está anomalía no reconocen las diferencias sutiles entre los sonidos de palabras, aunque estos mismos sean fuertes y claros.

La doctora Gielow indicó que la actividad, por un lado, busca compartir conocimientos sobre las terapias de procesamiento auditivo, pero también generar conciencia sobre la importancia de que el gobierno incorpore este examen para detectar a tiempo el problema.

“No se trata de un problema cognitivo, pasa porque no existe una adecuada comprensión de lo que oímos, esto afecta la autoestima y la persona no se sabe qué hacer para aprender mejor y significa que no tendrá un adecuado desarrollo personal”, sostuvo.

La profesional explicó que son distintas las características que nos pueden llevar a establecer si la persona sufre un problema de procesamiento auditivo. Por ejemplo: no escuchar adecuadamente en lugares con mucho ruido, no comprender un problema matemático aunque sepa cómo desarrollarlo, sonidos modificados y dificultad para instalar sonidos nuevos, entre otras características.

Añadió que realizar un examen para detectar esta anomalía es bastante sencillo y puede efectuarlo cualquier docente, “se trata de reconocer los cincos puntos cardinales a través de la localización del sonido que realice el profesor, mientras el estudiante permanece con los ojos cerrados”.

Para la profesora Carolina Betancud, este es un buen nicho para que los profesionales del área trabajen el procesamiento auditivo central como una línea de investigación. “A esto debemos sumar que ofrecer un postítulo en Aconcagua representa parte del trabajo de vinculación con el medio que impulsa la UV, consciente que no existe la posibilidad de optar a este tipo de perfeccionamientos en la zona”, sentenció.