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“Creo que con estos hechos, Francia está pagando por su pasado colonial”

17 Noviembre 2015

Profesor Thomas Gómez, de la Université París Ouest Nanterre, de visita en la UV, se refirió a los recientes atentados en la capital gala.

Como un problema complejo de analizar, pero cuyas raíces se remontan al pasado colonialista de Francia, califica el profesor Thomas Gómez, historiador colonialista latinoamericano de la Université París Ouest Nanterre, lo que se está viviendo en el país galo a partir de los atentados del pasado viernes 13.

El profesor Gómez se encuentra en la Universidad de Valparaíso, participando en las IX Jornadas de Estudios Coloniales “Mario Góngora del Campo 2015”, y dictando el seminario taller "Libros y Bibliotecas en la época colonial. Contribución al estudio de la lectura y la cultura en Hispanoamérica (siglos XVI y XVIII)”.

Consultado respecto de la situación en Francia y su relación con el colonialismo, el profesor Gómez indica: “Francia creo que en este caso está de alguna manera pagando, efectivamente, su pasado colonial, pasado que se materializa ahora por ejemplo con la presencia de varios millones de ciudadanos que son en su inmensa mayoría franceses, pero que son oriundos de las antiguas colonias, y que legítimamente se sienten también en su casa, porque al fin y al cabo, Francia ha prosperado, ha construido su riqueza, en parte gracias a la contribución de los recursos que venían de las colonias francesas. Y la situación es muy compleja porque esa amalgama que se suele hacer entre musulmanes o gente de fuera, en realidad los hechos muestran que no son extranjeros: los que han perpetrado estos atentados son franceses, gente de cultura francesa, que se ha criado en Francia, que ha estudiado en Francia, y sin embargo no se sienten franceses, no han integrado eso”.

La causa de esto, explica, es “porque con toda seguridad, Francia no ha hecho todo lo que tenía que hacer. Ha hecho muchas cosas, porque es un país generoso, es un país que acoge —yo soy una prueba viviente de ello: soy español, y me crié, vivo y trabajo en Francia—, que ha hecho mucho, pero probablemente no lo suficiente. En particular, esa ghettizacion de que sufre esta población, que es una realidad, no se puede negar, es probablemente una de las explicaciones de ese desamor que hay entre esta población que es de origen de las antiguas colonias, porque también hay gente de oriente medio, hay gente subsahariana, del sureste asiático, que son muy numerosos y con los que no hay ningún tipo de problema”.

Error garrafal

A juicio del profesor Thomas Gómez, “es una situación muy compleja, pero sería un error garrafal el pretender solucionarla expulsando a la gente o confinándola en campos de concentración —como hicieron antaño con los españoles que llegaban después de la Guerra Civil y que huían de la represión de Franco y todo eso—. Creo que en todas partes, en todos los grupos étnicos hay de todo, y de hecho a veces se olvida que estas gentes, estos jóvenes radicalizados que se marchan, no son todos forzosamente de origen magrebí, africano o medioriental: hay franceses conversos, porque el proselitismo musulmán funciona muy bien. Gente de buenas familias, católicos de siempre, que de la noche a la mañana se encuentran con que su hijo o su hija se ha convertido, y se marcha, o se viste con todo el atuendo del Islam radical. La verdad es que es algo muy complejo”.

Sin embargo, destaca el académico que “Francia es un país sensato, entonces yo creo que aunque parte de la sociedad francesa, y en particular la extrema derecha, esté empujando hacia soluciones drásticas y rotundas, el pueblo francés es lo suficientemente maduro como para evitar caer en esas trampas, y sabrán distinguir el grano de la paja”.

De todas formas, opina que esa reacción “va a ser difícil, porque el pathos está ahí, y las emociones a veces son más fuertes que la razón, y podría ocurrir alguna desgracia de otro tipo. Una persecución más o menos desorganizada —no es que la vayan a organizar—. Quién puede evitar que un día ocurra lo que sucedió en varias ocasiones durante la guerra de Argelia, en que se perseguía y se linchaba a un musulmán que pasaba por la calle, por la gente que tenía a sus hijos en la guerra. Es una situación penosa y difícil de gestionar, por muy astuto, por muy benevolente que sea un político, un presidente, pues es difícil contener las emociones, las reacciones epidérmicas de la gente”.

Considerando que la dirigencia política podría actuar pensando electoralmente, Thomas Gómez señala: “Es un tema que se oculta y no se habla, pero detrás de todas estas posturas hay arrière-pensée, pensamientos inconfesables, con intereses particulares electorales. Sobre todo habida cuenta de que este gobierno, este presidente en particular, François Hollande, está muy desprestigiado, porque no ha cumplido con las promesas electorales de su programa, lo cual lo llevó al poder. Ahora, al no cumplir, está cayendo en picada en las encuestas, y su reelección parecía más que problemática. Creo que será más problemática, ya que no porque haya ocurrido esto la gente va a olvidar lo demás. Una reacción brutal no puede sustituir a un programa coherente y correcto, y sobre todo a su cumplimiento. Programas se pueden hacer muchos, cumplirlos es lo difícil”.

El profesor Thomas Gómez realiza una pasantía en la UV gracias al cuarto concurso Visitas de Académicos a la Universidad de Valparaíso, convocado por el Convenio de Desempeño para las Humanidades, Artes y Ciencias Sociales, UVA0901.