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Doctor Miguel Alvarado regresó de una fructífera estadía en Alemania

28 Agosto 2015

Una editorial de Berlín publicará un libro del profesor del Instituto de Filosofía sobre el uso del concepto de cultura en Latinoamérica.

Una exitosa estadía en Alemania, que generará posteriores colaboraciones, cumplió recientemente el doctor Miguel Alvarado Borgoño, profesor titular del Instituto de Filosofía de la Facultad de Humanidades, y académico perteneciente al Convenio de Desempeño para las Humanidades, Artes y Ciencias Sociales.

De vuelta en Valparaíso, el doctor Alvarado cuenta que “tuve la confirmación del Ministerio de Cooperación alemán, con el patrocinio de la Universidad de Frankfurt, en enero de este año. Había pasado mi proyecto a Bonn, para que una comisión de expertos internacionales tuviese la última palabra: valoro que ello se realizara con transparencia, exigencia (curricular y del proyecto mismo) y amplitud de criterio, por ejemplo, en comparación a nuestros Fondecyt. Así, aprobaron el proyecto e incluso recomendaron financiar un tiempo más prolongado la estadía. Debo decir que, por medio de diversas fuentes de recursos, desde hace 16 años he podido trabajar en Alemania, obteniendo dos postdoctorados en este proceso”.

—¿Se generarán posteriores colaboraciones?

—Claro, y la colaboración posterior consolida lo ya realizado en cada estadía; ello se expresa, por ejemplo, en la publicación de un libro de mi autoría escrito en Alemania respecto del uso del concepto de cultura en Latinoamérica, llamado “Nationalismus und Phantasie als textuelle Identitätskategorien in Lateinamerika” (El nacionalismo y la imaginación como categorías de identidad textual en Latinoamérica), a través de la editorial Erich Schmidt Verla de Berlín, el cual será publicado este año, pero siempre en mi calidad de profesor de la Universidad de Valparaíso.

”El trasfondo de la colaboración que se establece intenta sostener una perspectiva contra-colonial, que busca no quedar capturada en la visión estrecha de la mera interdisciplina, que por lo general consiste, desgraciadamente, en seguir haciendo lo mismo de siempre en cada disciplina practicada desde la formación de pregrado. Por el contrario, una perspectiva transdiciplinaria, como la que se desarrolló en esta estadía en Frankfurt, supera política y moralmente el disciplinamiento para ampliar la mirada de la realidad sudamericana; y eso, en el fondo, no es nuevo, es lo que hacía la generación literaria de 1842 en Chile o lo que hace aún hoy la Escuela de Frankfurt, con autores como Adorno o Habermas, entre otros.

”No menos importantes son los convenios que se encuentran en proceso de redacción bilateral, ya bastante adelantados, con la Facultad de Lenguas Modernas de la Universidad de Frankfurt, la Facultad de Teología de la Universidad de Frankfurt y el Centro de Estudios Iberoamericanos de la Universidad de Varsovia. Gestión a cargo del Decanato de la Facultad de Humanidades”.

—Respecto de su línea investigativa, ¿cuál es su objetivo?

—Mi programa escritural consiste en vincular disciplinas diversas, tales como la antropología cultural, la teología, la teoría literaria, el análisis de discurso, la historia cultural... Mi trabajo unifica dos perspectivas, la de la transdisciplinariedad y la de la transculturalidad, en la perspectiva de generar un tipo de textualidad de frontera, o ‘liminal’, como lo han calificado autores alemanes, que consiste en una antropología literaria transcultural, que recoja el bagaje de la ensayística latinoamericana desde el siglo XIX, con una perspectiva contra-colonial y arraigada en la teoría crítica y en la teología de la liberación. Existen ya una veintena de reseñas en revistas académicas latinoamericanas y europeas sobre mis libros.

—Respecto de su programa escritural, ¿cómo lo podría explicar en términos simples?

—He hablado de programa escritural justamente para dar un énfasis claro en la perspectiva transdisciplinaria que intento desarrollar, desde la sociología más tradicional a la filosofía más de punta, por ejemplo, la hermenéutica contemporánea; buscamos ser ante todo discurso, el problema es ‘creer que se está hablando de cosas cuando en realidad se está hablando de palabras’, pero esas palabras no significan vacíos conceptuales, sino categorías que definen la visión de mundo, y pueden tener una capacidad liberadora. Generar una ciencia transdisciplinaria es la manera más radical de generar un discurso contra-colonial, que más que ser ‘original’ recupere el raigambre del pensamiento latinoamericano que se ha desarrollado desde hace un par de siglos en Latinoamérica; la copia y la inseguridad han hecho olvidar que antes que el pensamiento clásico (funcionalista, marxista, psicoanalítico o existencialista), ya existía un pensar latinoamericano desde la constitución de los estados naciones, para no hablar del raigambre y la supervivencia de las formas de conocimiento de las culturas originarias que apenas conocemos y reconocemos.

Reseña publicada en España sobre el trabajo del doctor Miguel Alvarado: http://www.universolamaga.com/escritores-emergentes-miguel-alvarado-borgono-y-amador-martos/