Los estudiantes recibieron su piocha institucional en el marco de la Ceremonia de Medio Farmacéutico.
Cincuenta y ocho alumnos de la Escuela de Química y Farmacia inician esta semana uno de los hitos importantes en su etapa de formación, como es la primera práctica profesional. Se trata de una instancia en que los estudiantes salen del aula para insertarse en el mundo laboral, convirtiendo esta experiencia en su vinculación inicial con el ejercicio de la profesión.
Para celebrar este paso, la Escuela de Química y Farmacia decidió apoyar la iniciativa —surgida desde el Centro de Estudiantes— de reconocer como un logro el llegar a esta etapa, realzando este hito con la primera versión de la “Ceremonia de Medio Farmacéutico”, en la cual el estudiante recibe una piocha institucional, símbolo que los identificará en sus prácticas como alumnos de la Universidad de Valparaíso.
Asistieron al acto la decana (s) de la Facultad de Farmacia, Cecilia Rubio; la directora de la Escuela de Química y Farmacia, Silvia Bonilla; el jefe de Carrera Química y Farmacia, Juan Francisco Collao; el coordinador de Extensión de la Facultad de Farmacia, Juan Ojeda; y la profesora Patricia Acuña, quien presentó la conferencia “Cuándo nos preguntamos qué espera la sociedad del químico farmacéutico ¿En qué estamos pensando?”, junto a académicos de la carrera.
En la oportunidad, la directora de la Escuela de Química y Farmacia, profesora Silvia Bonilla, destacó el significado de la ceremonia. “Es marcar un hito dentro de la carrera para los estudiantes que inician su primera práctica profesional y —por lo tanto— su primer contacto formal con el mundo laboral. También, la experiencia les permitirá valorar el rol del químico farmacéutico, en este caso en la farmacia privada, que es donde ellos van a trabajar”, sostuvo.
Tal como lo explicó la directora, los alumnos, que deberán cumplir con 132 horas de práctica este año, cuentan con competencias blandas y profesionales en las áreas de la administración, recursos humanos y medicamentos.
Por su parte, la profesora Patricia Acuña, quien en su conferencia motivó a los estudiantes a trabajar con responsabilidad y compromiso con el paciente, pero también de forma proactiva con el grupo humano al cual se integran, subrayó la relevancia de la experiencia para la formación de los futuros profesionales.
“Tiene mucha importancia, porque es la primera oportunidad —en la mitad de la carrera— en que ellos van a tener una vinculación a una situación real del ejercicio de la profesión y en un ámbito bastante particular de la farmacia, que es la farmacia privada, en donde se desempeña más del 65% de los profesionales”, afirmó.
La académica agregó que además van a conocer el rol del químico farmacéutico “como director técnico de una farmacia y van a formar parte de equipos de trabajo. Nos interesa muchísimo que ellos sean capaces de introducirse en grupos de trabajo, donde puedan desplegar una serie de atributos personales que no tienen que ver sólo con el conocimiento”, advirtió.
El otro aspecto importante que la profesora Acuña destacó, es la oportunidad que tienen los estudiantes de dejar marcado el sello UV en el lugar en que se desempeñen. “Esperamos que ellos puedan desplegar el sello de la universidad, que es un sello más humanista, y que dice relación con saber ponerse en el lugar del otro y el transformar el concepto de cliente de la farmacia, para retornar al de paciente, porque el rol del farmacéutico en un equipo de salud es mejorar la calidad de vida de las personas”, aseguró.
Durante la ceremonia los alumnos pasaron uno a uno para recibir su piocha, que fue entregada por los profesores Patricia Carreño, Rodrigo Díaz, Natalia Quiñones, Patricia Acuña y Silvia Bonilla.
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