Ambas personalidades fueron reconocidas por su aporte al desarrollo de la ciudad.
La destacada arquitecta Cecilia Jiménez y el prestigioso médico pediatra José Atalah, ambos académicos de nuestra casa de estudios, fueron nombrados Hijos Ilustres de Valparaíso.
El título honorífico les fue conferido por las autoridades edilicias en mérito a su destacada trayectoria profesional y contribución real, desinteresada y permanente en pro de la comunidad local
La distinción les fue entregada junto a otros ocho connotados ciudadanos nacidos o avecindados en este Puerto, en una ceremonia efectuada en el Teatro Municipal, en el marco de las actividades que cada año se realizan para conmemorar la constitución del Primer Cabildo Abierto efectuado en Valparaíso el 17 de abril de 1791.
Visión patrimonial
Respecto de la distinción, la arquitecta Cecilia Jiménez, quien es profesora e investigadora de la Facultad de Arquitectura de la UV, señaló que “a nivel profesional y personal es un orgullo, porque desde siempre Valparaíso ha sido mi centro. Estudié en el Liceo 2 de Avenida Brasil y luego en la Universidad de Chile, Sede Valparaíso, que luego sería la Universidad de Valparaíso. Uno de los hitos de mi carrera ha sido estar a cargo del primer estudio seccional que incorporó al Plan Regulador el estudio de Patrimonio”.
De hecho, siendo jefa del Departamento Informes de la Dirección de Obras del Municipio Porteño entre los años 1980 y 1998, estuvo a cargo del Primer Estudio Seccional de Preservación de Inmuebles y Zonas de Conservación Histórica del Sector Puerto de Valparaíso y fue la arquitecto jefe de la Unidad Técnica de Patrimonio, responsable de la coordinación y elaboración del expediente que postularía a Valparaíso como Patrimonio de la Humanidad ante UNESCO entre los años 1998 y 2002.
En la actualidad integra el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios ICOMOS Chile; es directora del Colegio de Arquitectos de Valparaíso; académica responsable del Archivo de Historia de la Arquitectura de Valparaíso Fondo Myriam Waisberg y miembro de la Comisión de organización de Magíster en Patrimonio UV.
“La distinción como Hija Ilustre es un reconocimiento a todo este trabajo que se ha realizado, el cual comenzó también cuando fui ayudante de la profesora Myriam Waisberg, quien fue una de las primeras en hablar de temas relacionados con el patrimonio. Hoy soy su albacea y espero que todo el esfuerzo pueda servir para las próximas generaciones de porteños”, explica.
La profesora concuerda con “la opinión del Colegio de Arquitectos en el sentido de tener una voz para proteger el Patrimonio, pero tengo una visión crítica y no comparto lo que se está haciendo, no se cumplen los acuerdos y no hay una gestión relacionada con el desarrollo del estándar de Patrimonio, ya que las expectativas eran mayores”.
En cuanto al Terminal 2, la investigadora asegura que “hay visiones equivocadas y comparto lo que dicen los arquitectos en el sentido que se llegó a una situación de diálogo de sordos. Se lo he dicho al director del Puerto, no hay un diálogo armónico. Los ciudadanos quieren la ciudad Patrimonio y un puerto productivo, en cambio, a la empresa pareciera interesarle sólo su actividad productiva, por lo que se requiere una visión más integradora. Ya en la 39º Asamblea de Bonn, los ciudadanos opinaron que estas decisiones no pueden ser taxativas”.
“Las autoridades deben hacer una interpretación de lo que está diciendo el colegio de arquitectos. Sigue pendiente el estudio de impacto ambiental y en el caso del Mall Barón no hay un proyecto alternativo. Entonces estos temas que son clave hoy, definirán el futuro de la ciudad de aquí a los próximos cincuenta años. Aún quedan muchos temas por resolver”, agregó.
Destacado pediatra
Igualmente agradecido por el reconocimiento se mostró el doctor José Atalah Guajardo, destacado pediatra cuyo desempeño profesional y labor académica e investigativa no solo es valorada ampliamente en Valparaíso, sino también en Santiago y en la Región de Coquimbo. En esta última, recién titulado por la Universidad de Chile, fue designado médico general de zona en el Hospital San Juan de Dios en Vicuña, entre 1969 y 1974, donde obtuvo el premio del Colegio Médico por su destacada labor en atención rural.
En 1974 se adjudicó con el más alto puntaje la beca de retorno en su especialidad en el Hospital Roberto del Río en Santiago, pero por razones familiares solicita cambio para realizarla en el antiguo Hospital Enrique Deformes de Valparaíso. A contar de esa fecha, junto con cursar dicho programa, comienza a impartir docencia en la Escuela de Medicina que la Casa de Bello mantenía en esta ciudad y que años después pasó a integrar nuestra casa de estudios. En 1978 se integra al Hospital Calvo Mackenna, en la capital, pero en 1980, regresa a Valparaíso como jefe de residencia de Pediatría en el Deformes.
Desde entonces su labor como médico quedó unida a la salud pública de Valparaíso, ya que en años posteriores fue nombrado integrante de la Comisión de Ética Médica del Hospital Carlos van Buren, recinto donde realizó una serie de otras tareas médicas y administrativas. En 1993, pasa a integrar la Comisión Infantil de la Dirección del Servicio de Salud Valparaíso- San Antonio. El doctor Atalah cumplirá 71 años el 7 de octubre próximo y aún ejerce con gran entusiasmo y vitalidad su profesión.
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