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“En ajedrez, como en la vida, el adversario más peligroso es uno mismo”

12 Junio 2015

Es la cita del campeón mundial de la disciplina, Vasili Smyslov, con que parte el prólogo del libro “El juego de ajedrez”, de Braulio Arenas, reeditado por la Editorial de la Universidad de Valparaíso.

“El juego de ajedrez”, de Braulio Arenas, editado por primera vez en 1966, fue presentado este martes por la Editorial Universidad de Valparaíso. La ceremonia se realizó en el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, y fue encabezada por Cristián Warnken, director del sello Editorial UV; Ernesto Pfeiffer, editor del sello; Iván Morovic, Gran Maestro Internacional de Ajedrez, y Floridor Pérez, poeta y jugador de ajedrez, autor del prólogo de la edición.

En sus intervenciones, los presentadores leyeron textos de Arenas, conversaron sobre el ajedrez en la vida del autor, sobre el poema de Floridor Pérez “La partida inconclusa” -incluido en otro libro de la Editorial UV, que se lanzó la semana pasada en el mismo espacio- y sobre el paralelo del ajedrez con la vida. Citando a Vasili Smyslov, campeón mundial, “en ajedrez, como en la vida, el adversario más peligroso es uno mismo”.

La presentación consideró varias intervenciones musicales del maestro Aníbal Correa, al piano, que complementaron la lectura de textos de Braulio Arenas. La ceremonia contó con la asistencia de la seremi de Cultura, Nélida Pozo, y del sobrino de Braulio Arenas, quien concurrió junto a su esposa.

Otro Braulio Arenas

Respecto de este nuevo libro de la Editorial UV, cuya contratapa es un tablero de ajedrez, acompañado de imágenes de “Alicia en el País de las Maravillas”, Cristián Warnken destacó que “es un libro que muestra a un Braulio Arenas distinto. El Braulio Arenas más conocido es el poeta surrealista, pero hay un Braulio Arenas también prosista, novelista y jugador de ajedrez. Y hay una línea muy interesante de escritores en la historia de la literatura que han sido jugadores de ajedrez: Eduardo Anguita, compañero de pieza de Braulio Arenas en Ciudad de México, cuando Anguita fue agregado cultural; Fernando Alegría, jugador de ajedrez; Floridor Pérez también es jugador de ajedrez, y lo jugó cuando estaba en la cárcel en la época de la dictadura”.

Por ello, añadió, el libro presenta “el mundo del ajedrez contado por un escritor, por un poeta, y con la guía de Alicia, el personaje del País de las Maravillas. Es un libro muy lindo, tiene una imagen que me encanta y que es un grabado, la puerta de entrada al libro, Alicia que se mira en el espejo y se ve reina”. El libro apunta “a la pregunta de cómo nace este juego, de dónde nace, es simple estrategia militar o se juega algo más aquí, el destino humano, el misterio, o está todo ordenado, no hay posibilidades de libertad dentro del juego. Son preguntas y jugadas que el tablero de ajedrez hace y que son muy evocadoras”.

Asimismo, Warnken relevó la importancia de que este lanzamiento se haga en Valparaíso, “donde hay una tremenda tradición de clubes de ajedrez, muy arraigada en la ciudad, así que es pertinente hacer aquí el lanzamiento de este hermoso, bellísimo libro de Braulio Arenas. Que el jugador de ajedrez lo va a gozar doblemente, pero no hay que ser especialista para leerlo”.

El ajedrez y la vida

Por su parte, Iván Morovic reflexionó sobre el parecido que el ajedrez tiene con la vida. “Spassky decía que el ajedrez se parecía a la vida, Fischer decía que el ajedrez era la vida misma. Pero sin exagerar, puedo decir que el ajedrez en realidad es una toma de decisiones, desde el primer movimiento hasta que acaba la partida es una toma de decisiones. Igual que en la vida: tenemos que tomar decisiones, planificar qué vamos a hacer, qué no vamos a hacer, qué nos conviene; decisiones más rápidas, más lentas, etcétera. Hay muchos conceptos del ajedrez que se pueden aplicar a los negocios. El ajedrez es un juego de estrategia pura, y eso se puede aplicar a todo, a todo en la vida”.

Respecto de si quizá falta en la sociedad pensar más como en el ajedrez, e improvisar menos, Morovic dijo que “sí, se improvisa mucho en la vida; el ajedrez es un muy buen laboratorio, como experimento, porque tiene reglas muy estrictas, no te puedes salir. En cambio, en la vida cotidiana generalmente la gente no respeta las reglas, ‘hace trampa’. Por eso se batalla mucho para que en las escuelas, en los colegios del mundo, y en Chile ojalá, se enseñe ajedrez, como ramo obligatorio, no sé, en tercero básico, porque eso estructura al niño para respetar las reglas del juego, y de la vida a través del ajedrez. En realidad todo el mundo debería saber jugar ajedrez, es muy fácil de aprender”.

Escritor destacado

El libro es financiado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, Fondo Nacional para el Fomento del Libro y la Lectura, Región de Valparaíso, convocatoria 2014. Corresponde a la colección Pensamiento de la Editorial UV, y su precio de venta a público es de cinco mil pesos.

Braulio Arenas (1913-1988), poeta, novelista, traductor y ensayista perteneciente a la generación del 38, fundó junto a Enrique Gómez-Correa y Teófilo Cid, el grupo surrealista Mandrágora, movimiento que tuvo una participación activa en el quehacer intelectual chileno, y su legado quedó plasmado en los seis números de la revista del grupo. Fue incluido en la “Antología del verdadero cuento en Chile” (1938), junto a Eduardo Anguita, entre otros. Durante 1944 y 1945 vivió en Buenos Aires y trabajó como traductor de Rimbaud y Lautréamont, entre otros. A su regreso a Chile destaca su amistad con Jorge Teillier.

Entre sus ensayos, están “El juego de ajedrez” (1966), “La situación física del castillo kafkiano” (1980) y “Escritos y escritores chilenos” (1982). En 1984 fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura.