Se trataría de un fenómeno natural, que se repite cada dos a siete años, en el que interactúan el mar y la atmósfera.
Frente la preocupación manifestada en redes sociales por el incremento de la temperatura en las aguas de la superficie del océano Pacífico, los expertos llaman a la calma, y advierten que estaríamos en presencia de un proceso natural que no tendría relación con el fenómeno de El Niño.
Así lo explica el doctor Ricardo Bravo, decano de la Facultad de Ciencias del Mar y Recursos Naturales de la Universidad de Valparaíso. “El tema es tremendamente complejo, tan complejo que hasta hace pocas semanas ningún científico se atrevía a dar algún pronóstico al respecto. Sin embargo, en estos últimos días existen algunas evidencias, tales como anomalías positivas de temperatura superficial del mar, que indican que podríamos estar frente a la presencia de un nuevo fenómeno El Niño”, aclara el especialista, añadiendo que “no es la corriente de El Niño, como se suele confundir.
El doctor Bravo confirma que efectivamente hay un calentamiento de las aguas del Pacífico, “pero no tiene relación directa con el calentamiento global, porque se trata de un fenómeno cíclico, natural en un rango de entre dos a siete años, en el que interactúan el océano y la atmósfera”.
Agrega que se registran variaciones o anomalías positivas en la temperatura superficial del océano, cambios en la circulación de los vientos Alisios y cambios en la profundidad de la termoclina o capa de mezcla de la columna de agua superficial del océano.
“Como es cíclico, el fenómeno es reversible. Se puede presentar con distinta intensidad, y al parecer el presente fenómeno estaría entre neutro (con variaciones no mayores a 0,5 grados celsius por sobre o bajo el promedio) y ligeramente cálido (algunas décimas de grado por sobre los 0,5 grados, por encima de la temperatura promedio)”, afirma el especialista.
Respecto de lo que viene, según el académico es muy difícil de saber. “Puede quedarse cerca del neutro, o subir un poco más. En este último caso, habría consecuencias con el clima, tales como sequías o lluvias por encima del promedio, y pérdidas de recursos pesqueros”.
Con respecto a la Antártica, el doctor Bravo sostiene que no hay mucha influencia de El Niño. “El daño que está sufriendo este continente es por el calentamiento global, distinto al fenómeno El Niño”, concluye.
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