La cinta de 52 minutos recoge testimonios y registros desde el inicio de la biofísica nacional relacionadas con la sede UV.
La estación de Biología Marina de Montemar marca el hito de la neurociencia chilena. Es en esa tranquila bahía y en uno de los edificios más emblemático que tiene la Universidad de Valparaíso, (reconocido ejemplo de la Arquitectura Moderna en Chile y Latinoamérica), donde un grupo de jóvenes científicos crearon el Laboratorio de Fisiología Celular, que dio origen a la biofísica nacional.
Tres Premios Nacionales y dos miembros de la Academia de Ciencias de los Estados Unidos resultaron de este grupo de innovadores científicos, quienes con creatividad y rudimentarios equipos avanzaron en la investigación de la Jibia de Humboldt, modelo de estudio que permitió abrir las puertas hacia una mejor comprensión del funcionamiento del sistema nervioso central.
“Es un edificio emblemático, donde nació la biología marina en este país. Eso es un legado que tenemos que cuidar muchísimo”, señaló Ramón Latorre, director del Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la Universidad de Valparaíso y uno de los protagonistas de la cinta, junto a los reconocidos científicos Mario Luxoro, Eduardo Rojas, Francisco Bezanilla y María Cecilia Hidalgo, entre otros.
Es ese legado que se rescata en el documental “Montemar, laberintos de la memoria”, que presentó el CINV, en una íntima ceremonia realizada en la Biblioteca Santiago Severín de la ciudad Puerto.
La cinta tiene una duración de 52 minutos y a través de una mixtura de imágenes y registros (antiguos y actuales) “muestra de una manera cariñosa a la gente lo que hicimos durante los años 70 en que se construyó y se hizo la biofísica en Chile. Y que repartió a muchos estudiantes por todo el mundo, que están en muy buenas universidades. Son profesores famosos”, destacó el director del CINV.
Por su parte Gonzalo Argandoña, miembro de Cábala Producciones y director del documental, explicó que “el documental rescata una gran épica y epopeya en la historia de la ciencia chilena de los últimos cien años, que se originó acá en la región, en un pequeño laboratorio con infraestructura muy básica, pero que sin embargo tuvo una alta repercusión mundial”.
La producción de la cinta incluyó una mixtura de diferentes formatos y soportes, desde la utilización de imágenes aéreas (drones) para captar la arquitectura de algunos espacios donde ocurre la historia, hasta videos full HD mezclados con registros fílmicos de hace 12 años, realizados por los propios investigadores.
“Montemar, laberintos de la memoria” es el segundo documental que impulsa el CINV, que cuenta con el financiamiento de la Iniciativa Científica Milenio del Ministerio de Economía y es apto para todo tipo de audiencias.
La cinta se distribuirá en las bibliotecas de los colegios de la región y próximamente también estará disponible en YouTube.
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