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“Cuestionar la constitucionalidad de las leyes debe ser algo excepcional”

27 Octubre 2014

Presidente del Tribunal Constitucional, Carlos Carmona, expuso sobre la labor que realiza dicho organismo en seminario organizado por estudiantes de la Escuela de Derecho.

Un interesante y profundo análisis sobre algunas de las principales sentencias que el Tribunal Constitucional ha dictado en el último tiempo, con el propósito de ilustrar de manera adecuada la labor de control que éste ejerce respecto de la eventual inaplicabilidad de las normativas y leyes que se elaboran en nuestro país, efectuó el presidente de dicho organismo, Carlos Carmona, durante la visita que realizó a la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso.

Su intervención se concretó en el seminario “Nuevos paradigmas del Derecho Público contemporáneo: La creación del Derecho mediante la decisión de autoridad”, que organizó el Centro de Estudios de Derecho Público, y en el que a la citada autoridad le correspondió dictar una conferencia sobre la jurisprudencia del TC como fuente del Derecho Administrativo.

En la ocasión, también intervinieron como invitados los académicos Enzo Solari, Jorge Precht, José Francisco García, Humberto Nogueira y Claudio Nash, quienes expusieron junto a los profesores de nuestra casa de estudios Luis Villavicencio, Christian Viera, Juan Carlos Ferrada, Jaime Bassa, Ricardo Salas y Gonzalo Aguilar.

Carlos Carmona fue recibido por las principales autoridades de la Facultad y la Escuela de Derecho, encabezadas por el decano Alberto Balbontín.

Labor e imagen

Durante su conferencia, el presidente del Tribunal Constitucional se refirió a la labor específica del organismo, que en lo fundamental está orientada a la examinación de las normas y leyes que se elaboran en Chile, así como, también, el control que ejerce respecto de otro tipo de imposiciones como son los decretos, reglamentos y autos acordados que dicta la Corte Suprema.

En tal sentido, Carlos Carmona precisó que en la actualidad -en términos cuantitativos-, la tarea que realiza el TC se concentra en el estudio de las inaplicabilidades. Es decir, el control concreto que éste formula en un juicio determinado acerca de los preceptos legales allí esgrimidos.

Consultado sobre la buena evaluación e imagen que en general existe entre las autoridades e instituciones del país sobre la composición, forma de trabajar y el funcionamiento que ha mostrado el Tribunal Constitucional, su presidente reconoció y valoró ese parecer.

“El TC trabaja a un buen ritmo, tiene poco rezago y debe ser así, porque una de las facultades que tiene es suspender el desarrollo de un juicio y eso puede provocar algún tipo de perjuicio a alguna de las partes involucradas. En consecuencia, tiene que apurar la dictación de sus sentencias. Al año conocemos cerca de 300 situaciones y se dictan 120 a 130 inaplicabilidades. Es normal que este número sea bajo, porque cuestionar la constitucionalidad de las leyes debe ser algo excepcional”, afirmó Carlos Carmona.

Finalmente, la autoridad se refirió a la dimensión que el TC ha adquirido y a la frase que lo define como un representante del poder constituyente que tiene la primera voz pero no la última.

“En definitiva, si el TC declara inaplicable un precepto legal, el Congreso puede rectificarlo y considerar que es necesaria una modificación constitucional y, por tanto, hacer primar su criterio por sobre nuestra interpretación. Por ello, es factible decir que este tribunal tiene la primera pero no la última palabra”, concluyó.

El seminario fue organizado por el Centro de Estudios de Derecho Público de la Universidad de Valparaíso, integrado por egresados, ayudantes y estudiantes de la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso, cuyos coordinadores son Camila Díaz y Pablo Ramírez.