Antonio Herrero y Rafael Casado en Facultad de Arquitectura.
Una conferencia sobre la vivienda social dictaron los arquitectos españoles Antonio Herrero y Rafael Casado en la Facultad de Arquitectura, donde expusieron los resultados de su investigación “Lo que no es vivienda: la vivienda social”, financiada con fondos de la Universidad de Sevilla.
Herrero y Casado son directores de la firma CHS Arquitectos, que por más de 30 años ha desarrollado proyectos de arquitectura, labor que han compatibilizado con la investigación de la vivienda social y el habitar, en diversas cátedras de la Universidad de Sevilla.
En cuanto a su investigación, Antonio Herrrero explica que “el foco esencial del estudio no fueron los aspectos al interior de la vivienda, sino las relaciones humanas que se daban en la vivienda y cómo entendíamos nosotros que desde la arquitectura se podía conseguir que fuese un elemento de sostenibilidad real”.
“Nos interesa el tema de la sociabilidad, de cómo actuar en común y analizar las viviendas en bloque, no la vivienda unifamiliar, donde la relaciones y el modo de vivir se pueden organizar desde la arquitectura y de esa forma poder contribuir al aumento de la calidad de las personas”.
Herrero asegura que “la forma en que entendemos la arquitectura nos permite fijarnos más en los sujetos que en los objetos, en la persona por encima de la arquitectura como un elemento objetual para ver o publicarse. Somos muy críticos con esa arquitectura para ver o ser fotografiada que carece de alma”.
En tanto, Rafael Casado explica que “hemos venido a hablar de nuestra obra, la cual tiene mucho que ver con una reflexión artística. En nuestra oficina tenemos un pintor, y la visión de la realidad que hace que un artista y un arquitecto puedan trabajar en la búsqueda de una imagen que transmita una idea”.
“Si la imagen se queda en una cosa superficial es estéril, no es fecunda, y la idea de la imagen para un arquitecto debe tener esa fecundidad de producir ideas. Si la imagen se convierte en satisfacción, en sentimientos, emociones o placeres, al final es una imagen bloqueante que censura la realidad, la oculta, la disfraza. La reflexión desde la imagen al contexto es fecunda, porque produce un imaginario real y no sólo ficticio para que la gente pueda vivir y por tanto genera un aumento en su calidad de vida”, agrega.
Sobre su trabajo en arquitectura, Casado añade que “lo enfocamos como unos lugares donde las personas pueden desarrollar su vida satisfactoriamente. Es ese discurso que intentamos transmitir a las generaciones más jóvenes de arquitectos o a quienes están estudiando. Llevamos 30 años en ejercicio profesional en España y queremos transmitir esa experiencia”.
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