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Región requiere mejorar atención a parejas infértiles

11 Julio 2014

Escuela de Medicina de la UV analizó el tema en curso orientado especialmente a matrones y matronas del sistema público de salud.

La Región de Valparaíso es una de las más avanzadas del país en materia de formulación de diagnósticos y realización de tratamientos de baja y alta complejidad a parejas con problemas de fertilidad.

Sin embargo, en muchos consultorios y hospitales ubicados en zonas rurales o en la periferia de sus grandes ciudades, los pacientes —en particular las mujeres— que acuden a ellos en busca de ayuda en esta materia se ven enfrentados a complejas dificultades.

Por tal motivo, el Departamento de Ginecología y Obstetricia y el Centro de Reproducción Humana de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso se unieron para dictar un curso de actualización en el manejo de la pareja infértil desde la perspectiva de la atención primaria, orientado especialmente a matrones y matronas del sistema público de salud.

Además de dar cuenta de los aspectos epidemiológicos y los factores de riesgo asociados a la infertilidad, la actividad académica consideró mesas de trabajo tendientes a discutir sobre los alcances e impacto de las brechas que enfrentan tanto las pacientes como los profesionales que intervienen en dichas instancias, con el propósito de proponer soluciones efectivas para superarlos.

Entre las medidas a adoptar para avanzar en este tema, destacaron la necesidad de unificar los criterios de atención, agilizar los procesos de diagnóstico y establecer mejores mecanismos de apoyo y acompañamiento para las mujeres que son derivadas desde los consultorios a los centros adosados de especialidades.

Al respecto, el médico ginecólogo y director del Centro de Reproducción Humana de la UV, Aníbal Scarella, explicó que si bien la infertilidad es una enfermedad cada vez más frecuente, en Chile poco a poco se han ido generando mejores alternativas y la gente ha tomado conciencia de que existen los tratamientos adecuados para enfrentarla.

“Por eso, lo que ahora corresponde es fortalecer las redes de atención, para que éstas funcionen de manera más expedita y las parejas puedan ser diagnosticadas y tratadas de manera oportuna, ya que mientras más tiempo pase más difícil será que una mujer se embarace, y por eso es fundamental que exista una derivación adecuada y a tiempo, y que tanto en la atención primaria como en la secundaria los procedimientos sean los correctos”, afirmó el especialista.

Dificultades

Según advirtieron las matronas y los matrones que intervinieron en las mesas de trabajo, entre las dificultades más habituales que enfrentan principalmente las mujeres que son derivadas desde la atención primaria a la secundaria, figura la demora para acceder a diagnósticos y tratamientos, ya que no son pocas las que deben esperar más de un año para obtener una hora.

Asimismo, denunciaron casos de maltrato psicológico, por falta de práctica o desconocimiento de los factores de riesgo asociados a la infertilidad, y ausencia de seguimiento y control, debido a la inexistencia de mecanismos que faciliten y promuevan el acompañamiento de las pacientes durante el proceso.

Esta realidad, precisaron, se da principalmente a nivel de los consultorios o centros de salud familiar que funcionan en localidades rurales o comunas ubicadas en la periferia de las grandes ciudades.

Esta visión fue complementada por Patricia Ramírez, presidenta de la Agrupación Queremos Ser Padres, que reúne y representa a cientos de parejas de todo Chile con problemas de fertilidad.

Patricia Ramírez valoró los avances que en estos temas evidencia la Región de Valparaíso, en particular gracias a la gestión que han hecho instituciones como la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso y el Hospital Carlos van Buren, que han permitido crear un modelo en la generación de cupos de baja complejidad, generando mecanismos y procesos que debido a su efectividad ya han sido replicados con éxito en otras zonas del país.

No obstante ello, sostuvo que aún hace falta mejorar aspectos vinculados a la derivación y, en especial, lograr que los diagnósticos y los tratamientos se realicen de manera oportuna.

“Hay parejas que van a los consultorios y se enfrentan a profesionales que allí ejercen que no saben bien los procedimientos de derivación. Eso también acontece en los centros de especialización y en algunos hospitales, donde tampoco hay claridad en esta materia. Por eso estamos trabajando con las autoridades de salud, para avanzar en este tema”, concluyó la representante.