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Estudiantes dan a conocer investigaciones a comunidad educativa de Putaendo

30 Junio 2014

Alumnos de Enfermería UV abordaron en sus tesis temas como el consumo temprano de drogas y alcohol.

Ante una decena de profesores, en el Liceo Manuel Marín Fritis de Putaendo, se presentaron dos investigaciones de tesis elaboradas por estudiantes de quinto año de Enfermería del Campus San Felipe de la Universidad de Valparaíso, las que se desarrollaron en esa comuna.

La primera investigación abordó “Los factores protectores y de riesgo en el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas en adolescentes tempranos en escuelas rurales”, a cargo de la profesora guía y jefa de la carrera de Enfermería del Campus San Felipe, María Angélica Colvin, y que estuvo integrada por las alumnas Andrea Araya, Pamela Arends, Alexandra Barros, Gabriela Cárdenas, Sandra Valdés, Francisca Vergara y Pamela Ulloa.

Mientras, el segundo trabajo trató sobre “El estilo de vida promotor de salud de profesores de enseñanza básica”, investigación desarrollada por la docente guía y encargada de investigación de la carrera, Esterbina Olivares, y el grupo fue integrado por las estudiantes Vanessa Granados, Alodia Herrera, María Francisca Herrera, Daniel Herreros, Carla Oroztizaga, Pamela Pardo y Javiera Parra.

La académica Esterbina Olivares indicó que las investigaciones permitieron detectar diferentes factores de riesgo que deben ser atendidos. “Pensamos que la información recogida servirá para intervenciones que puedan realizar los equipos de salud local”, afirmó.

“Lo relevante es que se entregan datos, por intermedio de un estudio descriptivo, que son muy simples desde el punto de vista de investigación, pero permiten identificar un problema, usando cuestionarios que son elaborados por investigadores chilenos, completamente validados en el país”, agregó.

La académica resaltó que el objetivo de presentar estas tesis no es que se quede en un trabajo académico, encerrado en la Universidad, “sino dar a conocer lo que realmente estamos descubriendo por intermedio de estas investigaciones. Se está empezando a difundir, porque los docentes que están a cargo de las tesis han analizado de qué sirve realizar estos trabajos o tener este conocimiento si queda guardado: el propósito es entregarlo a la comunidad y que pueda ser de utilidad”, comentó.

Factores protectores y de riesgo

La investigación sobre “Los factores protectores y de riesgo en el consumo de alcohol, tabaco, y otras drogas en adolescentes tempranos en escuelas rurales” usó una metodología de tipo cuantitativo, transversal y descriptivo, desarrollándose en agosto de 2013.

El universo comprometido de forma inicial fue de 440 escolares de cuarto a octavo básico, de diez a catorce años de edad, de las escuelas rurales de la comuna de Putaendo, cuya muestra final abarco a un total de 106 estudiantes.

Para la ejecución se aplicó la encuesta de Escala de Conductas de Riesgo Adolescente (ECRA), modificada el año 2013.

Uno de los aspectos que destaca en este trabajo son las redes de apoyo con las que cuentan los estudiantes. El 47,5 por ciento de ellos señala que posee respaldo de la familia, pero un 26,3 por ciento dice que no lo tiene.

A su vez, el 51,9 por ciento pertenece a familias nucleares biparentales, es decir, integradas por ambos padres, lo que reafirma la estadística anterior del apoyo que sienten los escolares al interior de sus hogares.

En resumen, lo que se relaciona con los factores protectores es algo importante. Al apoyo familiar se suma que los logros académicos son altos (80,6 por ciento), también tienen límites claros (75,2 por ciento) y en el 92,9 por ciento los padres conocen a los amigos de sus hijos. Esto permitiría disminuir el acercamiento temprano a las drogas y el alcohol.

Pese a lo anterior, la edad de inicio del consumo en escolares de zonas rurales es a partir de los diez años, y el 39 por ciento de ellos declara que su mejor amigo es consumidor de algún tipo de droga.

Andrea Araya, estudiante de quinto año de Enfermería e integrante del grupo que presentó esta tesis, indicó que con esto se generó una base de datos, considerando que existen muy pocos antecedentes sobre la materia.

“Uno de los aspectos que preocupa es la precocidad en el inicio del consumo, sobre todo de alcohol. Si lo comparamos con el marco teórico que nos indica que esto parte a los trece años en el área urbana, acá la situación es diferente”, añadió.

Estilo de vida saludable

La investigación sobre “El estilo de vida promotor de salud de profesores de enseñanza básica” tuvo como objetivo general evaluar el estado de salud de los docentes, a través de paramentos tales como peso, talla y presencia de enfermedades crónicas no transmisibles (ECNTs).

También buscó especificar las conductas sobre responsabilidad en salud, actividad física, nutrición, crecimiento, relaciones interpersonales y manejo del estrés, entre otros parámetros.

Para esto, se utilizo la misma metodología que la aplicada en la otra investigación, es decir, de carácter descriptivo, cuantitativo y transversal, involucrando a diez colegios municipales de la comuna de Putaendo, con 127 docentes seleccionados, de los que participaron 92 en este trabajo, lo que equivale al 72,4 por ciento del total.

El método utilizado para la recolección de los datos consistió en la autoaplicación de cuestionarios, con los siguientes instrumentos: encuesta sociodemográfica para docente de enseñanza básica, estilos de vida promotor de salud, Escala de Autoestima de Rosenberg (EAR) y Escala de Autoeficacia General (EAG).

El estudio arrojó que las enfermedades presentes en los encuestados son hipertensión arterial (38,1 por ciento), diabetes mellitus (16,7 por ciento) y dislipidemia (14,3 por ciento).

Además, se presenta una relación entre autoeficacia y estilo de vida promotor de salud, es decir, a medida que las personas incrementan su percepción de autoeficacia, aumenta su estilo de vida promotor de salud.

Entre las principales conclusiones se señala que los docentes con sobrepeso se encuentran sobre el promedio nacional, al igual que aquéllos que presentan hipertensión y diabetes mellitus, pero en percepción de salud, los docentes se encuentran bajo el porcentaje nacional. Y de la totalidad de los encuestados, una gran mayoría se ubica en un rango medianamente bajo en la subescala de actividad física.

Vanessa Granados, estudiante de quinto año de Enfermería y una de las integrantes del grupo que elaboró esta tesis, explicó que el propósito fue medir los estilos de vida saludable, quedando demostrado que una de las principales falencias que existen es que la actividad física es muy baja en los docentes que se desempeñan en Putaendo.

“Es variada la información que se obtiene; por eso hacemos recomendaciones vinculadas con generar políticas que permitan abordar los problemas que se han detectado en este estudio, que permita mejorar la calidad laboral de los profesores”, añadió.