Actividad inauguró el Ciclo de Coloquios 2014, que tradicionalmente organiza el Departamento de Humanidades Médicas y Medicina Familiar.
En menos de un año la primera edición del libro “El Padeciente: La medicina cuestionada. Un testimonio”, escrito por el médico oftalmólogo Miguel Kottow, especialista en bioética, se agotó en las librerías. Dado el gran interés que despertó la obra, tanto en la comunidad médica como en el público en general, esta semana se realizó la ceremonia de lanzamiento de su segunda edición, actividad que inauguró el primer capítulo del Ciclo de Coloquios 2014, que tradicionalmente organiza el Departamento de Humanidades Médicas y Medicina Familiar de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso.
En cerca de 200 páginas, el autor testimonia su experiencia de enfermar, tras padecer el Síndrome de Guillain-Barré (trastorno en el que el sistema inmunológico del cuerpo ataca a parte del sistema nervioso periférico), que se complementa con la entrega de un análisis crítico de la salud privada en Chile.
La salud como practica social se contrapone a la mercantilización de la medicina, lo que no es algo nuevo para el doctor Kottow, ya que -según señaló- “todos somos víctimas del sistema neoliberal que impera en Chile. Todo lo regula el mercado desde la compra del instrumental médico, el arriendo de oficinas, todo funciona así, porque forman parte del sistema”.
Por otro lado, el autor reveló que un estudio realizado por la Universidad de Chile a alumnos de primero y cuarto año, más un grupo de recién egresados, señaló que la motivación moral era altísima en los estudiantes que recién ingresan a la carrera. Sin embargo, en cuarto año esa motivación decaía y comenzaba a primar lo técnico. Es decir, para ellos era mucho más importante un diagnóstico certero que la relación con el paciente. Y en el grupo siguiente la situación era peor. Esa misma experiencia se había hecho en Francia y Canadá.
“Es un lugar común para quienes estamos en la docencia que los estudios de Medicina tiendan a hacer decaer los aspectos no científicos, en vez de elevarlos, por eso la insistencia de incorporarlos en forma concreta y con un espacio propio en la enseñanza de los alumnos”, dice el autor.
En el libro, Miguel Kottow enjuicia y critica a sus colegas, y a pesar de su formación profesional, entrega un testimonio desde la vereda menos accesible del área médica, la del paciente.
Por esta razón, argumenta el autor, el libro idealmente deben leerlo los médicos y quienes son parte de las instituciones médicas. “A los enfermos o ex enfermos, que tienen cercanía con la enfermedad, no hace otra cosa que rememorarles situaciones muy similares. Lo que me interesa no es que sea un libro de entretención, sino un libro que obligue a pensar a aquellos que somos culpables de todo esto, me incluyo, porque soy médico clínico. El objetivo básico es poder hacer la reflexión: ‘no lo estamos haciendo tan fantástico’, no es cuestión de pura ciencia, no es sólo evidencia científica, hay mucho más que se está perdiendo”.
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