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Antología de Cecilia Casanova se presenta en Academia de la Lengua

30 May 2014

Quinto volumen de la Colección Poesía de la Editorial de la Universidad de Valparaíso, lo presenta Cristián Warnken junto a Floridor Pérez y Manuel Silva Acevedo.

Perteneciente a la llamada generación del 50, la poeta Cecilia Casanova presentará su antología “Poesía reunida”, publicada por la Editorial UV, el próximo lunes 2 de junio, a las 19:30 horas, en la Academia Chilena de la Lengua de Santiago.

El libro recopila una selección de poemas de Casanova realizada por Diego Alfaro, y al final del volumen incluye un anexo con textos de Enrique Lihn, Jorge Teillier y José Miguel Varas, acerca de la autora y sus obras. El prólogo estuvo a cargo de la académica y escritora Adriana Valdés.

“Poesía reunida” es el quinto volumen de la Colección Poesía de la Editorial UV de la Universidad de Valparaíso.

La autora

Cecilia Casanova (Santiago, 1926) es poeta, novelista, pintora y una de las figuras más importantes de la generación del cincuenta. De “Poesía engañosamente simple”, como dijo el escritor José Miguel Varas, su obra está construida con elementos breves y cotidianos, maestría que le valió la admiración y amistad de grandes figuras de la tradición poética chilena, de Pablo Neruda a Enrique Lihn.

Ha publicado, entre otros, “Como lo más solo” (1949), “De cada día” (1959), “De acertijos y premoniciones” (1971), “Vesania” (novela, 1988), “Los invitados de tu memoria” (1993), “Mi misma” (2001) y “Poemas del vago y del simpático” (2010). Fue galardonada con los premios Teófilo Cid (1974) y Concurso Juegos Florales Revista Paula (1976).

Según afirma Adriana Valdés, Cecilia Casanova “no es una teórica ni una académica: es una escritora de oficio. Su oficio es tanto más admirable cuanto más intuitivo y exigente con las reglas que él mismo ha descubierto y a las cuales se ciñe. Adepta al trazo fino, atenta al escalofrío, su oficio registra la irrupción en sordina de lo inmenso, lo irreal, lo fantástico, en un mundo que no deja de dar señales de su encierro cotidiano”.

Añade: “El lector apreciará hasta qué punto esta poesía trabaja sus propios límites, los de una mujer que escribe, se exige y se atreve a mucho, en un medio y en una generación que fueron adversos al despliegue y a la osadía en la escritura de las mujeres. ‘Ni el pájaro pese a sus alas/ puede volar/ más allá de lo escrito’. En su poesía, son muchos los poemas ‘aptos para volar’, en la vibración que extienden más allá de las palabras presas en la página”.

En palabras de Jorge Teillier, en “Cecilia Casanova o la realidad recuperada”, prólogo de “Los juegos del sol”: “En un momento en que abundan, por otra parte, las gesticulaciones, las grandes parrafadas oratorias, los pretendidos versos de un tono ‘mayor’ y profético tras de los cuales se oculta sólo la más descarnada vacuidad, saludamos en un libro como ‘Los juegos del sol’ la pureza de un vaso de agua fresca, en el cual lo artificioso y lo falso están descartados en aras del difícil amor hacia la verdadera luz de la poesía”.