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Con un atractivo pasacalles culminó proyecto que promueve alimentación sana

28 May 2014

Iniciativa fue ejecutada por el Centro Comunitario San Roque de la Facultad de Medicina y la Escuela de Educación Parvularia.

Entonando el lema “Vida sana hay que tener, porque queremos crecer”, veinte niños y niñas de primer y segundo ciclo del jardín infantil Cuncunita de Valparaíso, participaron de un atractivo pasacalles destinado a promover el consumo de alimentos naturales y evitar la comida chatarra.

Disfrazados de distintas frutas y verduras y acompañados por sus padres, apoderados y familiares, los pequeños recorrieron algunas calles del cerro San Roque para llamar la atención de los vecinos, haciendo sonar silbatos y erigiendo coloridos carteles.

La actividad puso fin al “Proyecto intergeneracional de agricultura orgánica”, que en los últimos dos meses ejecutaron, en conjunto, el Centro Comunitario de la Facultad de Medicina y la Escuela de Educación Parvularia de la Universidad de Valparaíso. Sus principales objetivos fueron fomentar el traspaso de experiencias, conocimientos y valores e impulsar la identidad y la territorialidad locales.

La iniciativa estuvo a cargo de la estudiante española Sonia del Toro, quien se encuentra en la UV como parte de un programa de intercambio con la Universidad de Granada; y de las alumnas Valentina Vergara y Francisca Rojas, de quinto año de la carrera de Educación Parvularia.

Instancia integradora

En lo esencial, la propuesta buscó establecer una instancia de integración que sea permanente en el tiempo, con el propósito de acercar a las personas y generar nuevos vínculos entre los diversos actores de la comunidad.

“Para nosotros este tipo de acciones son muy importantes, porque nos permiten potenciar el aprendizaje de los niños y facilitan la incorporación, en dicho proceso, de los padres y apoderados. Este año tuvimos un índice de obesidad alto entre nuestros alumnos, por lo que la ayuda que nos ha brindado la universidad en materia de prevención ha sido fundamental, para concientizar a las familias y a los propios niños de la importancia que tiene comer alimentos sanos y dejar de lado la comida chatarra”, afirmó la educadora Rosita González, directora del jardín infantil Cuncunita.

Por su parte, la estudiante Francisca Rojas explicó que este tipo de actividades son fundamentales, ya que permiten ampliar los contenidos y metodologías de enseñanza que se aplican en las aulas a la comunidad circundante, transformando a los niños y niñas en constructores de su propio aprendizaje.

El “Proyecto intergeneracional de agricultura orgánica” consideró una serie de talleres y actividades didácticas, que se realizaron en abril y mayo. En ellos participaron niños y niñas del jardín infantil familiar Cuncunita y adultos mayores adscritos a los programas del Centro Comunitario San Roque de la UV, quienes gradualmente les enseñaron a trabajar la tierra, sembrar semillas, cultivar hortalizas, elaborar compost y cuidar un jardín.