Filme premiado en festivales Mar del Plata, Cuba, España y Sanfic.
Un estreno simultáneo en 30 salas y 10 regiones del país tuvo la película “Las analfabetas”, ópera prima del director Moisés Sepúlveda, académico de la Escuela de Cine de la Universidad de Valparaíso. La cinta es una adaptación de la obra de teatro homónima de Pablo Paredes, protagonizada por Paulina García y Valentina Muhr.
“Las analfabetas” fue premiada en el Sanfic 2013 y luego exhibida en el Festival de Venecia, siendo presentada además en 25 festivales internacionales, cifra que podría llegar a 40 antes de fin de año. La cinta fue premiada además en los certámenes de Mar del Plata, Cuba y España.
Rol profesor-alumno
Tal como señala Moisés Sepúlveda, “la película narra la historia de una mujer de 50 años que toda la vida se ha escondido para que nadie sepa que no sabe leer. Está convencida que no hace falta y ha inventado todo lo que no ha podido leer, por lo mismo es muy creativa y perspicaz”.
La protagonista se cruza un día con una joven profesora de lenguaje, que a pesar de no tener vocación, encanto, ni carisma, se propone enseñarle a leer. “La mujer mayor encuentra una carta que guarda hace muchos años como el único tesoro que le ha dejado su papá al abandonarla y empieza un proceso de aprendizaje donde los roles de profesora-alumna se invierten constantemente”, agrega Sepúlveda.
“Es una película emocionante, no un ladrillo, la gente puede reírse, es divertida y tiene un lenguaje accesible, ligero. Trata temas importantes, fundamentales como la educación y la desigualdad, es una película entretenida, que puede verse en familia, por su calificación de Todo Espectador”, añade el cineasta.
Dos semanas en cartelera
El académico de la Escuela de Cine agrega que por medio de un convenio establecido entre los productores de cine y las multisalas, las cintas nacionales están dos semanas en el circuito comercial, lo que a su juicio genera expectativas: “nos parece un desafío tremendo y estamos muy ansiosos de ver si la gente reacciona y desea ver cine chileno. Estamos muy honrados de estrenar a nivel nacional”.
Sobre la producción del filme, Sepúlveda asegura que “el rodaje partió el 2011 con un proceso de montaje muy largo. Luego se reescribieron nuevas escenas, las cuales se filmaron el 2012. Por eso siempre digo que esta película se cocinó a fuego lento, a veces uno pierde la noción de si está funcionando, pero teníamos confianza en llegar a un producto que nos dejara contentos”.
Por eso el director asegura que “ha sido de menos a más. Lo que está ocurriendo ahora de poder mostrarla en Chile, de tener buenos resultados, buenas críticas, es un poco una sorpresa, pero que coincide con lo que nosotros pensábamos sobre este proyecto”.
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