De 106 seleccionados extranjeros, el cubano Amaury Pupo decidió incorporarse al programa de Doctorado en Neurociencias.
Con un puntaje excepcional de 4.963, en una escala que va de 0 a 5, el mejor promedio de los postulantes extranjeros, a las becas de doctorado de Conicyt, optó por la Universidad de Valparaíso para seguir estudios de postgrado en el Centro Interdisciplinario de Neurociencia (CINV).
La destacada trayectoria del estudiante cubano Amaury Pupo (34 años), magíster en Bioquímica de la Universidad de La Habana, con más de una docena de publicaciones en prestigiosas revistas científicas, fue relevante para los agentes seleccionadores que definieron a los 106 postulantes en el proceso de postulación 2014 que ofrece Conicyt a estudiantes extranjeros que deseen cursar programas de postgrado en nuestro país.
El director del programa de Doctorado en Ciencias mención Neurociencias, John Ewer, destacó las cualidades de estudiante: “Él se escapa de todas las estadísticas de alumnos que hemos tenido en el programa. En realidad ya es un profesional de la Ciencia, una persona que lleva muchos años haciendo investigación dura y de muy alto nivel en Cuba. Es un orgullo contar con alumnos de este nivel en nuestro doctorado”.
Ewer comentó que el programa de Doctorado en Neurociencia, acreditado por 6 años, es el más antiguo de Chile y cuenta con un cuerpo académico que hace investigación de punta en este campo.
En esta línea, Amaury Pupo coincidió con el doctor Ewer respecto a los investigadores que trabajan en el CINV y reconoce que optó por el programa que ofrece la Universidad de Valparaíso precisamente por el prestigio de su cuerpo académico, cuyos estudios tienen reconocimiento internacional.
“Este grupo de profesores como Carlos González y Ramón Latorre, son líderes mundiales en el tema, así que tengo la oportunidad de aprender con ellos y, en particular, mi investigación se centra en el estudio del canal de protones, que está involucrado en muchos procesos fisiológicos y en numerosas enfermedades. El reto del futuro podría ser encontrar aplicaciones para crear fármacos y medicamentos para esas enfermedades”.
El canal de protones está involucrado en numerosas enfermedades que van desde el asma hasta patologías inflamatorias y respiratorias, pasando por diversos tipos de cáncer. También se ha observado su relación como mecanismo de supervivencia utilizado por varios tipos de tumores.
“Cualquier terapia que se haga en contra, el canal de protones puede ser usado en un futuro como terapia activa contra el cáncer. Tiene mucho campo y es todavía un blanco terapéutico con bastante potencial para desarrollar”, afirma Pupo, quien acostumbra a autoimponerse metas desafiantes y esta vez se propuso terminar el doctorado en la mitad del tiempo normal (dos años en vez de los cuatro tradicionales), por ello trabaja intensamente en el desarrollo de su tesis para alcanzar su nuevo objetivo, que le permitirá continuar estudios de postdoctorado en esta misma universidad.
Finalmente el estudiante de doctorado destacó el alto nivel de las investigaciones que se desarrollan en la Universidad de Valparaíso en las distintas áreas de estudio: “No solamente el grupo del CINV se destaca, hay varios grupos de investigadores muy buenos, profesores muy talentosos, que han hecho publicaciones en sus temas particulares, que abarcan varias ramas de la biología, desde la parte más molecular hasta la conductual, es decir, un amplio margen dentro de lo que se conoce como neurociencia. No obstante, también ustedes tienen acá grupos de muy buen nivel, por ejemplo, en Astronomía y Estadística. Yo creo que el área de la investigación en esta universidad va muy bien encaminada”.
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