Director de la Escuela de Kinesiología de la UV resaltó labor de académicos, funcionarios y estudiantes en la obtención de la acreditación por cinco años.
Con una distendida reunión de camaradería, la Escuela de Kinesiología de la Universidad de Valparaíso agradeció públicamente a sus académicos, funcionarios y estudiantes el trabajo que todos ellos realizaron durante meses y que culminó, recientemente, con la obtención de la acreditación por los próximos cinco años.
La actividad se realizó en dependencias de dicho plantel y fue encabezada por el director de la Escuela, Andrés Orellana, quien en la ocasión estuvo acompañado por la directora de Calidad de nuestra casa de estudios, Cristina Fierro. Entre los presentes destacó la presencia del director de la Escuela de Kinesiología de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Andrés Pascual.
En la ocasión, las autoridades destacaron la dedicación y el compromiso asumidos por todas las personas que integran esa comunidad universitaria, los que calificaron como “contribución decisiva” para que la Agencia Acreditadora de Ciencias de la Salud, AACS, resolviera acreditar a la carrera de Kinesiología de la UV.
“Este es un logro extremadamente importante, ya que la acreditación por cinco años es un reconocimiento frente a toda la sociedad y el país de la labor que como escuela realizamos, en pro de la calidad en la formación de profesionales kinesiólogos”, afirmó el director de la Escuela.
Al respecto, el profesor Orellana agregó que la certificación posiciona a la unidad académica entre las mejores escuelas para estudiar la disciplina, tanto a nivel regional como nacional.
“Sólo unas pocas escuelas de Kinesiología en Chile pueden exhibir esta calidad, siendo éste un hecho no menor si consideramos que hoy hay más de cien a lo largo y ancho del país. Por tanto, junto con ser un reconocimiento es, también, una potente señal de que las cosas las hemos estado haciendo de buena manera. Más allá de las dificultades que hemos enfrentado, diría que es un premio y aliciente que renueva nuestro compromiso por seguir formando los mejores profesionales kinesiólogos”, argumentó la autoridad académica.
Fortalezas y desafíos
Entre las fortalezas de la Escuela, en su informe la agencia acreditadora destacó la calidad académica de sus estudiantes y docentes, la permanente adjudicación de proyectos, una variada red de campos clínicos públicos y privados, los programas de movilidad internacional vigentes, la existencia de policlínicos propios de atención especializada en kinesioterapia y en áreas emergentes de la profesión y la coherencia en sus plan de estudio.
Respecto de los desafíos futuros, la mayoría de estos últimos van de la mano con la correcta aplicación y desarrollo del proceso de innovación curricular, proyecto que comenzó a ejecutarse en 2013 y tendrá sus primeros frutos en cuatro años más.
“Pero en este plano, me parece que existen retos tanto o más relevantes, como son el mejorar la productividad investigativa, la presencia en publicaciones de alto impacto, el incremento de nuestra planta docente y la consolidación el área de postítulo y postgrado”, concluyó el director de la Escuela de Kinesiología de la UV.
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