Treinta alumnos del Campus San Felipe.
Durante cinco meses, 30 jóvenes participaron de los talleres de apoyo psicosocial para estudiantes del Campus San Felipe, que impulsa la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAE) de la Universidad de Valparaíso, para entregarles acogida y acompañamiento durante su etapa de formación profesional.
Este programa comenzó en julio de este año, extendiéndose hasta el mes de noviembre. En esta ocasión, participaron alumnos de los primeros años del Campus San Felipe, divididos en dos grupos.
La DAE, como parte de sus nuevas líneas de trabajo, busca dar acogida y acompañamiento a los estudiantes, sumando a la atención psicosocial talleres que apoyen su inserción a la vida universitaria.
Bajo este concepto, se desarrollan diferentes temáticas, que son la respuesta a un proceso de autodiagnóstico que realizan los propios estudiantes y que permite desarrollar temáticas que faciliten su adaptación.
Si bien la convocatoria es abierta, se ha trabajado con las jefaturas de las carreras y con los profesores, de tal manera que los alumnos usen estas herramientas.
El coordinador de la DAE del Campus San Felipe, Mauricio Casas, explicó que también permite detectar diferentes situaciones que puedan ser problemáticas para los alumnos o que tienen un carácter extraacadémico. “Por ejemplo, hemos visto situaciones vinculadas con la autoestima, lo que tiene un impacto emocional y psicológico que afecta su trabajo académico, cómo enfrentar las tareas que impone la carrera, la soledad al estar en una ciudad diferente, el proceso que significa incorporarse a nuevos círculos de amistad, entre otros factores, que son abordados en los talleres”, comentó.
Casas sostuvo que la idea es que los alumnos sepan que si no es al profesor al que pueden recurrir, están los profesionales de la DAE o un compañero. “El objetivo es que no se sientan solos y que podamos apoyarlos, porque sabemos que estos factores pueden tener un alto impacto en la parte académica”.
Mientras, el psicólogo Cristián Videla, de la DAE, indicó que, en el fondo, se busca educar sobre cómo convivir con otros, con el estrés de ser universitario y mejorar la autoestima. “Es una instancia valiosa. No siempre cuando una estudia tiene la posibilidad de hablar sobre las relaciones humanas, la convivencia y cómo es uno, temas importantes a trabajar en general con los estudiantes y que para la UV tienen un altísimo valor”, sostuvo.
Para Videla, el diagnóstico indica que muchos de los jóvenes que vienen de otras ciudades, a veces están imposibilitados de tener la contención necesaria para enfrentar los problemas descritos. “Esto también nos ayuda a nosotros para apoyarlos en este proceso de adaptación, entregándoles la energía que necesitan, porque tienen un objetivo mayor que pasa por transformarse en profesionales de calidad, y ese es un desafío que tiene la Universidad”, subrayó.
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