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En Chile nos rige “un gobierno de las leyes y no de los hombres”

05 Noviembre 2013

Afirmó profesor Ricardo Salas Venegas, de la Escuela de Derecho. Académico dio una conferencia en la Sala de Sesiones de la Cámara de Diputados, en el marco de premiación de Concurso de Ensayos de la Academia Parlamentaria.

Una destacada participación tuvo el profesor de la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso, Ricardo Salas Venegas, en la ceremonia de entrega de premios del Concurso de Ensayos “El Congreso de mi país: presente y futuro”, organizado por la Academia Parlamentaria de la Cámara de Diputados. Se trató de la segunda versión de este concurso, que este año abordó el tema de la representatividad y la participación ciudadana.

Según se explicó, esta es una iniciativa que busca incentivar el interés de los jóvenes por la actividad política y motivarlos para expresen sus ideas al respecto en la modalidad de ensayos. La convocatoria fue a nivel nacional y estuvo dividida en dos categorías: enseñanza media y universitarios, y el año pasado el tema que convocó fue la regionalización.

El director de la Academia Parlamentaria, Gonzalo Vicente, dijo que “esta es una actividad que no debemos abandonar. Es segunda versión que realizamos del Concurso de Ensayos y los resultados están a la vista: hay un interés importante de los jóvenes estudiantes, especialmente de regiones”. Agregó que “el concurso es una manera de acercar a los jóvenes a la política, y los resultados que vimos nos muestran que efectivamente hay un segmento importante de jóvenes que sí les interesa la política”, subrayó.

La ceremonia de premiación de este certamen culminó con un seminario realizado en el Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados, en que el profesor de Derecho UV, Ricardo Salas, expuso sobre la importancia de la Constitución y las vías que existen para modificarla.

Entre otros aspectos, graficó en cauces y diques la manera en que la ciudadanía puede “domesticar a la bestia chúcara del poder” en las calles, cuando por ejemplo, se verifican marchas y manifestaciones para dar a conocer sus demandas sobre algún tema de interés ciudadano, como es actualmente la Constitución.

Además, especificó que el poder “es líquido”, es decir, no tiene una forma definida, y por eso, las marchas (poder ciudadano) “caminan por las calles y éstas sirven como cauces, que institucionalizan el poder e impiden las crecidas del río que devastarían a las poblaciones circundantes. Pero no basta con los cauces. También es necesario crear diques, que impidan que el poder líquido inunde aún más las poblaciones”, explicó el profesor Salas.

Acotó que “los cauces y diques son la Constitución. Es decir, las maneras de controlar el poder líquido”.

Luego, el académico explicó las maneras legales que existen para cambiar la Constitución, señalando que no es una materia que sólo compete al poder Legislativo sino que también al denominado poder Constituyente, que a su vez se divide en Originario (cuando se instala por primera vez un orden institucional) y Derivado o Indirecto, que se refiere al poder de reformar la Carta Fundamental vigente y que en el caso chileno, especificó, está regulado en el capítulo 15 de este documento.

Asimismo, sobre el debate que se ha desatado respecto a si procede o no llamar a plebiscitos o asambleas para cambiar la Constitución, el profesor Salas manifestó que “estamos enredados en las palabras y eso entrampa el problema. Las palabras también operan como diques y en algunos casos, ocasionan que el agua del río se acumule demasiado y por lo tanto, las poblaciones aledañas podrían estar en peligro. Las palabras están al servicio de los fines y no viceversa”.

Ricardo Salas se preguntó: “¿Es posible cambiar la Constitución sin escándalos? …Al parecer, este no es un problema jurídico propio de los tribunales de Justicia o de los abogados. Es un problema político, de la ciudadanía, que atañe también al poder Constituyente Originario, que es más poderoso que el poder Constituyente Derivado”.

Puntualizó finalmente que “debemos hacer una correcta lectura de la Constitución y propender a que confluyan razones políticas y jurídicas al hacerlo. La ciudadanía no debe olvidar que al reinterpretarla, debe hacerlo a la luz de que Chile es una república democrática; no es sólo república ni sólo democrática y eso implica que nos rige un gobierno de las leyes, no de los hombres ni sujeto al capricho de nadie”.

Al final del acto, expusieron Patricio Alarcón, ganador del Concurso de Ensayos en su versión 2012; Fernando Paulsen, periodista y profesor de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, y Bernardino Bravo, Premio Nacional de Historia 2010.

Concurso y premios

En el Concurso de Ensayos, en la categoría estudiantes de enseñanza media, el primer lugar fue para Cristóbal Llanca, del Colegio Alborada de Coyhaique, por su ensayo “¿Las limitaciones a la reelección de diputados mejoran la representatividad política en las zonas extremas y favorecen la descentralización?”. Llanca recibió un millón de pesos y la publicación de su trabajo en el número 9 de la Revista Hemiciclo.

El segundo lugar fue para Stephany Labbé, del Colegio San Antonio de Villa Alemana, con su ensayo “Mujeres al poder”. La joven recibió como premio un tablet.

En la categoría universitarios, el primer lugar fue otorgado a Ramón Mayorga, de la Facultad de Derecho de la Universidad Austral de Chile, sede Valdivia, por su ensayo “Congreso Nacional, participación y era informática: Las necesidades democráticas de nuestra ágora actual”. El premio en este caso fue un millón 500 mil pesos y la publicación de su trabajo en el número 9 de la Revista Hemiciclo.

En segundo lugar fue para Karla Espinoza, estudiante de derecho de la Universidad de la Frontera de Temuco, por su ensayo “¿La ley de cuotas en Chile? Análisis desde una perspectiva de género”. La universitaria recibió como premio un tablet.