Viernes 9 y sábado 10 de agosto, 20:30 horas.
Es el año 2034. En medio de la llamada “Guerra del agua”, Chile se ha convertido en una hidropotencia a nivel mundial y dos soldados resguardan la frontera en un búnker bajo la arena, en el Hito Tripartito de Visviri, donde esperan que llegue la patrulla de reconocimiento. Sin embargo, una visita inesperada cambiará la rutina habitual.
Es parte de la acción que propone la obra “Bola de sebo”, escrita y dirigida por Astrid Quintana, a cargo de la compañía Teatro Provincia, integrada por actores titulados y estudiantes de la carrera de Teatro UV, que se presentará los días viernes 9 y sábado 10 de agosto, a las 20:30 horas, en la Sala Negra UV, ubicada en avenida Brasil 1647, Valparaíso. El precio de las entradas es de tres mil pesos general y mil 500 pesos estudiantes.
La obra obtuvo fondos de la Convocatoria 2013 de Fondart. Su escenografía fue construida por Proyecto Soquetes e intenta configurar la presencia de un búnker militar bajo las arenas del desierto de Atacama. Sin embargo, este realismo está marcado por el imperio de un futuro postapocalíptico en el que pareciera que la tecnología va en franca retirada. “Bola de sebo” constituye la opera prima de Astrid Quintana Fuentealba, y la segunda de Teatro Provincia, luego de aplaudida “La gran capital” de 2011.
Patas de gallo
La programación de la Sala Negra UV para el mes de agosto continúa con “Patas de gallo”, que se presentará los días viernes 16 y sábado 17, a las 20:30 horas. El texto pertenece al dramaturgo nacional Luis Barrales y es interpretada por la compañía La Mala Ignorancia. El precio de las entradas es de tres mil pesos general y mil 500 estudiantes.
El montaje muestra a los cuatro integrantes de una típica familia chilena, determinada por la tradición y lo aspiracional como fuerza motriz, la violencia verbal y física como canal de comunicación y la televisión como referente e imaginario.
El académico de la carrera de Teatro UV y director del montaje, Andrés Hernández, explica que la obra “se trata de una familia con un nivel de relación muy básico, es el eco de un referente televisivo y país que los lleva a caer en el pesimismo” señala.
“Es una invitación a la reflexión en el sentido de entender cómo está educada la sociedad para vivir, para relacionarse. Existe una imposibilidad de concretar algunos deseos a nivel familiar precisamente porque han cedido a lo que les ofrece el sistema, viven resignados y con poca motivación”, agrega Hernández.
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