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¡Nos salvamos!: Asteroide gigante no es amenaza para la Tierra

29 May 2013

Pasará a seis millones de kilómetros; es decir, quince veces la distancia entre nuestro planeta y la Luna. Si bien su paso no reviste riesgo alguno para la Tierra, lo interesante de este evento para los astrónomos es la oportunidad de estudiar la órbita, composición, rotación, tamaño, características intrínsecas e incluso el origen de este enorme viajero espacial.

No podrá ser observado a simple vista desde ningún lugar del planeta y son escasas las probabilidades de que se escape de su órbita original. Por lo tanto, las posibilidades de que el gigantesco asteroide bautizado como 1998 QED impacte con nuestro planeta el próximo 31 de mayo, son casi nulas, dado que su paso dista unos seis millones de kilómetros de la Tierra, es decir quince veces la distancia entre la Tierra y la Luna.

“Cada asteroide tiene su propia órbita y además son atraídos por el Sol, cuerpo celeste que domina el Sistema Solar. Por este motivo este asteroide gigante, que mide 2,7 kilómetros de diámetro, pasará relativamente cerca de la tierra, en términos astronómicos; sin embargo, está lejos de ocasionar alguna catástrofe en nuestro planeta”, afirmó el astrofísico de la Universidad de Valparaíso, doctor Juan Magaña.

Son miles los asteroides que circulan en nuestro Sistema Solar y muchos de ellos pasan cerca de nuestra órbita. Unos representan una mayor amenaza debido a su tamaño y cercanía. No obstante, el riesgo de impacto con la Tierra es mínimo, ya que estos cuerpos conformados por una mezcla de roca y metal son atraídos por el Sol y también por la Luna, satélite natural que actúa como una barrera protectora de la Tierra.

Juan Magaña advirtió que recién deberíamos preocuparnos si el recorrido de un asteroide es cercano al de la órbita lunar, aunque “de cierta manera, la Luna actúa como un escudo protector, porque la fuerza de gravedad de este satélite atrae a muchos asteroides, y estos chocan con su superficie; de hecho, algunos de los numerosos cráteres observados en una de sus caras, fueron causados por impactos de este tipo de objetos”.

Asimismo, la Tierra recibe constantemente una lluvia de asteroides que, en su gran mayoría, son de tamaño pequeño y se queman por la fricción al penetrar la atmósfera.

Caso hipotético

Ahora, en el hipotético caso de que llegase a colisionar un asteroide de grandes proporciones con la Tierra, es muy probable que la vida en el planeta se viera seriamente amenazada.

“Este asteroide es tres veces más pequeño en comparación al que colisionó con la Tierra en la península de Yucatán, México, específicamente en la zona de Chicxulub, hace unos 65 millones de años y al que se le atribuye la extinción de los dinosaurios. Los efectos del choque de un asteroide de estas características con la Tierra son catastróficos. Una eventual colisión generaría enormes trastornos en la naturaleza, aparte de la gran destrucción por las ondas de choque, cambios a nivel atmosférico, efecto invernadero, nube de polvo, drástica disminución de la temperatura, lo que provocaría graves obstáculos para el desarrollo de vida humana”.

Lo más interesante de estos eventos para los astrónomos, según explicó el doctor Magaña, es la posibilidad de estudiar la órbita, composición, rotación, tamaño, características intrínsecas e incluso el origen de estos enormes objetos estelares. Por este motivo hizo un llamado a la calma, ya que, a pesar de su gran tamaño, el paso de este asteroide, el próximo 31 de mayo, no reviste riesgo alguno para la Tierra.