En pleno corazón de Valparaíso, los futuros nutricionistas realizaron un operativo cívico de salud nutricional, que atendió a cerca de un centenar de personas.
Como todo un éxito fue calificado el operativo cívico de salud nutricional que realizaron los alumnos de Nutrición y Dietética de la Universidad de Valparaíso, junto a su profesora Carina Valenzuela, en el marco del programa de actividades de celebración del Día del Nutricionista. La iniciativa reunió a numerosos porteños que fueron atendidos sin costo alguno en la Plaza Victoria, en pleno centro de la ciudad.
Los cerca de 20 estudiantes que participaron en la iniciativa forman parte del grupo de Responsabilidad Social Universitaria (RSU) de la Universidad de Valparaíso. El objetivo de la iniciativa apunta a tener contacto con personas que habitualmente no tienen acceso a este tipo de consulta.
La nutricionista Carina Valenzuela, magíster en Nutrición Humana, advirtió que según la última Encuesta Nacional de Salud que realizó en 2009-2010 el Ministerio de Salud, el 67 por ciento de la población adulta en Chile tiene exceso de peso, ya sea obesidad o sobrepeso, mientras que la obesidad mórbida alcanza a casi el tres por ciento.
“Obviamente el tema de la prevención y promoción de la salud lo debemos priorizar ahora, para evitar que la gente llegue a esos problemas en la adultez”, sostuvo la profesora.
Completa evaluación
El operativo incluyó la evaluación del estado nutricional de las personas, peso y altura, cálculo del índice de grasa corporal y una completa asesoría nutricional y la entrega de una guía para la alimentación saludable.
Las personas que transitaban por el lugar se mostraron muy satisfechas con la atención de los universitarios. Mirtha Pavez, pensionada, señaló: “Me pareció muy interesante. También estoy viendo a una nutricionista por exceso de peso, además tengo que operarme de las rodillas por mi artritis, por lo tanto debo bajar obligadamente los kilos de más, aunque me ha costado mucho hacerlo. Esto fue como caído del cielo, la intervención de estos niños. Me aconsejaron lo que tengo que comer, por mi problema de hipertensión y todo el régimen que tengo que hacer. Acá se come mucho, hay mucha parrillada y papas fritas. Son muy glotones los porteños. Es necesario cambiar el switch, no hay otra cosa que hacer”.
Para Arturo Guerrero, funcionario municipal, la iniciativa fue muy positiva, porque “uno desconoce y tiene un desorden con respecto a las comidas. Hace cinco años tuve un principio de hipertensión producto de lo mismo y de alejarme de las frutas y verduras. Ahora es necesario cuidarse y no saltarse algunas comidas que son fundamentales, como también dejar un poco el pan. Hay cosas que uno no las lleva a cabo y eso perjudica. El estrés de trabajo lo hace a uno recurrir a otras comidas, que no son las que debiéramos consumir”.
Si bien Laura Pérez, dueña de casa, cuenta con un buen estado nutricional, no perdió la oportunidad de consultar y reconoció que “la verdad es que muchas cosas había dejado de hacer y esto me ayuda a reintegrar los desayunos a la hora que corresponde, junto a la colación que es muy importante entre comidas. Estoy contenta de que se realicen estas iniciativas. Mucha gente como nosotros, que ya pasamos los 50, tenemos que cuidarnos un poco más. La chica me aconsejó continuar con mi rutina, con las comidas a la hora que corresponde y el ejercicio”.
Finalmente, la nutricionista Carina Valenzuela instó a las personas a atreverse a hacer el cambio y consumir una dieta balanceada: “Aumentar el consumo de frutas y verduras es crucial, dejar las bebidas azucaradas y priorizar el consumo —en esta época— de aguas de yerbas, con la menor cantidad de azúcar que se pueda; asimismo, consumir legumbres y pescados, dado que vivimos en la Quinta Región, ir a comprar pescado fresco y básicamente tratar de comer en casa, dejar de comer afuera, porque en la mayoría de estos lugares se tiene acceso a la comida chatarra”.
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