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Director del Departamento de Fisiología de Facultad de Ciencias UV es el nuevo vicepresidente de la Sofarchi

28 Enero 2013

La Sociedad de Farmacología de Chile (Sofarchi) fue creada en la ciudad de Valparaíso el año 1978. Hoy reúne a más de 150 miembros activos provenientes de distintas universidades del país.

Impregnado del quehacer de la entidad producto de un comprometido trabajo que lo llevó a ocupar importantes cargos dentro de la Sociedad de Farmacología de Chile (Sofarchi), el actual director del Departamento de Fisiología de la Facultad de Ciencia de la UV, Ramón Sotomayor, PhD, fue elegido vicepresidente de dicha sociedad para los años 2013 y 2014. Una vez terminado ese período, asumirá la presidencia del organismo de 2015 a 2016, de acuerdo a los estatutos de la sociedad científica.

Tal como expresaron sus colegas, el nombramiento del académico constituye un reconocimiento a su constante labor y compromiso con dicha entidad.

Para el profesor Sotomayor, el nuevo cargo es un desafío. “He estado durante los últimos seis años en el directorio la Sociedad Farmacología de Chile —cuatro años como secretario y dos años como director—, por lo que creí que era el momento para postular a la vicepresidencia. Estoy muy contento de asumir este nuevo desafío, dado que Sofarchi es una sociedad que está conformada por científicos de distintas universidades del país, desde el norte, de la Universidad Arturo Prat, hasta el sur, con socios de la Universidad de La Frontera. Este organismo posee un vínculo muy importante con el Instituto de Salud Pública, ya que cualquier molécula biológicamente activa que se utilice como fármaco debe ser aprobada por ellos, y dentro de este proceso de aprobación, los documentos científicos que avalan la eficacia clínica o preclínica de la droga son analizados por Sofarchi”.

Directorio regional

Siguiendo las palabras de Ramón Sotomayor, cuando se fundó la sociedad en 1978 se constituyeron los directorios nacionales de Santiago, Valparaíso, Concepción, Temuco y Valdivia. En la actualidad sólo están funcionando los directorios de Santiago y Concepción. Una de las propuestas más importantes del doctor Ramón Sotomayor es volver a formar un directorio de la Quinta Región. Desde ya invita a profesores de las universidades de la zona a participar en esta sociedad científica, conformada por socios de distintas profesiones (médicos, científicos, químicos farmacéuticos, veterinarios, biólogos, etcétera), dado que el organismo cuenta con diversas áreas de investigación dentro de la farmacología.

“La farmacología es muy importante, al igual que la fisiología: son disciplinas primas hermanas. Por ejemplo, la fisiología estudia el normal funcionamiento del cuerpo y la farmacología trata de llevar un estado patológico a una situación normal, por lo tanto van muy de la mano. La farmacología es una disciplina fundamental para todas las carreras del área biomédica (o de la salud). En nuestra Universidad programas como Odontología, Química y Farmacia, Enfermería, Tecnología Médica y Medicina tienen farmacología. Es un área fundamentalmente para aquellos profesionales que están en contacto directo con los medicamentos. Hay que tomar en cuenta que, por ejemplo, un médico para tratar a un paciente más de un 70 por ciento de sus procedimiento se basan en administrar fármacos, por lo tanto debe ser un profesional que sepa bastante de farmacología”.

Bioequivalencia

Con respecto al tema de la bioequivalencia, Ramón Sotomayor explicó que es fundamental dentro del área de la farmacología clínica, porque va a permitir a los prescriptores de medicamentos —odontólogos, matronas y médicos en general— tener una herramienta segura para dar un fármaco a un paciente. “Si bien no se habla mucho, es muy importante poner los ojos en la fármaco economía y tomar en cuenta la disponibilidad monetaria que tiene el paciente para adquirir un fármaco”.

Al respecto, señaló Sotomayor que “los medicamentos son un bien de salud y una herramienta para curar diversas patologías, pero lamentablemente la regulación en nuestro país ha mercantilizado el uso del fármaco, por lo tanto se ha convertido en un muy buen negocio. Hay precios que son exorbitantes en nuestro país; sólo un ejemplo: en Sofarchi hemos hecho algunas comparaciones de precios de medicamentos de igual laboratorio farmacéutico (internacional) y comprobamos que en Argentina valen un tercio, o incluso la mitad, de lo que cuestan en nuestro país”.