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Exitosa II versión de Tertulias Porteñas

14 Diciembre 2012

El evento tuvo una asistencia de más de 300 personas

¿Qué sabemos de la conciencia? Esta fue la interrogante que dio vida a la segunda jornada de las Tertulias Porteñas, espacio de reflexión organizado por el Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la Universidad de Valparaíso, y que convocó a más de 300 personas en la Biblioteca Santiago Severín de nuestra ciudad.

Los invitados para esta ocasión fueron la antropóloga Patricia Mey, el doctor en Ciencias Cognitivas Diego Cosmelli y el escritor y músico cubano Carlos Lloró, quienes reflexionaron e intercambiaron opiniones, desde sus respectivas experiencias, sobre la conciencia, bajo la batuta del escritor Cristian Warnken, moderador de este espacio.

Diego Cosmelli, profesor de Ciencias Cognitivas de la PUC, quien fue presentado por Warnken como una joven promesa de la ciencia, evaluó el encuentro positivamente. “Fenomenal, un espacio que se echa de menos efectivamente en las universidades y francamente un lujo poder ser parte de un panel y de una conversación de este tipo y con un público de este nivel”.

Asimismo, la antropóloga y autora de variados libros, Patricia Mey se llevó la siguiente impresión del encuentro: “Me pareció fantástico aunar lenguaje, aunar experiencias y además en un ambiente no tenso, sino amable, de compartir, de no juzgar, de escuchar al otro. Creo que son iniciativas importantes, la energía del momento fue maravillosa”.

Carlos Lloró, escritor que ha desarrollado un proyecto escritural profundamente original, donde destacan sus libros “Colbún” y su más reciente publicación “Cine chileno”, comentó sobre su participación en estas Tertulias Porteñas: "Estoy tremendamente encantado, compartir con Diego y Patricia, con este marco de público y en este lugar maravilloso… Estoy fascinado”.

Una vez terminado el encuentro y a modo de conclusión, Diego Cosmelli sostuvo que “una de las cosas que se constató en el mismo panel, es que la comprensión de la conciencia está justamente en proceso y va a depender de dónde la miremos, lo que entendemos sobre conciencia, el tipo de conclusiones que saquemos, pero como estamos todos hablando más o menos de lo mismo, lo que sí se vislumbra aquí es una cierta convicción de que un mundo mejor para nosotros pasa por una comprensión de nuestra experiencia como seres humanos vivos y parte de un grupo de otros seres humanos vivos”.

En el mismo tenor, Patricia Mey dijo que “son interesantes las distintas miradas y la diversidad de maneras de entenderlo y de mirarlo; me quedo con la riqueza de eso y la integración de algo mayor que nos aúna a todos”.

Carlos Lloró, en tanto, tiene una mirada particular. “A mí no me interesa saber de la conciencia: me interesa estar consciente, me interesa experimentar la conciencia, saber desde el momento presente, no de un saber ya enfriado por el discurso racional. Más que saber, lo más importantes es ser más conscientes”.

Para Cristian Warnken, moderador y conductor de las Tertulias Porteñas, se trata de un espacio “en que me entretengo mucho, hay una energía extraordinaria y sobre todo hay un intento, que yo encuentro muy corajudo de parte del Centro de Neurociencias de la Universidad de Valparaíso, de abrir la ventana, de invitar a otros y no juntar sólo a científicos, como hacen los literatos, que rara vez invitan a científicos. Esta apertura, abrir su casa, arriesgándose a los cruces, me parece que es lo más relevante y significativo. En esta tertulia estuvo muy presente el espíritu de Francisco Varela, que fue un científico pionero en esta búsqueda, y tenemos acá en Valparaíso a un Ramón Latorre, porque siempre estamos hablando de los muertos y no de los vivos y Ramón es un gran científico, es una de esas personas que animan la cultura chilena con convicción, pasión y por eso estoy acá, si no no estaría aquí”.

Finalmente, el director del Centro de Neurociencias de la Universidad de Valparaíso, Ramón Latorre, organizador del encuentro, manifestó que “más que entender de la conciencia, lo que entendimos fue más de uno mismo y una cosa clave fue lo que dijeron al comienzo, el darse cuenta, ésa es la conciencia: el darse cuenta. Los científicos cuando nos damos cuenta resolvemos el problema, el escritor cuando se da cuenta escribe la novela, el pintor cuando se da cuenta pinta el cuadro; antes no pasa, esa es la conciencia. Lo más importante, la lección más fundamental es que si uno rompe el hábito y se da cuenta, uno puede estar más contento consigo mismo, es una cosa estética al final”.