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Químico farmacéutico advierte sobre efectos adversos de la automedicación

30 Noviembre 2012

Más autoprescripción son corresponden a analagésicos antiinflamanatorios y antigripales, pero se observan diferencias dependiendo de la edad y del género de quien se autoprescriba.

Yanneth Moya, químico farmacéutico, quien cuenta con una amplia experiencia en farmacia clínica e investigaciones realizadas en el área asistencial de antibióticos y de uso racional de medicamentos, recalcó los efectos de la automedicación, que se pueden presentar tras el consumo autoindicado de remedios, tanto tradicionales como naturales. El tema cobra relevancia dado el resultado del estudio, que reveló el importante aumento en las ventas de medicamentos en las familias chilenas.

—¿Qué se entiende por mal uso de un medicamento?

—Se entiende por mal uso de los medicamentos al hecho de utilizar los medicamentos en condiciones que puedan alterar la eficacia y seguridad de un tratamiento. Estas condiciones se refieren a usar más medicamento que lo recomendado (más cantidad, más días o más veces durante el día), usar menos medicamentos que lo recomendado (no tomarlos, dejar de usarlos o no usar las dosis recomendadas), utilizar medicamentos en mal estado (vencidos o que no estén correctamente almacenados) o combinarlos con alimentos o hierbas de manera que puedan alterar su funcionamiento correcto.

—¿Cuáles son los medicamentos preferidos por quienes no dudan en autoprescribirse?

—En general los más automedicados corresponden a analgésicos antiinflamatorios y antigripales, pero se observan diferencias dependiendo de la edad y del género de quien se autoprescriba. Por ejemplo los jóvenes se automedican para poder permanecer más tiempo alerta y para mejorar el rendimiento escolar; las mujeres (especialmente en este tiempo) se automedican para adelgazar y para alivio de jaquecas; los adultos jóvenes para aliviar los síntomas postfiestas (acidez estomacal, dolores de cabeza) y los mayores para aliviar dolores articulares.

—¿Cuáles son los remedios más consumidos por los chilenos?

—Básicamente los analgésicos antiinflamatorios y los destinados a controlar la acidez estomacal.

—¿Cuáles son los principales riesgos y consecuencias de la automedicación?

—El problema es que generalmente se desconoce si el medicamento que me automedico es el apropiado para mis actuales condiciones de salud. Por ejemplo, todo el mundo acude a los antigripales cuando se tiene romadizo y dolor de cabeza; el problema es que generalmente estos compuestos contienen una mezcla de medicamentos, siendo muy frecuente encontrar al fármaco llamado pseudoefedrina como uno de sus ingredientes; si bien es cierto este medicamento generalmente es seguro, en pacientes con hipertensión arterial puede descompensarlo, provocando incluso consultas a centros de emergencia. Por ende, las consecuencias varían dependiendo de quién es el paciente, en qué condiciones se encuentra y qué medicamentos consume habitualmente.

—¿Dónde radica entonces la gravedad de la automedicación?

—Si uno conociera a fondo los medicamentos que está utilizando, uno podría saber cuál escoger, qué dosis de medicamento usar diariamente en forma segura y cuándo es momento para acudir al médico. Sin embargo, la mayoría de las personas que se automedican desconocen cuáles son las dosis máximas diarias que se pueden utilizar, cuántos días como máximo los puedo utilizar, o cómo debo tomarlos (con leche, agua o alejados de las comidas). Esto genera un retraso en la atención médica y por ende un aumento en las complicaciones.

—¿Qué sucede con los remedios naturales?

—Sucede algo similar; los remedios naturales te entregan una falsa sensación de seguridad. La gente se olvida que los remedios naturales tienen sustancias que también corresponden a estructuras químicas, y que por lo tanto, producen cambios en el funcionamiento de nuestro cuerpo, al igual que los medicamentos. Recordemos que la mayoría de los medicamentos tuvieron su origen en plantas; por ejemplo la aspirina proviene de la hoja de los sauces, y tanto esa aspirina como la que actualmente se vende en farmacias tienen la misma estructura química y por ende la misma acción. Esto se nos complica un poco más si consideramos que a veces las plantas ocupan sitios que utilizan los medicamentos para ejercer su efecto y de esta manera alteran su acción en el cuerpo. El típico ejemplo es lo que pasa con la hierba de San Juan (que se usa para mejorar el ánimo), que cambia la respuesta de nuestro cuerpo a los antihipertensivos, provocando una descompensación de la presión arterial cuando se toman juntos.

—¿Cuáles son los grupos de riesgo?

—En general los grupos de riegos corresponden a niños, adultos mayores y mujeres embarazadas o en período de lactancia. Sin embargo también existen pacientes que debido a su condición en particular o que están con tratamientos de medicamentos riesgosos, pueden verse muy afectados con la automedicación.

—¿Qué opina del tratamiento publicitario de algunos medicamentos?

—Las estrategias publicitarias están restringidas para ciertos medicamentos, pero aún así la legislación existente deja mucho espacio para la interpretación. Es frecuente ver en TV, diarios o revistas avisos de medicamentos con el slogan “al distinguido cuerpo médico y químico farmacéutico, informamos que ya está disponible tal o cual medicamento” y todos sabemos que el aviso está destinado a la comunidad en general y nunca señala el aviso en qué condiciones se puede usar en forma segura y qué personas no podrían usarlo.

—¿Qué opina de que se vendan remedios en las cadenas de supermercados?

—Creo que actualmente no están dadas las condiciones, falta mucho en nuestra cultura, por conocer a los medicamentos. Actualmente se les considera un bien comercial: tengo dinero, lo compro, aunque no sea necesario. Ya vemos que es frecuente dar a nuestros niños vitamina C como si fueran dulces, comprar medicamentos en la micro o aceptar el consejo de qué medicamentos utilizar a familiares, vecinos, o un animador de TV.

—¿Cómo evalúa la venta de remedios en las ferias libres?

—En las ferias libres no están garantizadas las condiciones de almacenamiento que requieren para ser efectivos y seguros. Están en el suelo, sometidos a altas temperaturas, a veces con humedad. Todo esto altera las condiciones en las que los medicamentos deben conservarse.

—¿Qué tipo de recomendaciones puede dar a las personas?

—Lo primero es considerar que los medicamentos deben ser indicados considerando la historia farmacológica y clínica de cada paciente en particular. Es recomendable llevar una libreta con el nombre de los medicamentos que uno utiliza, las dosis que usa y hace cuánto tiempo y presentarla ante cualquier consulta médica, y finalmente recordar a la comunidad que en cada farmacia que está funcionando debe existir un químico farmacéutico, quien tiene la obligación de atender las consultas de quien lo requiera, tanto pasa saber para qué es el medicamento prescrito, a qué hora tomarlo o posibles interacciones con otros medicamentos o comidas.