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Facultad de Humanidades de la UV rindió homenaje póstumo a profesor Sergio Flores Farías

08 Noviembre 2012

La ceremonia, enmarcada en una nueva versión de las Jornadas de Historia Social, culminó con la instalación de una placa con su nombre en el auditorio de calle Serrano.

Un hombre de bajo perfil, cercano a sus alumnos, amante de su profesión y con el humor a flor de piel era el profesor Sergio Flores Farías, académico del Instituto de Historia y Ciencias Sociales de la Universidad de Valparaíso, quien falleció en enero de 2012 y a quien sus amigos, compañeros de trabajo y estudiantes rindieron homenaje en la inauguración de las XVI Jornadas de Historia Social de Chile, creadas por él.

La emotiva instancia tuvo entre sus principales protagonistas a la familia del historiador e investigador, entre ellos su esposa Inés Wobbe y sus hijas, Paulina y Claudia. También quisieron estar presentes los Premios Nacionales de Historia Sergio Villalobos, Jorge Pinto y Jorge Hidalgo, quienes compartieron con los presentes experiencias académicas y personales que vivieron con Flores Farías en diferentes etapas de su vida.

Tras la presentación del Coro de Cámara de la Facultad de Humanidades, los invitados tuvieron la oportunidad de compartir anécdotas e historias sobre el historiador de la UV, quien se convirtió en el pilar fundamental del Instituto para que después de 1973 se mantuviera vivo: Hidalgo dejó al descubierto la pasión por el tenis que mantenía el académico, Pinto recordó las jornadas de fútbol y largas conversaciones y Villalobos la capacidad intelectual con la que destacaba entre sus pares en tiempos de universidad. En lo que concordaron los tres premios nacionales fue que Flores Farías era dueño de una inigualable capacidad humana.

Con el fin de mantener vivo el legado del académico de la UV, los representantes del Consejo de Facultad en pleno decidieron por unanimidad nombrar al auditorio de calle Serrano como Salón Sergio Flores Farías, instalando una placa en las afueras.

Al respecto, Carlos Martel, decano de Humanidades, señaló que la decisión de nombrar el auditorio radica en la importancia de la trayectoria del profesor Flores y su dedicación por refundar la carrera de Historia en momentos complejos. “Un espacio abierto a la discusión, un espacio que expresa la tolerancia académica merece tener el nombre del profesor porque son virtudes que lo destacaron”, indicó.

Sumado a esto, se hizo la presentación del libro que recopila las más importantes monografías y artículos publicados por el historiador, los que fueron recogidos por su amigo y compañero de oficina Javier Figueroa, el que lleva por nombre “El imaginario de un Valparaíso sorprendente”.

“Estos artículos están repartidos en distintas revistas académicas a lo largo del país, por lo que tienden a diluirse y perderse, por lo que rescatar una selección de sus artículos es vital para transmitirlo especialmente a los jóvenes para que conozcan el legado historiográfico que nos dejó el profesor”, explicó Figueroa.

Su esposa e hijas se mostraron muy emocionadas con este reconocimiento, agradeciendo de forma personal a cada uno de los presentes y además llevándose consigo un cuadro con la portada del libro y un ejemplar del mismo.

“Estoy muy emocionada y agradecida de todos los que participaron, porque eran sus amigos. Es interesante ver cómo lo recordaron, no solamente como profesor e historiador, sino también en su faceta humana, y es lindo ver cuando a una persona la miran integralmente, reconociendo su aporte al Instituto y su trabajo diario”, sentenció Paulina Flores Wobbe, hija del fallecido académico.