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En diez años más el 70 por ciento de la superficie recolectora de datos espaciales estará en Chile

05 Noviembre 2012

Nuestro país cuenta con los mejores lugares del mundo para el desarrollo de la Astronomía. Doctora Verónica Motta, académica de la UV, destaca los descubrimientos en que participan astrónomos chilenos.

En poco tiempo más Chile aspira a posicionarse dentro de los top ten de la astronomía a nivel global, no solo por su acelerado desarrollo en la investigación astronómica, sino además por contar con más de la mitad del alcance visual de los equipos de última generación, que permiten observar el espacio incluso más allá de nuestra galaxia.

En diez años más nuestro país tendrá en su territorio los telescopios más poderosos del mundo: el GMT (Telescopio Magallanes Gigante), de 30 metros de diámetro, que se instalará en la zona de La Serena, y el ELT (Telescopio Extremadamente Grande), que se ubicará en la Región de Antofagasta y cuya lente alcanzará a los 45 metros de amplitud. Ambos se sumarán a los cuatro equipos ya instalados en el Observatorio de Paranal, de ocho metros de diámetro cada uno —bautizados en lengua mapudungún como Antú (Sol), Küyén (Luna), Yepún (Venus) y Melipal (Cruz del Sur)— y el proyecto ALMA (Atacama Large Millimeter/Submillimeter Array), que comprende un conjunto de 66 antenas de doce y siete metros de diámetro y que está siendo construido en el llano Chajnantor, a cinco mil metros de altura, en el desierto de Atacama.

“Chile en astronomía es uno de los países que más ha crecido en el último tiempo. En parte se debe a la instalación de los grandes telescopios en el norte del país, dadas las insuperables condiciones que ofrece el territorio para este tipo de investigaciones. El desierto de Atacama en ese sentido es una plaza prácticamente insuperable en el mundo”, señaló la directora del Departamento de Astronomía de la Universidad de Valparaíso, postdoctora Verónica Motta Cifuentes, quien cuenta con una vasta trayectoria en investigación en lentes gravitacionales y que destaca por ser una de las autoras del descubrimiento (2008) de una protogalaxia (o galaxia en formación), ubicada detrás del cúmulo de galaxias Abell 1689, la que fue denominada como A1689-zD1.

“La astronomía es una de las comunidades que más ha crecido si se compara la cantidad de astrónomos que han sido contratados por año/país, entre los que Chile es uno de los que crece de una forma impresionante. Este desarrollo también impacta en otros campos y áreas afines, necesarias para su progreso, tales como ingeniería, meteorología, informática, telecomunicaciones, etcétera”.

Además, señaló Verónica Motta, a nivel de implementación tecnológica también se observa un importante avance, afirmando que si uno compara el tamaño de los telescopios que están distribuidos en el mundo y luego suma los que tendrá Chile en los próximos años, resulta que más de la mitad de estos instrumentos de avanzada tecnología se encontrarán en nuestro territorio.

El conjunto de telescopios que estarán instalados en el futuro cercano revolucionarán la astronomía moderna y permitirán vislumbrar la formación de las estrellas en los albores del Universo y obtener imágenes cada vez más impresionantes de estrellas, planetas y objetos interplanetarios en proceso de nacimiento o deceso.

Asimismo, la doctora Motta destacó que la astronomía chilena ha tenido logros de importancia mundial en el último tiempo. “Estamos haciendo el primer mapeo de estrellas de nuestra galaxia, específicamente del centro de la Vía Láctea. Es el primer relevamiento chileno. Este estudio va a proporcionar relevantes datos para los próximos años y para numerosos estudiantes de maestría y doctorado. Eso va a tener un gran impacto a nivel mundial, en cuanto a los resultados que se están obteniendo”.

Dentro de los resultados, la doctora Motta destacó: “Se han descubierto por lo menos unas cien estrellas enanas, que antes no había forma de verlas porque su luz es muy débil; además, las imágenes muestran nuevos elementos en el centro de las galaxias de forma espiral. Seguramente se van a descubrir planetas con este relevamiento e incluso nuevas galaxias, que se ubicarían detrás de la Vía Láctea”.