Christel Vega, de 21 años, obtuvo el Premio de Honor Universidad de Valparaíso, por cuatro millones de pesos, y Beatriz Arroyo, de 19, se adjudicó el Premio Banco de Chile, de tres millones de pesos.
Quilpueínas son las dos artistas que obtuvieron los principales premios del XXXIV Concurso Nacional de Arte Joven: Christel Vega Miranda, de 21 años, ganó el Premio de Honor Universidad de Valparaíso, consistente en cuatro millones de pesos, y Beatriz Arroyo Castro, de 19, se adjudicó el Premio Banco de Chile, consistente en tres millones de pesos.
Además, el jurado —integrado por Lorena Ramos, artista visual y académica de la UV; Pedro Labowitz, crítico de arte AICA, y Rodrigo Coll, artista visual— otorgó doce menciones honrosas. Fueron seleccionadas 32 obras de un total superior a 300 participantes, pertenecientes a 191 artistas de todo el país que este año participaron de la convocatoria.
Las dos ganadoras fueron recibidas en el Centro de Extensión por el director de Extensión y Comunicaciones de la UV, David Carrillo, y el curador del certamen, Rafael Molina. Ambas recibieron la notificación oficial de su premio, a la vez que fueron presentadas a la prensa e invitadas a la ceremonia de premiación e inauguración de la exposición, fijada para el viernes 9 de noviembre.
Para arrendar un taller
Christel Vega, ganadora del Premio de Honor Universidad de Valparaíso, el único premio de adquisición del certamen, por su pintura “Olivie 1”, se manifestó feliz por haber obtenido la distinción. “Para mí es superimportante, porque igual es una ayuda económica que necesitaba para poder impulsar mi carrera. No sé, ahora voy a poder arrendar un taller, hacer más cosas que antes no podía porque quizá estaba más limitada. Y también es superbueno porque el concurso es prestigioso, entonces igual me aporta currículum y puedo presentarme en mejores galerías y ese tipo de cosas”.
Añadió que este “es el primer premio que gano; había participado antes, había quedado seleccionada, pero es la primera vez”, y destacó que la pintura es su vida: “Me dedico a esto las 24 horas del día. Vendo pinturas y tengo mis clientes, y siempre me ha gustado la pintura, así que es lo que pretendo hacer”.
Reafirmación en el arte
Por su parte, Beatriz Arroyo, autora de la pintura “La persistencia del silencio”, destacó que este premio “es superimportante porque yo estudio otra carrera, nada que ver con arte: Pedagogía en Biología. Entonces, igual como que tenía la desconfianza de si realmente pintaré bien; en ese sentido, es como afirmarme en el lado de arte. Y bueno, es importante también porque mis hermanos pintan, así que es como validarme frente a lo que hacen ellos”.
Añadió que haber sido premiada no la llevará a cambiarse de carrera, pero que de todas formas la vincula más a este quehacer: “Estoy yendo a talleres de arte y cosas así. Y siempre estoy leyendo de arte”.
Menciones honrosas
Los ganadores de menciones honrosas son los siguientes: “Retrato Rorschach”, de Dominique Schwarzhaupt; “Vía Crucis adjunto”, de Franco Muzzio; “Líneas complejas”, de Rosa Santibáñez Núuñez; “Anto”, de Felipe Quiñónez Araya; “Antiguo”, de Julieta Bravo Cid; “Necrosis”, de Felipe Guerra Venegas; “Tres”, de Alejandro Mardones Guilla; “Proceso – Obra – Social”, de Pedro Fuentealba Campos; "Cuerpo en fuga”, de Pablo Jamett Pereira; “Nunca morir”, de Gaspar Álvarez Requena; “No componer poemas sin oraciones”, también de Gaspar Álvarez Requena, y “Paisaje 2”, de Nataly Ortiz Aramundiz.
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