A lo largo de este semestre, científicos del Centro de Investigaciones Biomédicas y académicos de la carrera de Educación Parvularia realizarán actividades lúdicas con microscopios e imágenes de células para los niños.
Con la mejor disposición para aprender se mostraron los doce niños del nivel de transición menor del jardín Conejito Blanco, durante la primera clase de ciencias desarrollada este miércoles por científicos del Centro de Investigaciones Biomédicas y la carrera de Educación Parvularia de la Universidad de Valparaíso, en conjunto con el jardín Timonel de Santiago e investigadores del Laboratorio de Fisiología Celular y Molecular (CMPL) de la División de Obstetricia y Ginecología de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Las clases tienen por objetivo acercar las ciencias a los niños en etapa preescolar mediante la realización de actividades lúdicas, tales como observar imágenes de células mediante el uso de microscopios. Se efectúan en el marco del proyecto Redecs auspiciado por la Embajada de Nueva Zelandia y Conicyt, el cual fue implementado en el jardín Timonel de Santiago, obteniendo resultados tanto en los párvulos como en sus educadores.
María Paz Canales, educadora del jardín Timonel y coordinadora del proyecto, contó en qué consiste este programa. “Es una experiencia que dura todo un semestre, en que se va a trabajar como mínimo una vez a la semana. Tiene por objetivo que los niños conozcan, a través de diferentes elementos científicos que se usan en laboratorio, las células, las partes de las células, lo que es una célula y que una célula forma parte de un órgano del cuerpo”, explicó.
En tanto, Lilian Cavalcanti, directora del jardín Conejito Blanco, institución dependiente de la Universidad de Valparaíso, expresó que “es muy significativo tanto para el equipo pedagógico técnico como para los niños formar parte de este proyecto, porque es una actividad que en primer lugar es concreta y aplica la metodología que empleamos nosotros para enseñarles a los niños, y por otro lado, nos va a permitir capacitarnos a nosotros”.
Cabe mencionar que otro de los objetivos de esta red de nueve jardines infantiles a lo largo del país es capacitar a los educadores de los cursos en que se desarrolla el programa y a los estudiantes de la carrera de Educación Parvularia de las diversas universidades que colaboran en la realización de este proyecto, debido a que según explican sus precursores es la única manera de llegar a un mayor número de niños.
De todas formas, el doctor Sebastián San Martín, director del Centro de Investigaciones Biomédicas de la UV, anticipó que la idea del equipo de la Universidad de Valparaíso que colabora con este proyecto es continuar trabajando con otros jardines de la región. “Quisimos iniciar esta actividad en nuestro propio jardín de la Universidad de Valparaíso, y de esta forma a través del ejemplo que se pueda generar con todas estas actividades que se van a desarrollar, poder aplicarlo a otros jardines infantiles”, concluyó.
Relacionados
