Expertos abordaron este y otros temas en Jornadas de Trastornos Severos de Personalidad, organizadas por la Universidad de Valparaíso.
En el mes de septiembre aumentan los suicidios de personas adolescentes y adultas. Los cambios estacionales en el carácter se ven acentuados por el aumento del consumo de alcohol y drogas, y especialmente en los adolescentes que presentan irregularidades emocionales se produce un amento de la vulnerabilidad. Ante este cuadro, es fundamental que los padres y amigos, así como los especialistas, pongan un mayor cuidado en los adolescentes que tienen tendencia a la depresión. Así lo indicó la doctora María Paz Santibáñez, quien abordó el tema en las Segundas Jornadas de Trastornos Severos de la Personalidad, organizadas por la Universidad de Valparaíso. Este año la personalidad de los adolescentes fue el centro de la discusión.
La doctora Santibáñez dijo que “ellos (los adolescentes) son más sensibles y reaccionan a la emoción de forma más profunda: bajar la intencionalidad de la emoción les cuesta, y eso es biológico”, y agregó que “como segundo elemento, el entorno no es capaz de reconocer que las experiencias del joven son válidas; esto se manifiesta, por ejemplo, en una familia donde se prohíbe llorar al niño, situación que lo invalida y que hace que la experiencia de él no sea válida cuando es adolescente”.
Los casos más comunes de suicidio adolescente se producen entre los trece y los quince años, pero en esta última edad es cuando mayores son los riesgos, debido a los cambios hormonales, la relaciones de grupos, el trato con la familia o la pareja.
La psiquiatra indicó que el factor socioeconómico es transversal, mientras que la soledad o la ausencia de los padres son modelos de referencia. Sin embargo, aclaró que esta situación no es común en todos los adolescentes, aunque es necesario que los padres observen el comportamiento de sus hijos. “El objetivo es que ellos tengan una alternativa de ver el mundo, que los haga ver que el suicidio no es la solución, demostrarles que tienen la posibilidad de ocupar habilidades para mejorar la calidad de vida, y para eso hay un entrenamiento”, señaló.
El “camino del medio”, agregó María Paz Santibáñez, es una aproximación dialéctica, en que los adolescentes con tendencias suicidas y los padres hacen un tratamiento de terapia individual y colectiva, en que se les enseña habilidades para regular las emociones y para promover el entendimiento entre ambas partes.
Este año, las Jornadas de Trastornos Severos de la Personalidad abordaron temáticas de los adolescentes. El director de la actividad, doctor Luis Castillo, explicó que el tema es de relevancia porque “vemos que hay un predominio de la agresión, la irritabilidad, el impulso y los descontroles; esta es un área que merece atención, y las jornadas se han generado con la idea de abordar y encontrar alguna vía de entendimiento que permita generar nuevos tratamientos para mejorar la vida de estos pacientes”.
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