Académica de la UV es promovida a Miembro de Número de Academia de Ciencias Farmacéuticas de Chile
Profesora Mariane Lutz, directora del Centro de Investigación y Desarrollo de Alimentos Funcionales, Cidaf, de la Facultad de Farmacia. La ceremonia de recepción tuvo lugar este jueves. Académica encabeza proyecto Fondef desarrollado en Quillota, pera mejorar la dieta de 400 niños de primer año básico.
Muy honrada por su nueva condición de Miembro de Número de la Academia de Ciencias Farmacéuticas de Chile, se manifestó la profesora Mariane Lutz, académica de la Facultad de Farmacia de la UV, directora del Centro de Investigación y Desarrollo de Alimentos Funcionales, Cidaf. La ceremonia de incorporación tuvo lugar este jueves en la sede de la Academia, en Santiago. La profesora Lutz fue recibida por Patricia Acuña, académica de número y también profesora de la UV.
Mariane Lutz destaca que este hecho es un reconocimiento a su trabajo: “Pasar de la calidad de miembro correspondiente a miembro de número en la Academia de Ciencias Farmacéuticas de Chile en realidad es un honor, porque significa un reconocimiento a la labor profesional que uno ha hecho. Mal que mal son 30 años de trabajo en la Universidad, un poquito más, no voy a decir cuánto más… Y nosotros fundamentalmente nos hemos dedicado a hacer investigación. En realidad no es fácil hacer investigación, las condiciones generalmente no son las más favorables; sin embargo, hemos persistido en esto, nos hemos mantenido en una misma línea a través del tiempo, hemos tenido la suerte de poder acceder a fondos concursables y eso también nos ha permitido formar a mucha gente”.
La académica indica que el nombramiento también es significativo porque “le tengo gran cariño a esta Academia, que está formada por muchos profesores que me formaron a mí, y sobre todo porque la persona que creó está Academia, el doctor Hermann Schmidt-Hebbel, fue el que creó toda el área de nutrición y alimentos en Chile, y gracias a él nosotros los químicos farmacéuticos pudimos desarrollarnos en esta área del conocimiento, que es tremenda, es fantástica, muy linda, y que ha evolucionado a través del tiempo y que también nos permite trabajar en equipo, con profesionales de otra formación, entonces nos abre los horizontes y nos permite formar redes, y eso ha sido muy gratificante”.
Los alimentos
Según Mariane Lutz, la importancia de los alimentos en la vida de las personas ha sido cada vez más considerada. “Ahora todo el mundo ya sabe cómo es que los alimentos afectan directamente nuestra salud, qué compuestos saludables contienen, cómo podemos escoger mejor nuestra dieta. Es algo que estamos comprendiendo cada día mejor gracias a los avances de la bioquímica nutricional, fundamentalmente. Todo está cambiando, y a futuro va a ser bastante absurdo pensar que alguien se va a enfermar porque no come bien. La tendencia muestra que nosotros sí debiéramos ser capaces de escoger mejor nuestra forma de vida y permanecer más sanos durante mucho más tiempo”.
Entre los proyectos en que participa la académica, destaca “Optimización de las características saludables de la dieta de escolares de primer año básico de la comuna de Quillota”, financiado por Fondef y actualmente en desarrollo, cuyo objetivo es disminuir el riesgo cardiovascular, el que tiene alta prevalencia en la población escolar chilena. Se trata de un proyecto de interés público, en el que la Junaeb participa como mandante, y que cuenta con el apoyo de la Municipalidad de Quillota y la participación de las empresas FoodGroup y Surfrut.
“Nosotros —explica Mariane Lutz— lo que queremos hacer es ver la forma de mejorar la calidad de la alimentación que entregan los programas de alimentación escolar de Junaeb. En este momento, tenemos alrededor de 400 escolares de primer ciclo, de primero y segundo básico, niños de siete años. Lo que estamos haciendo es un estudio que compromete su entorno, el niño con su familia, su entorno dentro de la comuna, y también su alimentación dentro y fuera de la escuela, también el hogar y lo que comen en la calle”. La meta es mejorar la calidad de las raciones que entrega Junaeb y aumentar la actividad física de los niños dentro y fuera de la escuela.
Añade que “es un proyecto bastante grande, por lo tanto trabaja mucha gente en él, un grupo interdisciplinario, que abarca personas con absolutamente distinta formación, entonces cada uno hace un aporte importante. Es un proyecto que dura tres años y estamos recién empezando el año dos, así es que nos queda bastante camino por recorrer. Ya tenemos recién lo que llamamos la línea base; es decir, ya caracterizamos a los chicos del estudio, y de aquí en adelante viene la etapa de intervención, tanto en cuanto a alimentación y actividad física, como en temas de educación y entorno familiar”.
Más de un millón de dólares
En cuanto al costo del proyecto, la académica explica que “alrededor de 300 millones de pesos nos está aportando Fondef, pero si uno ve todo lo que está aportando además, por ejemplo, la comuna de Quillota, con la participación de catorce escuelas municipalizadas, sus docentes, que están disponibles para que nosotros trabajemos con los niños, y hasta los feriantes de la comuna de Quillota, con los que estamos haciendo cursos, para que ellos entiendan qué productos saludables están vendiendo, por qué, cómo promoverlos, etcétera. Tenemos la participación de dos empresas también, las que están poniendo sus plantas a disposición nuestra, materias primas. Hay mucho que está involucrado. Creo que en términos económicos, va lejos más allá del millón de dólares”.