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UV cuenta con nuevo equipo de punta único en la región

23 Marzo 2012

Se trata de un citómetro de flujo de última generación, especialmente diseñado para aplicaciones marinas.

Con un nuevo equipamiento de punta, único en la Quinta Región y el más moderno en Chile, cuenta la Facultad de Ciencias del Mar y Recursos Naturales de la Universidad de Valparaíso. Se trata del citómetro de flujo Apogee A50, adquirido a través de un proyecto Conicyt del Fondo de Innovación para la Competitividad de Asignación Regional, FIC-R. El monto del proyecto es de 60 millones de pesos.

El citómetro, cuyo modelo está especialmente diseñado para uso marino, fue instalado en uno de los laboratorios de la Facultad de Ciencias del Mar. La instalación estuvo a cargo del técnico especailista Oliver Kenyon, que viajó a Chile especialmente para este trabajo, en tanto la capacitación estuvo en manos de Cristina Órdenes, product manager de la empresa Equilab, proveedora del equipo.

El proyecto mediante el cual se concretó la adquisición del citómetro se denomina “Innovación en el área de biotecnología mediante la aplicación de citometría de flujo”, y alcanza un monto de 60 millones de pesos. La encargada del proyecto es Chita Guisado, académica de la carrera de Biología Marina.

Las aplicaciones del nuevo equipamiento son vastas, por cuanto permite el desarrollo de investigaciones de alta precisión, a través del conteo de partículas y/o células extremadamente pequeñas. Por ejemplo, se podrá usar en el estudio de enfermedades de peces, prevención de biofouling, evaluación de parásitos, microalgas, análisis de toxicidad, estudios de composición y de nutrición, entre otros.

Qué hace

Según explicó Cristina Órdenes, “básicamente, un citómetro de flujo lo que hace es contar células, ya sea por difracción de luz, cuando uno las tiene en estado natural, o mediante el uso de fluoróforos. Principalmente este tipo de equipamiento se utiliza en clínica, para ver todo lo que son enfermedades mediante anticuerpos, pero la ventaja de la marca Apogee es que está trabajando con partículas más pequeñas que las células de la sangre, entonces por eso que se le están dado aplicaciones marinas. Este equipo mide hasta tamaños de partículas de 0,1 micra. Y lo mejor, sin necesidad de fluorósforo (ya que usa agua), que es un costo adicional que tienen que invertir los investigadores”.

En cuanto a cómo funciona, señaló que “el equipo básicamente aspira la muestra, que entra a un canal donde se alinean las células y sobre ellas incide una luz. Entonces, por ejemplo, si están sin teñir, estas partículas van a emitir una luz, una difracción de la luz, y eso es lo que va a detectar el equipo. Entonces, por cada conteo, el equipo va a dar una señal. En el caso de que tengamos las células marcadas, obviamente se va a excitar el fluorósforo y va a emitir la luz”. El equipo tiene un computador interno, de modo que entrega la información y las gráficas de cada conteo realizado a las muestras, material que luego es analizado por los investigadores.

Prioridad regional

La profesora Chita Guisado destacó la importancia de contar con este nuevo equipo: “Más que nada, es importante por las necesidades a nivel regional. Este proyecto, que es financiado por Conicyt, que es un FIC-R, fue priorizado por el gobierno regional. Es decir, se presentaron a nivel regional una serie de proyectos, y el gobierno regional fue el que priorizó, de acuerdo a las necesidades a nivel regional, de tal manera que este equipo pueda ser utilizado por la mayor cantidad de organizaciones. (…) Vamos a dar la posibilidad para que toda persona que quiera hacer análisis, tenga la posibilidad de hacerlos”, afirmó.

Asimismo, la académica señaló que “en la región existen otros citómetros de flujo; hay de otras marcas, incluso existen en la misma Universidad, pero en la Facultad de Medicina, y en muchas clínicas; ésos principalmente se están usando en medicina, en control de cáncer, etcétera. Pero, aquí en la región no hay ningún equipo que pueda hacer análisis de buena calidad y fácilmente para aplicaciones microbiológicas y marinas. Y eso es lo bueno de este equipo, que es especialista en eso”.

Algunos de los proyectos en desarrollo de la UV que utilizarán el citómetro de flujo, por ejemplo, están relacionados con cultivos, tanto de microalgas como de otros organismos; con evaluación de parásitos en pulpos; sobre biofouling y la pintura que lo elimina. “Aplicación va a tener en gran cantidad de cosas, y muchos colegas de otras facultades ya me están solicitando la posibilidad de uso del citómetro. O sea, para la Universidad y para la región es realmente importante”, señaló Chita Guisado.

La Pontificia Universidad Católica de Valparaíso también participa del proyecto, a través de su grupo de Biotecnología, de modo que sus investigadores también lo utilizarán.

Para la investigación

Marcela Escobar, directora de Investigación de la UV, fue una de los académicos que ya se capacitaron en el uso del citómetro de flujo. Destacó que “es un equipo de suma importancia para la investigación en la Universidad de Valparaíso, y principalmente en el área de ciencias del mar, donde los académicos se han involucrado en la puesta a punto, en la capacitación, y se espera un fuerte impulso a la investigación, a los proyectos de investigación, con un gran aporte al quehacer regional, no solamente de esta región sino de todas las regiones del país, sobre todo en el tema de la acuicultura, en el tema de todo lo que es contaminación marina. Así que va a haber un fuerte impulso en este sentido”.

Añadió que “al mismo tiempo, esto se puede traspasar a lo que es la docencia de pregrado, y al postgrado también, que está en desarrollo en esta Facultad de Ciencias del Mar en conjunto con otras facultades”.