UV comienza renovación de casi novecientos computadores con innovador sistema de leasing
La nueva modalidad permitirá fortalecer la política de sustentabilidad institucionalidad y otorgará una respuesta más rápida a los requerimientos.
Casi novecientos computadores comenzaron a ser renovados en la Universidad de Valparaíso con una innovadora modalidad de arrendamiento. El proceso comenzó hace algunos días en el Campus Santiago y este jueves el Laboratorio de Computación de la Escuela de Negocios Internacionales recibió treinta nuevos equipos, iniciando la renovación en la casa central.
La sostenibilidad ambiental, una mejora en la experiencia de los usuarios a través de un acortamiento de los tiempos de respuesta y corregir una brecha en el número de equipos disponibles luego de la pandemia, son los objetivos principales a los que apunta esta nueva modalidad, que remplaza la adquisición por el leasing.
Marco Aravena, director general de Modernización y Transformación Digital UV, comentó que “estamos instalando 885 computadores producto de una licitación de arriendo de los mismos que realizó la Universidad, en un esfuerzo por renovar equipamiento computacional y también en línea con las políticas de sostenibilidad ambiental. Eso significa que estos equipos van a ser renovados posteriormente por la empresa en el plazo de tres o cuatro años, eliminando todos los residuos que generan. Los equipos tienen diferentes tipos de gama —media y alta— según las necesidades a las que responden”.
“Uno de los principales beneficios tiene que ver con los tiempos de respuesta en caso de alguna falla, porque la empresa va a responder por eso y podemos hacer cambios rápidamente. Tampoco hay un costo administrativo por temas de inventario y de activo fijo”, agregó.
Para responder a los requerimientos de las distintas unidades académicas, se realizó un levantamiento en todas las Facultades y Campus, preguntando por las necesidades de cada laboratorio, y luego se consolidó toda la información y se presentó una licitación pública que se adjudicó un proveedor y que involucra más de un millón y medio de dólares.
El prorrector de la UV, Christian Corvalán, comentó que “estamos superando una brecha que habíamos tenido en la institución a partir de la pandemia. A veces nos olvidamos de que gran parte de estos últimos años están marcados por los efectos derivados de la situación de la pandemia, en que la Universidad entregó más de ochocientos computadores a sus estudiantes que los necesitaron. Efectivamente, de ahí tuvimos la idea de recuperar, de reponer y de renovar esos equipos. Y desde ese punto de partida empezamos a trabajar en la medida que los flujos lo permitieron, y en la medida que la inversión se pudo hacer se desarrolló este proceso. Obviamente optamos también por un modelo de gestión que nos permitiera trabajar de mejor manera el activo fijo de esta naturaleza. Todos sabemos que los equipos informáticos pasados seis años se vuelven un mueble, una decoración, y que incluso la forma en que hoy día debemos trabajar con el medio ambiente se ve comprometida por esta basura tecnológica”.
Corvalán explicó que el ahorro económico no es la motivación principal de adoptar esta nueva modalidad: “Es cierto que hay una depreciación acelerada de estos equipos y por supuesto es un elemento que también impacta, pero probablemente ese impacto sigue siendo menor respecto al compromiso con el medio ambiente. Yo creo que el gran tema hoy día es que nos podemos garantizar una forma de recambio que no produzca una cantidad de basura tecnológica que efectivamente no nos vuelva un riesgo más para la sostenibilidad. El cuidado del planeta también tiene que ver con estos elementos que podemos hacer desde la gestión”.
Con ocasión de la instalación de los primeros equipos, también estuvo presente en la Escuela de Negocios Internacional el rector Osvaldo Corrales, quien destacó las ventajas que tiene la nueva modalidad. “Una de las principales es la sustentabilidad, al no quedarnos con los equipos una vez que su vida útil se cumple. En ese caso, la responsabilidad de su retiro y de su reciclaje queda en las empresas que arriendan. Por otra parte, también esta modalidad nos permite hacer una integración entre lo que es hardware, software, seguridad e informática, que hoy es tan relevante. Esa integración nos permite obtener y también entregar a los usuarios un servicio mucho más integral, de modo que estamos muy satisfechos porque esta nueva modalidad nos está permitiendo hacernos cargo de varios desafíos que teníamos en materia tecnológica y hacerlo integralmente en una licitación que fue compleja, pero que se extenderá por dos años con la posibilidad de renovarlo por uno más”, analizó.
“Efectivamente, estamos innovando. Este proceso también ha significado para nosotros un aprendizaje respecto de cómo usar de mejor forma estas herramientas y estamos innovando precisamente para dar un mejor servicio. Es evidente que los sistemas de compra a los que está sujeta la Universidad no siempre funcionan con la debida oportunidad, con la debida velocidad, y la modalidad del leasing nos permite hacernos cargo de ese desafío. Este primer proceso nos ha permitido también aprender cómo hacer estos procesos, más ágilmente, más rápidamente y lo seguiremos implementando en el futuro, dependiendo de cómo resulte este proceso inicial de licitación. Por cierto, iremos ampliando esta modalidad a otros servicios que eventualmente también la Universidad requiere y en los que esta modalidad permite también responder con mayor eficacia”, agregó Corrales.
Nota: Juan Pablo Salas / Fotos: Matías Salazar / Video: Felipe Olguín