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Nuevo decano de Humanidades y Educación: “Los cargos en la universidad pública no gobiernan ni mandan, sino que dialogan, persuaden y promueven acuerdos”

28 Agosto 2023

Con un llamado a cuidar la educación superior pública, a posicionar la importancia de las pedagogías en la sociedad chilena actual y a no sucumbir a la lógica gerencial, este lunes 28 de agosto tuvo lugar la ceremonia en que asumió oficialmente el cargo el nuevo decano de la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad de Valparaíso, doctor Pablo Aravena.

El acto fue presidido por el rector Osvaldo Corrales, quien estuvo acompañado por el prorrector, Christian Corvalán, junto a decanos, decanas, directivos centrales y académicos, junto a docentes, funcionarios, funcionarias y estudiantes.

En la ocasión, el nuevo decano destacó el momento de encuentro, por cuanto “alejados de la lógica trivial del evento social, hay cosas que conviene que sean públicas: sin ir más lejos, los compromisos, como los juramentos y promesas, mientras más públicos mejor, pues el que asume se ofrece, y se obliga, al escrutinio de los testigos en todo lo que viene”.

Señaló asimismo que “puede sonar evidente plantearlo, pero el avance de la lógica productivista empresarial, a nivel de sentido común de nuestra época, me obliga a recordarnos que una dirección de escuela o instituto, un decanato o una rectoría, no equivalen a jefaturas ni gerencias. Jefes y gerentes son designados por un grupo de interés, administran, gobiernan, mandan, sancionan, contratan, despiden. Los cargos nombrados, al menos en la universidad pública del Estado, se eligen entre pares, e incluso entre estamentos, surgen de entre los académicos y académicas de una comunidad, cumplen su período y vuelven a sus funciones habituales. Aunque asumen responsabilidades administrativas, no gobiernan ni mandan, sino que dialogan, persuaden y promueven acuerdos. En este sentido estamos, todavía, mucho más cerca de la política, en su acepción clásica republicana, que del mundo de la empresa y los negocios”.

Por ello, apuntó que es necesario reflexionar sobre lo que a su juicio es “el principal peligro de la universidad pública, cual es precisamente el de sucumbir a la lógica gerencial. Peligro al que —debemos asumirlo— la institucionalidad pública chilena ha ido cayendo por una suerte de arrastre: pues si los gobiernos no asumen el deber del Estado con sus universidades, y las obligan a existir en un sistema dominado por los privados (la educación superior privada en Chile hoy alcanza el 85 por ciento del sistema), obligan a nuestras universidades a ‘hacer lo que puedan’, porque incluso las políticas públicas, emanadas de sectores que uno creería proclives a la defensa de la universidad pública del Estado, han terminado por traspasar miles de millones de pesos a los privados”.

Destacó Pablo Aravena que “las universidades públicas no están diseñadas para competir, sino para investigar, estudiar, enseñar, debatir y, en la tradición universitaria latinoamericana, para que puedan acceder a esto los sectores menos privilegiados de la sociedad”.

Tras señalar que “hacer universidad pública hoy es un desafío inmenso, que tiende a ratos a inabarcable”, el nuevo decano de Humanidades y Educación afirmó que se hará cargo de sus propuestas antes de la consulta triestamental en que fue electo, por cuanto “cuidar estas instancias de diálogo abierto es más importante que nunca, pues no podemos perdernos ya en solapamientos y en la vieja práctica sibilina de los conatos internos por intereses particulares encubiertos en ropajes ideológicos. En una comunidad universitaria la honestidad política se impone como norma de sanidad”.

Finalmente, Aravena agradeció a los equipos de decanato y secretaría de Facultad, “pues concluyo esta semana un primer mes de intenso trabajo, en donde me doy cuenta de que nada fue ni será posible sin ellos”.

Ritual

Por su parte, el rector Osvaldo Corrales valoró el espacio de encuentro dado por esta ceremonia, debido a lo que definió como la importancia del ritual, “que permite recordarnos que somos una comunidad, académica, triestamental, educativa, en una universidad pública”, a la vez que “restituye el horizonte por el cual debemos trabajar, el horizonte hacia el cual están encaminados nuestros empeños”.

Asimismo, Corrales destacó de la Universidad de Valparaíso “el empeño por la educación pública y por la educación superior pública, un espacio muy valioso al interior de las sociedades, muy reconocido en los países desarrollados, incluso en otros países de América Latina, y sin embargo muy incomprendido aquí, en nuestro propio país. (…) Seguimos desafortunadamente enfrentando un entorno más bien adverso, y eso nos interpela a todas y todos a hacer nuestro mejor esfuerzo por seguir reivindicando el rol que la educación superior pública tiene que tener en nuestro país. (…) La educación no es un mercado, la enseñanza no es una mercancía: es un bien público. (…) Nuestros estudiantes no son consumidores, sino que hacen uso de un derecho social y humano que es el derecho a la educación”.

Ese empeño, añadió el rector, “se desarrolla en un entorno muy adverso”, por lo cual, dijo, “la Universidad de Valparaíso tiene que tener un rol más protagónico en la discusión acerca de la educación en Chile, un rol más protagónico acerca del desarrollo de las pedagogías en nuestro país”, acotando que cada vez menos jóvenes se interesan en la noble carrera pedagógica, a la vez que cada vez más profesores y profesoras desertan de la carrera docente. Ante esto, dijo, “nuestro país no puede aspirar al desarrollo si no tenemos profesoras y profesores que eduquen a las futuras generaciones, y nosotros tenemos algo que decir en eso”.

En tal sentido, destacó la experiencia y el conocimiento existentes en la Facultad de Humanidades y Educación, a la que invitó a tener un mayor protagonismo en la discusión sobre el tema, por cuanto “no debemos dejar que sólo sea el mercado de la educación superior el llamado a responder a esa necesidad”.

El rector cerró su intervención señalando: “Desde ya cuente, decano, cuenten queridos directores y directoras, cuenten queridos profesores y profesoras, funcionarios y estudiantes, con lo que nosotros desde la Rectoría podamos facilitar para el desarrollo de la Facultad de Humanidades y Educación”.
  
También intervino en la ocasión Ramiro Miranda, representante de los funcionarios y funcionarias de la Facultad de Humanidades y Educación. Por su parte, la Camerata Vocal de la carrera de Pedagogía en Música, dirigida por la profesora Ximena Soto, interpretó “Manifiesto”, de Víctor Jara, en adaptación coral de William Child, y el himno de la Universidad de Valparaíso.

Fotos: Matías Salazar