Bernardo Martorell, coordinador de la reforma a la salud: “La propuesta de universalización de la APS aún no está resuelta. Es algo en construcción”
Como una iniciativa que todavía no está resuelta sino en construcción definió el coordinador de la reforma a la salud que promueve el actual gobierno, Bernardo Martorell, las propuestas que este proyecto considera y, en particular, el que busca establecer la universalización de la atención primaria en salud (APS) en Chile.
El representante ministerial se refirió al tema en un encuentro que tuvo lugar en el Campus de la Salud de la Universidad de Valparaíso, en el que también participó e intervino el profesor del Magíster en Salud Pública que imparte la Escuela de Medicina de la UV Mario Parada y al que asistieron autoridades universitarias, profesionales, docentes y estudiantes de ese programa de postgrado.
Martorell inició su intervención dando cuenta del complejo escenario político que, en su opinión, enfrenta el conjunto de distintas políticas públicas que se le encomendó articular.
“Hoy, para ser bien sincero, el espacio legislativo -el Congreso Nacional-, no es un espacio donde creemos que realmente podamos hacer avanzar los grandes proyectos de ley que quisiéramos implementar, como propuestas de reforma a la salud. Es decir, hay una oposición bastante importante y, entonces, la relación natural que uno piensa que hay entre reforma y proyectos de ley no es necesariamente cierta. Ni en este contexto ni en otros”, afirmó el coordinador.
Por lo anterior, el médico titulado por la Universidad de Chile, máster en Salud Pública de la Universidad de Harvard y especialista en políticas de salud y gestión pública, sostuvo que es necesario allanarse a la idea de que las propuestas contenidas en la reforma se pueden implementar sin proyectos de ley, necesariamente, sino a través de otras herramientas como son los presupuestos, los incentivos financieros y la construcción participativa, entre otras.
“Vamos a hacer uso de todas estas herramientas de políticas públicas para avanzar en la reforma y una de ellas es la construcción participativa de los proyectos. Tenemos la firme convicción de que las reformas que son diseñadas entre cuatro paredes, como una gran idea, y que después bajan hacia los territorios son políticas que no se van a adaptar a las distintas realidades del país. Entonces, es bien importante para nosotros que la construcción de las políticas públicas mismas sea un proceso dialéctico, un proceso iterativo, que vayamos proponiendo y modificando en la medida en que se vaya implementando gradualmente. En ese entendido, podemos decir que la universalización de la APS -que es el corazón de la reforma- es una propuesta en construcción. No es algo que todavía esté resuelto, es algo aún estamos diseñando y co-diseñando con los territorios”, sentenció.
Sentido de urgencia
Según argumentó el coordinador ministerial de la reforma a la salud, la necesidad de avanzar con fuerza en la implementación de ésta -y particularmente en la universalización de la APS- surge del hecho de que cada vez son más las personas que están convencidas de que el actual sistema no es capaz de satisfacer sus necesidades y demandas en materia sanitaria.
Al respecto, reveló que el porcentaje de chilenos que se manifiesta en desacuerdo con la desigualdad en salud, que a su vez cree que la salud es un derecho y no un simple bien que se transa en el mercado es cada vez mayor.
“La cifra va de un cincuenta por ciento en 2000 a un setenta por ciento en 2016. Hoy estimamos que es más alta y que sigue aumentando”, comentó Bernardo Martorell, para luego precisar que esta constatación favorece y ayuda a empujar la reforma a la salud.
Además, el representante ministerial advirtió que a lo anterior se suma el hecho de que Chile exhibe un agravamiento epidemiológico por multimorbilidad, ya que el 17,6 por ciento de la población nacional (unos 2,5 millones de personas) padecen cinco o más condiciones crónicas de salud y que el setenta por ciento presenta dos enfermedades o más.
“Es decir, una gran cantidad de personas está constantemente requiriendo y asistiendo a atenciones de salud, lo que implica una recarga significativa del sistema sanitario. Por lo tanto, existe una necesidad de cambio que es bien urgente; requerimos de un sistema de salud que enfrente éstas y otras necesidades”, acotó.
Por lo anterior, Martorell concluyó que el costo de dejar las cosas tal cual están y no hacer nada frente a este panorama es elevado, toda vez que no aplicar la reforma implicaría -a su juicio- mantener las ineficiencias de un sistema fragmentado, que además está atrapado en “atenciones” y ha perdido el propósito sanitario, que trata a las enfermedades y no a las personas, que cada vez es más deshumanizado y poco resolutivo en el cuidado y que, en definitiva, pone en riesgo la vida de los chilenos por no ser capaz de tratar o por sobreintervenir.
Enfoque transformador
La presentación de Bernardo Martorell fue comentada por el profesor Mario Parada, quien en primer término valoró el enfoque integrador del proyecto diseñado por el actual Gobierno, al tiempo que lo calificó como una iniciativa que a todas luces busca transformar el sistema de salud, más que simplemente reformarlo.
No obstante, el docente de la Escuela de Medicina de la UV planteó que ha habido una serie de decisiones y comentarios de autoridades que él considera “alertas” respecto de su tramitación y sobre todo del destino final que pueden tener algunas de las iniciativas que el proyecto considera.
En lo específico, Parada se refirió a comentarios de la ministra de Salud, Ximena Aguilera. “Ella ha planteado públicamente que ante la crisis de las isapres no se va a avanzar sustancialmente en lo referido al financiamiento del sistema, en particular respecto del fondo universal, lo que si bien es un camino válido, legítimo, en parte porque precisamente como aquí se ha dicho no hay un espacio legislativo idóneo, genera una situación que a mi entender es compleja”, puntualizó.
Asimismo, el doctor Parada relevó que Martorell haya afirmado que la reforma en general, pero sobre todo la propuesta de universalización de la APS, sea algo que está en construcción, por entender que eso da pie para que la ciudadanía y -en particular- la academia, las universidades y los especialistas puedan aportar a la definición de las políticas y planteamientos que el proyecto considera.
La presentación de Bernardo Martorell puso término al ciclo de conferencias de autoridades del área de la salud que este año consideró el Magíster en Salud Pública que imparte la Escuela de Medicina de la UV y que, con anterioridad, incluyó la intervención del superintendente de Salud, Víctor Torres, quien dictó una conferencia sobre la situación actual de las isapres, y del director nacional de Fonasa, Camilo Cid, quien a su vez dio cuenta de los desafíos que hoy enfrenta ese organismo estatal. Su presencia fue destacada por la directora de dicho programa de postgrado, Katherine Cuevas.