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Construirán en acceso a Calama una escultura diseñada por estudiantes de Arquitectura

03 Abril 2023

"Silueta del espejismo solar” es el nombre de la escultura de los estudiantes de Arquitectura Benjamín Rojas y Javier Opazo que resultó ganadora del concurso “Hito escultórico de bienvenida a Calama”, la cual será construida durante el segundo semestre de este año y emplazada en el acceso sur de Calama, en la rotonda ubicada entre la avenida Balmaceda y el camino al aeropuerto.

El concurso fue un llamado nacional organizado por la Cámara Chilena de la Construcción, sede Calama, y la municipalidad de esa ciudad. El tercer lugar fue para los también estudiantes de Arquitectura UV Enzo Castillo y Sergio Cabrera, con la obra “Luinatur escultura”, que proponía imágenes culturales pertenecientes al desierto, como el zorro, el minero y el trabajador de la tierra. 


Los estudiantes de ambos premios cursan el quinto año de Arquitectura y la obra fue desarrollada en el marco del Taller de Finalización, junto a los profesores Mauricio Ortiz, Nicolás Araya y Alexander Garrido.

Benjamín Rojas destacó el hecho como "un logro importante para nuestro desarrollo profesional. Es una obra que se va a construir, vamos a ser parte activa del proceso y como experiencia es una obra muy significativa, en especial para nuestras familias, porque va a quedar en el acceso sur a Calama, donde mucha gente la verá y esperamos que se convierta en algo muy simbólico para la ciudad”.

El futuro arquitecto definió la obra como “abstracta, dentro del reino de lo simbólico. Nos inspiramos en los fenómenos del desierto, como los espejismos, así como también en la cultura de los pueblos andinos y mineros, juntando ambos factores en un solo gesto”.

“El espacio público alrededor se trabajó de manera escalonada, representando el rajo de una mina. La escultura nace de un zócalo en forma de chakana escalonada, que simboliza una especie de escalera al cielo; luego la escultura se trabaja con láminas de cobre que se tuercen para generar transparencias, orientándose hacia el atardecer en el solsticio de invierno, fecha importante para los pueblos andinos, ya que se celebra el Inti Raymi o año nuevo andino, que representa el retorno del sol”, explica.

En cuanto al significado de la escultura, el estudiante explica que “algo muy presente en los pueblos ancestrales y originarios es enmarcar fenómenos astronómicos en estructuras, lo cual tuvo un gran peso al momento de diseñarla y, de hecho, fue por donde empezamos, intentando recoger esa herencia ancestral, orientándola hacia el cielo. Para la materialidad propusimos adoquines y piedras propias del lugar en el espacio público y la escultura se hará con placas de cobre de cinco milímetros de espesor o acero recubierto en cobre”.

Sobre las dimensiones, Benjamín comenta que “se propuso una altura de quince metros, pero los organizadores la están planteando de veinticinco metros, para que se vea desde lejos. El presupuesto para la ingeniería de la obra ya está aprobado y en las próximas semanas se espera un acercamiento entre la Municipalidad de Calama y la UV, para explorar formas conjuntas de desarrollo en las distintas etapas de ejecución de la obra”.

Símbolo de la ciudad

Mauricio Ortiz, uno de los académicos a cargo del taller, cuenta que “el encargo debía cumplir con la doble condición de ser un elemento visible a lo lejos, con presencia dentro del paisaje, y, al mismo tiempo, entenderse como símbolo de ciudad. El taller en el que nacen ambas propuestas está dedicado a la participación en concursos de arquitectura, tanto en el primer como en el segundo semestre. Una vez que aprueban el taller, inician su proceso de titulación”. 

“Nuestros estudiantes, tanto del primer como del tercer lugar, propusieron una estructura cinética, que aprovecha el movimiento propio de la rotonda que debe seguir el observador para interactuar con la obra. Ambas esculturas hacen un giño a la identidad de la ciudad, una mirada a su historia e identidad indígena, su relación con el desierto y el sol, y la identidad minera productiva del sector, principalmente relacionada al cobre”, explica.

El académico comenta que “si bien ambas propuestas se originan en el mismo concepto, la diferencia entre ambas es espacial y simbólica; en el tercer lugar los personajes son representaciones culturales que pertenecen a la tierra, se disfruta mientras se recorre el acceso a la ciudad, tiene detalles interesantes que deben ser apreciados con cierta calma.  El primer lugar es un símbolo de origen, de todo lo que provoca el sol en el paisaje y la cultura nortina, fue planteada por nuestros estudiantes como una estructura vertical; puede visualizarse desde distancias mayores, lo que le permite participar con mayor influencia en el paisaje urbano”.

Ortiz agregó que “ésta es una oportunidad excepcional para nuestros estudiantes, que se presenta al momento de egresar y recibirse de arquitectos, lo que nos deja muy contentos por la experiencia que tendrán. Salen de la escuela con una obra que realizar, de escala urbana y de características arquitectónicas muy valoradas por una comisión de expertos y una comunidad muy esperanzada en el aporte de este tipo de intervenciones. Esperamos y creemos que será muy edificante en sus inicios profesionales, les deseamos suerte y esperamos cuenten con nuestro apoyo ante cualquier eventualidad que les permita llegar a buenos resultados”.