UV fue sede de jornadas de cierre del IV Congreso Latinoamericano de Teoría Social
Exitoso fue el desarrollo de la jornada de cierre del Cuarto Congreso Latinoamericano de Teoría Social “Pensar global/Pensar local. La compresión del mundo contemporáneo”, que tuvo lugar en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Valparaíso. El encuentro reunió a numerosos investigadores de Chile y de diversos países del Cono Sur y España, y se desarrolló durante tres días en Santiago, siendo esta la primera vez que se celebra fuera de Argentina.
Según señala el coordinador del congreso, Sergio Tonkonoff, de la Universidad de Buenos Aires, el propósito de llevar este encuentro a otro país fue “tejer redes, por decirlo rápidamente. Convertirse en lo que dice su nombre, que es ser un Congreso Latinoamericano de Teoría Social. Esto empezó en Buenos Aires, donde se hicieron tres ediciones, muchos chilenos fueron participando y ahí nació la idea de hacer la cuarta edición en Chile. Como conocíamos a algunas personas en Santiago, y a Luis Henríquez (académico de la Escuela de Sociología UV) en Valparaíso, nos pareció que era una excelente oportunidad para hacer las dos cosas: para que se haga en Chile y que colegas de Latinoamérica —de España también— vinieran a Chile, pero también nos pasó en el congreso una cosa que nos gustó muchísimo, que es que dentro de Chile se amplificó: hacerlo en Valparaíso ayudó a que gente de otras universidades de Chile venga”.
Repensar las relaciones sociales
Respecto del tema central de esa versión del encuentro, explica Tonkonoff que de partida no es un encuentro exclusivo para profesionales de la sociología, sino “para ciencias sociales en general, de modo que participan antropólogos, politólogos, psicólogos, también aparecen las humanidades, filosofía, historia, estética. Y todos nos queremos juntar a pensar precisamente eso: pensar qué es lo que nos está pasando, porque parece que lo que nos está pasando es algo así como una compresión del mundo: el mundo está muy cerca de todos, todos están muy cerca de todos. Entonces hay que repensar qué son las relaciones sociales”.
Añade que “adicionalmente, las relaciones sociales son las relaciones locales, las relaciones regionales, y eventualmente nacionales e internacionales. Hoy se modificaron muchísimo las escalas, las velocidades de las relaciones sociales. Creo que una de las cosas que mostró la pandemia es esa: que estamos todos muy cerca. Entonces hay que repensar esta relación social, cuáles son las instancias sociales reales hoy, cómo está este mundo hiperdigitalizado, hiperrápido, hipercomunicado. Las transformaciones tecnológicas trajeron muchas consecuencias sobre las relaciones sociales”.
Paradoja
Respecto a que la cercanía que refiere se ha desarrollado de manera paralela a un distanciamiento, al menos presencial, entre las personas, el investigador trasandino afirma: “Eso es muy interesante, es una cosa paradojal que nos interesa mucho investigar y conceptualizar, porque ese es el tema del congreso: muy cerca/muy lejos. Hay como una especie micro/mega, dentro/fuera de todas esas polaridades que habitualmente nos ayudaban a orientarnos y que se descalibraron. Pero no sólo se descalibraron, sino que hay que pensar —y esta es mi hipótesis, no digo que sea la de los colegas— y repensar, por eso el término ‘lo local’, que tiene esa característica: que junta en una misma palabra cerca/lejos. O sea, lo local, que puede ser internacional al mismo tiempo, está muy concentrado, tiene algo de lejanía y algo de mucha cercanía. Es un proceso interesante: cómo se acercan las distancias mundiales y al mismo tiempo las personas se distancian mucho”.
En lo que dice relación con el efecto de pandemia en las sociedades, Sergio Tonkonoff comenta su visión: “Yo pienso que lo que hizo la pandemia fue como una especie de laboratorio social a cielo abierto. Es decir, mostró cosas que ya estaban entre nosotros —la localización justamente— y cómo una cosa, un virus, que surge en un lugar aparentemente alejado de todos los centros mundiales de la cultura, la industria, las finanzas, etcétera, finalmente se globaliza, se contagia, se transmite a una velocidad extraordinaria. Y lo que pasó con el virus pasa con todas las cosas: con los mensajes, con los objetos, con las personas, a la misma velocidad viaja todo por todos lados. Eso es realmente una transformación notable y hay que pensarla. El objetivo del congreso es ese justamente”.
El Cuarto Congreso Latinoamericano de Teoría Social se desarrolló del 7 al 10 de marzo, tres días en Santiago y el último en la Universidad de Valparaíso. Los paneles que sesionaron en la UV fueron “Penalización y control social en la contemporaneidad: perspectivas a partir del Sur Global”, “Aceleración social. Una propuesta actual de teoría y crítica” y “Cambios y permanencias en la articulación entre regímenes de género, clase y racialización. Reflexiones a partir de estudios empíricos en Cuba y México”.
En total, el encuentro consideró 88 mesas temáticas y siete paneles presenciales más un panel de apertura y de cierre. Hubo 350 ponentes que asistieron presencialmente entre las tres sedes del congreso más 550 ponentes que participaron de forma virtual. Los países participantes fueron Chile, Argentina, Brasil, Ecuador, Costa Rica, Colombia, México, España, Paraguay, Uruguay, Colombia, Cuba y Perú.