En la UV analizan situación del envejecimiento
“Hay que hacer un cambio de mentalidad y cultural de quienes dirigen los organismos del Estado para mejorar la calidad del adulto mayor”, señaló el magíster en Gerontología Social, Gonzalo Ojeda.
La falta de un plan gerontológico que facilite la integración de la tercera edad y cambios institucionales que mejoren la calidad de vida del adulto mayor, son algunas de las propuestas desarrolladas en el seminario “Aportes, desafíos y reflexiones frente al envejecimiento, la vejez y la participación social”, organizado en forma conjunta por la Universidad de Valparaíso y en Servicio Nacional del Adulto Mayor, Senama.
Cerca de 30 personas, incluyendo académicos de universidades de la región e integrantes del Senama, debatieron sobre los paradigmas de la vejez y la calidad de vida del adulto mayor en el hábitat urbano.
El sociólogo Carlos Ojeda, académico de la UV, señaló que los avances que se han visto en el país en políticas para el adulto mayor son progresivos, y reconoció el mérito de algunos de ellos, como es el caso de la pensión solidaria. Sin embargo, advirtió que falta un plan gerontológico para mejorar la calidad de vida de este segmento que depende fundamentalmente de las instituciones: “Más que el problema financiero, lo que hay que hacer es un cambio de mentalidad de quienes dirigen los organismos. Hace falta un cambio cultural de parte de los dirigentes del Estado y de los mandos intermedios”, enfatizó.
Ojeda admitió que el Senama desarrolla bien su gestión, pero reconoció la falta de un ministerio que tenga personal técnico que desarrolle programas y beneficios sociales que sean un aporte para el adulto mayor. En este sentido, explicó que las universidades juegan un rol fundamental, por el aporte crítico y formativo que deben hacer a la sociedad sin restringir la edad: “La universidad debe jugar un rol de conciencia crítica, y nosotros tenemos que desarrollar estos paradigmas, denunciar lo que no está bien, hacer propuestas constructivas para resolver los problemas y educar en forma abierta a los adultos mayores, y al mismo tiempo, transmitir estos problemas a la gente joven que muestra un interés por el adulto mayor”, puntualizó el académico.