Lo afirmó el seremi de Medio Ambiente de la Región de Valparaíso, al inaugurar las I Jornadas de Toxicología de la UV.
Con seis expositores y cerca de cincuenta personas inscritas se llevó a cabo la primera versión de las Jornadas de Toxicología, que desarrolló el Programa de Magíster en Toxicología que imparte la Facultad de Farmacia de la Universidad de Valparaíso.
El programa académico destaca por ser el primero y único postgrado en este campo que se dicta en Chile. La Universidad de Valparaíso de esta manera se posiciona como líder en la formación de capital humano avanzado en el área y aporta en la preparación especializada de los futuros toxicólogos y toxicólogas en nuestro país.
La directora del Magíster en Toxicología, doctora María Fernanda Cavieres, investigadora y académica de la Facultad de Farmacia, se mostró muy satisfecha con el desarrollo de la iniciativa: “Es la primera versión de las Jornadas de Toxicología y ha resultado un encuentro muy interesante. Estas Jornadas era una idea que hemos venido trabajando desde hace un tiempo en el magíster y fue diseñada como una forma de contribuir al desarrollo de la toxicología en Chile. Hoy se ha convertido en realidad gracias al apoyo que hemos recibido de los colegas de la Sociedad de Toxicología de Chile (SoTox), con quienes trabajamos de manera conjunta en la organización del encuentro”.
Agregó que “se abordaron varios temas vinculados a la toxicología y el medioambiente con foco en lo que está sucediendo en la zona de sacrificio. Varias de las exposiciones tienen que ver con eso, pero otras presentaciones tienen que ver con el ámbito regulatorio y cómo nos aproximamos, a través de la toxicología, a la toma de decisiones medioambientales para la protección del medio ambiente y la salud humana. Así que tuvimos presentaciones bien variadas y desde distintas miradas para poder cubrir el espectro temático de estas primeras Jornadas”.
Participaron como expositores Hernán Ramírez, seremi de Medio Ambiente de la Región de Valparaíso, quien estuvo a cargo de la conferencia “Antecedentes de intoxicaciones en Quintero y Puchuncaví 2022”; Rubén Verdugo, de la División de Fiscalización y Conformidad Ambiental de la Superintendencia del Medio Ambiente, con la presentación “Los desafíos de la evaluación de cumplimiento ambiental en Chile en la perspectiva de la mirada territorial”; Hernán Gaete, investigador de la Facultad de Ciencias UV, quien expuso “Uso de herramientas ecotoxicológicas en la evaluación ambiental de zonas impactadas por actividades antrópicas”; Patricia Cerda, del Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud, a cargo de la conferencia “Plan de Vigilancia Epidemiológica Ambiental ”; Pablo Olivares, jefe de Asuntos Regulatorios de SQM, quien presentó la charla “El riesgo de no comprender el riesgo”; y María Fernanda Cavieres, quien expuso “La importancia de la evidencia científica para la toma de decisiones regulatorias. El caso de la zona de sacrificio en la Bahía de Quintero-Ventanas”.
El seremi Ramírez valoró positivamente el evento: “Como Seremi de Medio Ambiente nos interesa mucho el tema y felicitamos a la Universidad de Valparaíso por apuntar, en estas Jornadas de Toxicología, a lo que sucede en la Bahía de Quintero. Este año hemos sufrido una serie de intoxicaciones. El Estado se ha preocupado de generar una serie de medidas para evitar que esto siga ocurriendo y es importante el aporte que pueda hacer la academia y –específicamente- el área de la toxicología para avanzar tanto en identificar las causas de las intoxicaciones como en preparar a nuevos profesionales en esta área, que en Chile faltan”.
Hernán Ramírez afirmó que actualmente en la seremi “estamos terminando algunas medidas provisionales respecto a los planes operacionales de las empresas, de manera de poder hacer más exigentes las condiciones de mala ventilación o episodios de intoxicación de población”.
También añadió que “la comunidad no puede estar conforme si este año han ocurrido más de seiscientos casos de intoxicación. Es difícil. Lamentablemente como Gobierno hemos llegado y hemos visto, a pesar de la intoxicación del 2018, que falta la capacidad de medir contaminantes y, además, que los planes operacionales que habían sido aprobados no tenían la suficiente exigencia hacia las empresas. Hemos estado trabajando en eso, para aumentar la exigencia e incrementar la capacidad de medición de contaminantes, de manera de poder determinar efectivamente cuáles son los que están afectando a la comunidad y el origen de ello”.
Relacionados
