Estudiantes de Arquitectura logran segundo lugar en XXXV Concurso CAP
Propuesta “Mercado Anfibio Alimenticio” busca rehabilitar el espacio público en la ribera del río Lebu.
El segundo lugar en el XXXV Concurso Nacional CAP para Estudiantes de Arquitectura obtuvieron Vanessa Olivares Leiton, Marcelo Briones Uberuaga y Nicolás Beytia González, alumnos del Taller Integrado de Finalización de Ciclo de la Escuela de Arquitectura, con la propuesta de un “Mercado Anfibio Alimenticio”, en la localidad de Lebu, provincia de Arauco, el cual busca rehabilitar el espacio público constreñido de la ribera del río.
El proyecto, que propone una nueva manera de habitar los espacios públicos a propósito de un escenario post Covid-19, construyendo un edificio completamente ventilado, contó con un equipo docente integrado por los profesores guía Marco Ávila, Cristian Rojas y Diego Ramírez.
Nicolás Beytía, uno de los estudiantes integrantes del equipo ganador, señaló que “el mercado anfibio es una estructura modular de acero que se emplaza en el borde del Río Lebu, posee un jardín fitorremediador y consta de tres áreas: un mercado-comedor urbano, donde se incentiva el consumo de productos del mar; un área de investigación y cultivo de algas para explorar y desarrollar nuevas maneras de alimentación saludable y sustentable, y una sección deportiva y recreacional, donde se proponen nuevas maneras de relacionarse con el río”.
Sobre el concurso, Nicolás comenta que “fue un largo proceso, que comenzó con la definición de salud y bienestar, que para nosotros era una relación estrecha con la alimentación sana, buscando potenciar la dieta marina y sus beneficios nutricionales en la población, explorando y exponiendo principalmente los beneficios de las algas en la dieta diaria”.
“El segundo lugar significa una gran satisfacción, por llevar adelante una propuesta sostenible y sustentable que aborda las problemáticas de salud y bienestar”, asegura, mientras enfatiza en la importancia de “desarrollar ideas innovadoras, abrir nuevas posibilidades, con una mirada y en representación de la Escuela de Arquitectura UV, además de servir como motivación o incentivo para los estudiantes de talleres de ciclos iniciales y formativos a participar en estos concursos”.
Marcelo Briones, también estudiante, indicó que “el objetivo de la propuesta fue entregar un lugar común para la investigación, preparación y exposición de la gastronomía marina y, principalmente, los beneficios de las algas en la dieta diaria. Haber ganado el segundo lugar es una bocanada de aliento y es una gran satisfacción para nosotros obtener esta distinción a la propuesta, por el trabajo realizado y el tiempo invertido”.
“Este premio es el reflejo de la constancia y compromiso con que nuestros compañeros y profesores abordan estos desafíos. El mayor aporte para el desarrollo de la Escuela es lograr posicionarla frente a nuestros pares con un discurso y enfoque singular respecto del quehacer de la arquitectura y el bienestar de nuestras comunidades”, aseguró.
En tanto, el profesor Marco Ávila, coordinador del taller integrado, manifestó -en representación del equipo docente- que “este resultado premia el trabajo conjunto entre estudiantes y profesores, que, como cada año, cuenta con la generosa colaboración de profesores visitantes de la Escuela de Ingeniería Civil de nuestra universidad y con diversos profesores invitados de nuestra propia escuela y del extranjero”.
“Llevar adelante estos procesos en la situación actual de trabajo remoto nos plantea la necesidad de reformular los modos de trabajar de manera online, que requieren además de una gran dedicación y compromiso por parte de todos. Este concurso tiene una enorme repercusión en nuestros estudiantes. La ilusión y el desafío que despierta cada año en ellos el hecho de participar en este certamen nos permite generar un ámbito de trabajo colectivo de estrecha colaboración y donde la sana competencia universitaria entre pares resulta especialmente estimulante”, agrega Ávila.
“Esta noticia la recibimos con mucha satisfacción y alegría. Este nuevo reconocimiento es muy estimulante para todos y es sin dudas motivo de orgullo no solamente para la comunidad académica de la Escuela de Arquitectura, sino también por los temas tratados para todos los miembros de una universidad pública, estatal y regional como la nuestra”, indica.